El sentimiento de que algo estaba mal era algo presente en su vida cada minuto que pasaba respirando, a veces ni siquiera entendía el porqué se estresaba con el mal presentimiento. Suspiró arreglando su fleco destapando poco a poco sus ojos, pusó entre sus brazos un abrigo de cuero.
-Ah- notó su teléfono vibrar desesperado, de inmediato abrió la pantalla notando una cantidad de llamadas y mensajes de willy, sí no fuera por la curiosidad se hubiera negado a verlos.
Pero bueno, luzu es así de chismoso.
Primero, sintió confusión, esa confusión que se sentía como ruido en la cabeza, como estática, como si la realidad se traspasará a otro lugar moviéndose de lado, después, era miedo, por el sinfín de sangre que tenía quackity en la cara que ni siquiera era de él, al final, estaba enojado.
Enojado consigo mismo por dejar que sucediera, tragó en seco guardando su teléfono una vez ver las imágenes recorrer su cabeza como una melodía sin sentido a sus oídos «Sabía que no tenía que dejarlo ir solo, ¿por qué tuve que ser tan egoísta?» pensaba bajando escaleras y correteando a los que se le cruzarán.
Una y otra calle, sus pies comenzaban a sentirse pesados para entonces, pero la sinfonía de las sirenas de la ambulancia lo reconfortaba, aspiró aire deteniendo sus rodillas un segundo para empezar a trotar, sus pulmones dolían y le estaba causando inquietud la cantidad de gente sacando el teléfono celular de sus bolsillos a grabar la escena.
«Por esto Auron me dejó, lo abandoné, no le di lo que quiso, al final, si soy igual a rubius» golpeó su cabeza tratando de empujar gentilmente a la gente de la Horda.
No se movían, estaba en pánico.
-¡Dije que se muevan!- comenzó a estrujar sus puños empujando a cualquier ser que se le atravesase por encima de sus ojos, gruñó ante su instinto alfa -Donde...
Susurró antes de rodar su visión cayó en cuenta en un pequeño grito -¡Luzu!- quackity aún permanecía sucio, permanecía con ese rojo ya seco entre sus mejillas y lágrimas de dolor profundo en su corazón, en un saltillo de puntas el omega llegó hasta sus brazos quedando pegados hasta un rato -Perdón.
-Perdoname- repetía constantemente aferrado a su pecho con un agarre frágil pero a la ves compasivo -Necesito que me expliques que pasó.
-No quiero estar aquí- suplicó ante las sin cesar sirenas cavando entre sus tímpanos agudos, suspiró sujetando su cintura -Vayamos a la casa.
-Espera, espera, alex...- alexby estaba siendo atendido por algunas enfermeras médicas que estaban a su lado en el camión del Hospital, se notaba tan afligido como quackity a su par -Quedate aquí.
Acarició la frente del chiquillo que asintió penoso.
Caminó de forma veloz hasta el omega que tenía una manta protegiendole el frío -Luzu, luzu- sollozó apegándose a él como chicle -Luzuu.
-Alexby, ¿qué pasa?- acarició su cabeza poniéndose de rodillas frente a él haciendo que descansará su frente contra la suya -Fargan, fargan se accidentó y...y tengo miedo por mi hijo.
Claro, allí estaba su miedo.
-Todo va a estar bien, ustedes van a estar bien- limpió sus lágrimas.
-¡Alexby!- detrás de unos pequeños gritos cercanos se encontraban lolito y Mangel correr a su dirección, lolo le dio un abrazo embustero besando su rostro repetidas veces -¡¿Qué pasó?!
-Lolito, lo vas a abrumar- exclamó Mangel, volteó hacía luzu con una expresión estresada -¿Sabes qué pasó?
-Está en todos los noticieros, quackity donde está?- mordió el paladar de su lengua -¿Puedes encargarte de alexby? Te necesita.
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ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.
FanfictionOdiaba lo mucho que necesitaba su tacto, cómo lo tocaba y sus insinuaciones, odiaba su olor o cómo forzaba a besarlo cuando estaban solos, odiaba que lo amará cada vez que le daba regalos o decía lo mucho que lo quería, odiaba que le gustaran sus ce...