Pasaron unos cuantos días ambos ni habían querido ver sus ordenadores, Allen prefirió distraerse de aquella horrible realidad en el trabajo, de solo pensar que realmente le había regalado algo a Kanda para su cumpleaños comprado con su propio esfuerzo limpiando mesas aún le pesaba en la cabeza, algunas compañeras del trabajo le vieron algo raro, el solo les dijo que estaba bien aunque no fuera así.
Simplemente quería suicidarse y que todo acabara, pero no podía hacerlo era tan cobarde pero de seguro Kanda también querría matarlo, aunque aún no estaba todo dicho, debía ver que era él, verlo con sus propios ojos para que su cerebro pudiera procesarlo como era debido.
Al salir del trabajo volvió a casa, no notó la presencia de su padre aparte de unos platos sucios en el fregadero, tuvo que lavar y limpiar el desastre y subió a su habitación.
Kanda estuvo encerrado en su habitación todos los días, sólo bajaba a comer y volvía a subir. Su padre le preguntó varias veces si había terminado con su novia... novia... ¡já!
Miraba el paquete una y otra vez. Era el regalo de dango69, el regalo del moyashi. No quería abrirlo, quería devolverlo, quería romperle la caja en la cabeza al mocoso y luego arrastrarlo por el pavimento hasta sacarle la piel.
¿Y si todo había sido una broma? ¿Y si todos estos meses habían sido una burla premeditada del moyashi para causarle un trauma? si era así, lo había logrado. Casi se sentía sucio por querer hablar con dango. Pero ya era imposible, no quería cruzar palabra con él nunca más y aún así, no podía dejar de pensar en él.
Allen se tiró en la cama. Ese día salía un nuevo capítulo de la serie que miraba con lastsamurai. Quería saber que ocurría, quería ver el capítulo y sobre todo, quería discutirlo con lastsamurai.
Recordó lo nervioso que estaba el día que lo conocería y hundió su cabeza en la almohada para gritar enojado. Kanda siempre arruinaba todo.
¿Se preguntaba como Dios podía ser tan cruel con él? tan solo una alegría no podía tener, no que se quejara pero Lastsamurai había resultado ser demasiado bueno para ser verdad, pero aun no le entraba en su cabecita la posibilidad de que el fuese Kanda, seguro Kanda tenía un hermano gemelo amable, paciente y agradable, debía ser así y Kanda el hermano gruñón y malvado, era ridículo por donde lo viera, pero así eran las cosas y el mundo era tan pequeño que le daba miedo ya.
Vio su computadora con recelo, no quería encenderla y saber que Lastsamurai estaba allí, aunque era poco probable seguramente Kanda no volvería a conectarse y de seguro habría cambiado su número de teléfono y correo y quizás dentro de poco se mudaría lejos por lo ocurrido, quizás ya exageraba.
Se decidió a encender el ordenador, colocó la dirección e ingresó al chat, quizás debería cerrar su cuenta y nada habría pasado entonces allí vio que Lastsamurai estaba conectado, sus ojos no se despegaron del nick de su único amigo en ese sitio perverso.
Kanda vio conectarse a dango69.
Ahora podía juzgar lo ridículo de su nombre "dango", el moyashi no tenía cerebro, estaba claro.
En verdad tenía una maldición, primero Alma y su sexo dudoso, luego el batracio dango o moyashi haciéndose su amigo. ¡AMIGO! ¿Qué clase de perverso juego del destino los había llevado a vivir tal absurdez?
Abrió la conversación, aún estaba la sentencia de muerte de su amistad ahí, escrita casi en piedra.
¿qué le diría? Hubiera preferido mil veces seguir en la ignorancia./lastsamurai/ dice: ¿No deberías cambiar tu nick a "moyashi"?
Fue lo primero que le salió de los dedos, no sabía si era idiota o simplemente ya había recuperado la cordura.
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Love Line
FanfictionAllen entra en un chat con la expectativa de encontrar a su media naranja, en cambio termina en un sitio muy inusual chateando con un extraño usuario: "LastSamurai" ¿Qué misterios esconde LastSamurai? ¿Allen sabrá los peligros del internet?" YULLEN...