1. La casualidad

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Mierda mierda mierda- no podía dejar de maldecirse. Ah pero eso sí, bien ocurrente con su fantástica idea de hacerse el valiente. '¡No ocupo niñero!' '¡Puedo irme solo' '¡Ni que estuviera a la quinta esquina la casa.' Claro, estaba a la puta chingada, lo cual empeora su actual predicamento.

"Miren chicos no quiero problemas, y-yo dijo que fue un lindo encuentro pero cada quien pa su casa, ¿que tal?" - Bueno, tal vez pudo haberlo dicho de mejor manera. Pero no era su culpa! Ellos le ganaban por más de una cabeza. Si si, debería estar acostumbrado por Shadoune y Spreen. Pero ellos no se visten como matadores sádicos que disfrutan de patear bebes o algo asi. Tomando eso en cuenta siente que se excusa el ligero temblor en su voz.

"Hmm. No. Dejate de hacerte el menso y entrega todo lo que traes" - Aunque lo decía con calma, Quackity no estaba tan pendejo. Miraba como el hacha pasaba más tiempo en sus manos que encajada en el piso.

"Bueno, bueno, ¿no creen que es un poco injusto? Digo, ¡Son dos contra uno! Aparte yo vengo cansado de las minas. No... no.. ya déjense de mamadas y-" - ouch. Okay, nuevo plan. Quedarse quieto para evitar el filo del arma.

"Última oportunidad patito. Danos todo o las consecuencias serán más graves que un simple empujón y un hacha a tu cuello." - En su humilde opinión, tener rocas encajadas en lugares que ni sabía que existían no era un 'simple empujón' pero quién era él para hablar.

"Ja! Jo.dan.se." - Apenas terminó la palabra cuando sintió un ardor expandirse en su cabeza. Aturdido, su visión se desenfocaba momentáneamente.

"No no no, perdón, discúlpame, no lo decía enserio" - Pero sus súplicas fueron cortadas por un golpe de igual magnitud, este cual le cortó la respiración.

"Valla valla, ¿no muy hablador ahora verdad? ¿Digamos, qué le pasa a un pato cuando le quitas lo que más ama?" - En ese momento el ardor desapareció, y fue reemplazado por un frío igual de abrasante. No no no por favor no, pero las palabras no salían.

"Dime, ¿Qué pasa cuando le quitas a un ave la capacidad de tocar el cielo?" - Sabía que las palabras no estaban dirigidas a él. No. Esperaba el apruebo de su compañero. Y al horror de Quackity, se lo otorgó.

"Bueno, digo yo que es una lección justa. No lo matará y le queda el recordatorio permanente de no volver a desobedecernos en dado caso que nos volvamos a topar." - Y así, palabras intercambiadas como si estuvieran hablando del clima, sellaron su futuro.

Un futuro mórbido que al fin sacó a Quackity de su paralización. Retorciéndose intentó arrastrarse para alejarse de la amenaza. Sus uñas se llenaban de tierra y piedras, lo cual le causaron pequeñas pero profundas cortaduras en sus manos.

"Aww mira, hasta nos está ayudando al darnos la espalda. Sostenlo ya que estamos perdiendo el tiempo" - Con eso sintió como una mano se enredaba en su pelo, su gorro olvidado en algún sitio cercano, sus manos dolorosamente sostenidas arriba de su cabeza. Dejándolo completamente inmóvil e boca abajo.

"Ah, ah, ah, primero que nada tus cosas, y posiblemente consideramos ser más amables" - Al soltarle una mano, Quackity no perdió ni un segundo en entregar todo lo que llevaba, invocando la magia antigua para abrir su inventario e vaciarlo por completo, hasta su comunicador sacó pero este lo puso más cerca a si mismo. Con la esperanza que con el desorden se quede olvidado y pase por desapercibido. Ego olvidado por completo, ya que su posesión más valiosa estaba en peligro.

"Y-ya, es todo, vacíe mi inventario, por favor no tengo nada más, déjenme ir y olvidemos de que esto pasó" - Intento suplicar, tomando esperanza en la posibilidad que cumplieran sus palabras y fueran 'amables' al tener lo que querían de él. Oh, que equivocado estaba.

"¡Perfecto! Por tu cooperación te permitiremos que te quedes con tus alas" - Bendicion, escuchar eso para Quackity fue un alivio total, sintió como su cuerpo se relajaba al malinterpretar que sus alas estaban a salvo.

"Ahora si me disculpas" - Dolor, un dolor inexplicable se prendió en su espalda. Oídos aturdidos e incapaces de escuchar nada más que gritos agonizantes, sus gritos. Sus ojos llorosos le fallaban, todo el panorama estaba borroso y lleno de manchas negras. Ni respirar valía la pena, ya que con cada suspiro el dolor se multiplicaba. Y sus alas, torcidas en ángulos los cuales no eran capaces de estar, plumas sangrientas pintando una mórbida imagen a su alrededor. No podía hacer más que hacerse bolita. Sus atacadores desaparecieron después de deformar sus alas y llevarse todo, pero Quackity ni se percató de su partida. Su mente consumida por el dolor y el deseo de encontrar un alivio.

Los minutos se alargaban pero Quackity sabía que se le estaba acabando el tiempo. Su cuerpo letárgico y visión obstruida le dificultaba sus intentos de encontrar su comunicador. Pero sabía que si no lo encontraba le iría peor, ya que era consciente de que no era capaz de regresar a su casa por si mismo mas estaba a nada de desmayarse, lo cual lo dejaría expuesto a los peligros de afuera. Pasando una eternidad lo encontró, y con la más grande dificultad logró mandar sus coordenadas en el último chat que había dejado abierto. Más su cuerpo no pudo aguantar más y perdió la consciencia antes de poder mandar contexto, mínimo con las coordenadas lo encontraran si o si, nomas esperaba que no se desangrara para aquel entonces.

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"¡EY! ¡SREEN! ¡SHADOUNE!" - Los hijos de su madre se adelantaron, pero aún así tenía que hacerles saber del extraño mensaje de Quackity. Y al informarles se percató que todos estaban pensando lo mismo. Algo no cuadraba, Quackity debió de haber llegado a casa desde hace rato, pero las coordenadas mostraban que aún estaba a medio camino.

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"Que coño ha pasado… Quackity…" - No podían creer lo que veían. No se podía ver la extensión de sus heridas, por lo cual les temblaba la mano al tocarlo. Sus alas, eran lo más horrorizado, y por lo tanto temían de enterarse de que otras heridas sufría el menor.

Mientras más revisaban más perturbados y enfurecidos quedaban. La sangre, era demasiada, su cabeza, sus alas, sus manos, todo estaba repleto. Si Shadoune no hubiera confirmado pulso pensarían que murió desangrado.

"Va, esto es lo que va pasar, Rubius, tu iras a casa y le contarás a Missa lo que ha pasado, con él encuentra los datos que tenemos sobre híbridos pato, no podemos dejar que se curen mal sus alas. Asegúrense de preparar todo para tratar sus heridas. Shadoune vení conmigo, vosotros nos encargaremos de llevar a Quackity a casa. Haremos pija al hijo de puta que lo tocó, pero ahora esto es lo importante"

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Ouch - Talvez intentar retomar la consciencia no es la mejor idea. Pero era difícil mantenerse inconsciente cuando sentía ligeros toques alrededor de su cuerpo. Sentía como sus ojos se humedecían,  ya que parecía incapaz de hacer algo más qué llorar. Vergüenza,vergüenza debería de sentir pero ni para eso le quedaban fuerzas.

"¡Oye! Cuidado que lo estas lastimando" - Spreen? No, ese era Rubius. Intentaba enfocarse en lo que decían. Pero como água saliendo entre sus manos, las palabras le pasaban por encima. Adormecer más, cuidado, estado delicado, medicamento, ayuda. Al sentir más presión en su cabeza decidió regresar a la ignorancia.

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Notas:

La verdad iba a perder sus alas, pero no me vi capaz de escribirlo 😅

El Consentido - Team Vacío LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora