El Consentido - Team Vacío Legal

14. Menta

Lento.

Sentía un cansancio arrastrarlo, como si sus extremidades estuvieran atadas por un muerto. Las manos petrificadas sosteniéndolo dificultaban sus movimientos.

Quería sucumbir a la pesadez, dejarla ganar. No. Sería una estupidez dejarse llevar. Deshacerse de la plaga no era excusa para relajarse.

Lentamente siguió con sus esfuerzos, maniobrando a Quackity gentilmente, intentando no despertarlo. Su patito había sufrido mucho. No podía imaginarse el cansancio mental que seguirá, sabiendo que sus muertes no lo liberará del dolor, de las pesadillas. Lo último que quería era despertarlo en un día bueno, uno tranquilo, uno libre de los terrores que lo acechan.

Deslizandolo poquito, seguía en su pecho, paró por un momento. Se quedó esperando su reacción hacia la leve movida. Pero no reaccionó, seguía metido en sus sueños. Tomó eso cómo señal para seguir.

Un leve movimiento más y sintió un apretón en su brazo, tragándose el susto paró sus movimientos por completo.

Contando hasta tres para calmar su corazón, volteo a ver a su lado, buscando al culpable.

Shadoune le regresó la mirada. Negó con su cabeza cómo si leyendo los pensamientos del menor.

"¿y si quería ir al baño?" - Susurró con una ceja arriba, preguntándose por cuanto tiempo lo observó.

"¿Quieres ir al baño?" - Igual de callado, preguntó.

"No"

Con un suspiró se acercó más, hasta que pudo susurrarle al oído, con la intención de no despertar al menor, quien seguía dormido, inconsciente de su conversación, en el pecho de Spreen.

"Quédate, no sabemos cómo reaccionará al despertar. Menos a lo apegado que estuvo contigo anoche" - No se le hacía buena idea que se fuera, no entendía la urgencia del híbrido oso.

"Hay cosas que hacer"

"Pueden esperar"

Una mini guerra de miradas comenzó, pero era un caso perdido. El mayor tenía razón. Era el bienestar del menor ante todo. Resignado, cerró los ojos, aunque sabía que no podría regresar al sueño.

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El mediodía se alejaba, se empezaron a preocupar, hasta Missa se había despertado hace unas horas. No se durmieron tan noche, por lo cual se les hacía más inusual.

Debatiendo silenciosamente, decidieron darle hasta que la comida estuviera lista. Esperaban que el aroma lo despertara.

Rubius y Missa salieron primero, Shadoune intentó seguirlos, pero una mano lo detuvo.

Spreen no lo soltaba, un leve miedo coloraba sus acciones. Se mordía el labio, ¿por los nervios? ¿para mantenerse callado? La causa no era clara.

Un poco sorprendido, se posicionó más cercas para darle toda su atención, ya que el menor seguía atrapado bajo Quackity.

"¿Quédate?" - Un susurro, un nivel callado usual de las conversaciones recientes, pero algo no encajaba, sonaba inseguro.

"Por supuesto" - Debatía internamente, no sabía si preguntar, o sí dar su apoyo en silencio.

Tirando un tiro a la nada, decidió arriesgarse, el miedo a perder una oportunidad de que Spreen se desahogará guió su decisión.

"Sabes, el te quiere mucho"

"Lo se…"

"¿Por qué el miedo?"

"...No es miedo"