Capitulo 17

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En la mañana, Allen despertó adolorido, como si lo hubiera golpeado un tren. Miró su cama, Kanda no estaba. Por un momento pensó que todo había sido un sueño, pero pronto se abrió la puerta y le llegó el olor de un muffin (que después sabría que era gigantesco) y del chocolate caliente. Kanda había salido a comprar algo para el desayuno y se lo ofreció.

-Gracias, pero no, hay cosas en la alacena, me prepararé algo - dijo Allen caminando a la cocina.

Kanda se molestó y tomó todo para tirarlo a la basura.

-¡No!, ¿estás loco? ¡la comida no se tira! - dijo parándolo.

- Cómetelo, coño - dijo poniéndolo todo sobre la barra de la cocina.

Allen se sentó frente al muffin junto a una taza de chocolate caliente, no tenía opción, no podía dejar que se desperdiciara vilmente por un arranque de parte de Kanda.

Comió un bocado y enseguida el apetito se le incrementó y comenzó a devorar el muffin con ganas. Kanda le dio otro y no dudo en arrebatárselo de las manos, ahora tenía la cara llena de pan.

- ¿No vas a comer? - le habló con la boca llena.

- No como esas porquerías.

Allen le miró curioso, a Kanda no le gustaba nada dulce, ¿entonces había comprado el desayuno para él? Cada vez se le hacía más difícil sacar una conclusión acerca de Kanda.

- Hay unos huevos en la nevera, ¿no sé si quieras una tortilla? - trató de ofrecerle, ya que se sentía raro siendo el único que comía ahora.

Kanda se levantó y buscó en la alacena y la nevera, no había mucho pero podía cocinar algo decente. Era la primera vez que veía a Kanda cocinar, se le hacía algo divertido de ver, sorbió de su chocolate, no sabía porque pero era como si fuesen una pareja...

Casi se ahoga con el chocolate, se tuvo que limpiar la boca, Kanda y él se habían dicho que se gustaban mutuamente, ¿pero acaso estaban en un relación a partir de ahora? no estaba muy claro la verdad.

Kanda hizo una tortilla con los champiñones enlatados que Allen tenía en la alacena. La partió a la mitad y lo sirvió para ambos.

- Yo ya estoy lleno - dijo Allen aunque olía delicioso.

- No te creo - Kanda le dejó el plato al lado y no pudo resistir mucho tiempo - te quedarás aquí?

- Es mi casa.

- Vuelve a la mía.

- No puedo seguir causándote problemas - dijo Allen tomando un bocado grande.

- ¿Quieres irte? - dijo Kanda con resentimiento, no quería que se fuera, no ahora que todo se estaba acomodando.

- No - dijo Allen después de pensarlo un momento, aquello implicaría dejar a sus amigos, dejar la escuela y ahora, dejarlo a él - pero mi padre me buscará. Soy menor de edad y si no me voy, me van a mandar a un hogar temporal y ahí Cross me encontrará.

- Quédate conmigo - dijo Kanda - le diré al viejo que te adopte o lo que sea que se tenga que hacer.

- No, Kanda. No es tan fácil. ¿Tú crees que tu padre va a aceptar a un desconocido?

- Preguntaré y si no quiere, igual te quedas – dijo.

- No puedes decidir eso a la ligera. me quedaré aquí por lo menos hasta que termine el curso - le quitó un trozo de tortilla.

Kanda bufó comiendo de mala gana, era un mocoso testarudo.

- Tampoco lo tomes a mal, pero no es fácil tratar con mi padre, me iré al menos por un tiempo.

Love LineWhere stories live. Discover now