O8|La vida de Taehyung

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Kim Soobin y Kim NamJoon son los únicos que son protagonistas en su vida diaria, sus dos hijos que estaban en la bendita flor de juventud, y sobre todo en la adolescencia, donde empiezan a revelarse, desobedecer, y ser independientes.

Ahh, cuantas veces ha lidiado con esos niños que le sacan canas verdes.

—Uno lava, otro cocina, punto final, ire a barrer la sala.

—¡Yo no quiero lavar!

—¡Ni yo cocinar!

—Bueno, se van a limpiar toda la casa, yo me encargo de la cocina —Sonrió con burla, sus hijos eran tan flojos, pero debían aprender a hacer cosas por sí solo— ¿Por que tanto lío? Llevan años en la misma rutina.

—Soobin es omega.

—NamJoon, deja de hacer comentarios fuera de lugar, o limpias toda la casa.

Y Namjoon, no sabía ni de dónde sacaba esos comentarios tan alfistas, si él nunca se los ha enseñado.

—Binnie, cocina por favor, déjale todas las ollas sucias a tu hermano.

—¡Sip! ¡Iré a comprar!

—¡Papá eso no es justo!





• • •




Cuando conoció a Jungkook  debía admitir que fue incómodo por las verdaderas intenciones, luego, después de aclarar, después de ver que no había incomodidad en su reciente relación, las platicas era mejor de lo que esperaba.

Pero había algo que lo dejaba intranquilo.

Su maldito lobo que se había vuelto hormonal creyéndose adolescente para alborotarse por la presencia de Jungkook.

Porque si, Jungkook había encantado a su lobo, pero no estaba en aquella etapa donde podía ilusionarse, sentir mariposa y toda esa vaina de amor.
¿Cómo reaccionarian sus hijos? No, no, mejor dejar pasar una tonta ilusión a que sus hijos lo odien.

Solo debía ignorar las reacciones de su lobo, ya que parecía haberse vuelto loco por el abrazo de la madrugada con el chico, con sentir su rico aroma a lavanda.

—Papá, ¿me dejas? —confundido miro a su hijo menor— Ir a la fiesta en casa de YeonJun.

—Ah.. —suspiro— Binnie, ¿estas en una relación con él?

—¡No, dios mio! —pego salto ante el grito, pero miro serio a su hijo, no le convencía del todo— Papá, ¿no puedo tener amigos alfa?

—Eres libre de tenerlos, solo te hice una pregunta.

—No, no tengo una relación con él.

—Bien, puedes ir, iré a recogerte a las dos, atento a tu celular, te pediré un taxi.

—¡Gracias, pa! —lo abrazo, amaba esas muestras de cariño, se sentia bien viniendo de sus hijos— Y Beom, vendrá a recogerme.

—Mmm, que Namjoon te lleve hasta el auto. 



—¿Que te tiene distraído? —frunció el ceño, a veces Soobin era tan...observador— O mejor dicho...¿Quien?

—Respetame que soy tu padre, Kim Soobin.

—Por eso mismo, papá debes buscar alguien que te haga sentir como adolescente, ¿a que se siente lindo?

—Soy un adulto, ve a cambiarte antes de que te quite el permiso.

—¡No! Ya voy —sonrió al sentir un beso en su cachete— Pero que quede claro, necesitas una pareja que te quite esa seriedad.

Jungkook..

No, malditos pensamientos.

Amistad, Jungkook, amistad, ¡Amistad!

Regalo «TaeKook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora