Regalo «TaeKook»

12| Aceptar sentimientos

Taehyung llegó hasta su costado, demasiado cerca que se alejo un poquito.

—Disculpa mi comentario, Jungkook..yo no pienso eso de ti...no se ni porque lo dije, perdóname por favor. —suspiro, aunque le había desanimado aquel comentario, ahora solo quería perdonarlo y lanzarse a sus brazos. Y no supo que pensar cuando vio que se ponía de cuclillas enfrente suyo.— Enserió perdóname, te juro que no volverá a suceder, nunca más.

Trago saliva, ¿Que le pasaba a Taehyung? Osea...le estaba rogando su perdón, y eso no lo entendía...

—Taehyung, ¿Por que quieres mi perdón? —con duda acaricio el sedoso cabello castaño del alfa, la posición le hacia las cosas fáciles, pero...algo no cuadraba aquí— No entiendo porque te arrodillas.  —siguió acariciando el cuero cabelludo al ver que disfrutaba de ello, recortando su cabeza sobre sus muslos al estar cerca de ellos—

—No quiero adelantar las cosas...pero mi lobo me pide que no pierda, y realmente yo aun no se porque yo tampoco quiero, no quiero ilusionarte con esto, Jungkook, realmente no se el porque de mis acciones, enserió perdóname —trago saliva sintiendo un  nudo en la garganta, sus palabras sonaban sinceras pero a la vez dudosa.

—¿Cómo debería tomar eso, Tae? —quería que lo mirara a los ojos, pero el alfa no quería, por lo que, tomo su rostro desde sus cachetes con sus manos— ¿Quieres que seamos amigos?

La respuesta demoro en llegar, tal vez unos minutos en lo que Jungkook ya había aceptado una simple amistad, como antes, pero esta vez...evitando algunas situaciones que la pondrían en riesgo.

—No lo se, por lo mientras si, pero no del todo, osea...como...¿conociéndonos para algo..romántico? Se que no debería estar dudando, soy un adulto, pero realmente no quiero alejarme de ti, no después de como mi lobo te reclamo como su omega.

—Van a robar tu carro, Tae. —se había sentido nervioso el recordar eso, no negaría que eso le había gustado demasiado—

—Te seguí para llevarte a tu casa.

—Vamos entonces. —Taehyung sorpresivamente le tomó de la mano, aquel tacto se sentía tan calentito que lo hizo sonreír, hasta cuando le abrió la puerta y lo hizo pasar al asiento del copiloto.— Tu dirección.

Puso su ubicación en el GPS y Taehyung emprendió camino apenas le cargo la ruta.

—Cuéntame de ti. —unos minutos fueron de silencio hasta que Taehyung dijo eso—

—¿Sobre mi vida? —recibió una respuesta positiva– pues nací en Busan, mi cumpleaños es el primero de septiembre, vivo solo en una casa, antes vivía con la familia de mi madre, mi color favorito es el negro, me gustan mucho las gorras, no me gusta tanto la comida de las calles, ah tengo veintiocho años, aunque creo que ya lo sabias —termino sonriendo, golpeando ligeramente con la yema de sus dedos su muslo— Tu dime de ti.

—Soy de Daegu, nací el treinta de diciembre, mi color favorito es el morado y el gris, me gusta los dulces, tengo treinta años, vivo con mis dos hijos, Soobin y Namjoon, suelo ser un impulsivo la mayoría de veces, no me gustan las peleas, soy pacifista a pesar de todo.

—¿Y como te llevas con tus hijos? —para Taehyung, esa pregunta lo hizo sentir aliviado, incluso pensó que le hacía feliz que Jungkook acepte a sus hijos, eran lo más importante para él, y de eso Jungkook era consciente.—

—Bien, no me quejaría de ellos jamás, son mi mayor tesoro —la sonrisa tan sincera y bonita que Taehyung tenia en el rostro a Jungkook le causó una sensación bonita y extraña en su estómago, sintió su rostro caliente de solo pensar lo bonita y atractiva que era esa sonrisa y Taehyung en general.

De solo pensar en estar con Taehyung, de compartir cada experiencia con él, lo hacía emocionar, aun si era consciente que no debía adelantar tanto la situación...