Capitulo 19

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Iba de camino a su casa, después de un duro día de clases, desde que se había graduado y entrado a la universidad no había dejado de tener la cabeza metida entre las páginas de los libros, gracias a eso había salido airoso en las pruebas de acceso, después de todo no podía dejarse humillar y decaer en los estudios sino el estúpido Moyashi se querría poner por encima de él.

Llegó por fin a casa apenas anunciando su llegada, su padre se encontraba haciendo de las suyas en su estudio así que pasó de largo y se encerró en su habitación no sin antes llevarse una botella de té helado. Esperaba que esta vez fuera la vencida, después de que su conexión presentara fallas la ultima semana pensaba que iba a enloquecer y casi se encontró haciendo un berrinche a la oficina de la compañía responsable. Vio el icono que indicaba que su conexión estaba funcionando correctamente y casi sonreía como aliviado.

Visitó las páginas regulares, revisó su correo y miró la hora, faltaba un rato para que el Moyashi llegara a casa y pudiera conectarse, sin embargo no quería despegarse de la computadora, tenía la impresión de que si la dejaba sin vigilancia, el internet se iría.

Abrió un libro y estudió hasta que su padre llegó con una bandeja de soba para comer. El viejo no era tonto, no estaba encerrado ahí por estudiar, a menudo le decía que debía ser muy duro para él estar lejos de Allen. El viejo era un cursi.

Todos eran unos cursis. La pasaban conmovidos porque "se amaban a distancia" y Kanda la pasaba muerto de la vergüenza aunque lo manifestaba con fastidio y malas respuestas.

Se digno a comer tranquilamente su soba mientras veía el nuevo tráiler de Ruroini Kenshin, ya el moyashi podría decir que era un obsesionado de los samuráis, cuando justamente termino el tráiler pudo escuchar el sonido que hacia la notificación del skype, se emociono por nada al ver que Lavi le escribía, con una horrible mueca en su rostro lo ignoro, decidió volver a abrir la ventana del navegador para "revisar" un poco las fotos del facebook del Moyashi, casi no solía tomar fotos acerca de él sino del entorno en general y paisajes, ya podía contar con los dedos en las que aparecía el moyashi, creía que ya se conocía el Álbum de pies a cabeza, se comenzó a sentir como todo un stalker.

Pero esta vez había algo digno de ver. Alguien había etiquetado a Allen en una imagen, Tokusa, un chico del trabajo.

En la foto, salían todos los del turno, incluso el tal Link, del que le había hablado Allen, y se estaban cambiando.

No hacía falta revisar la etiqueta, sabía que la tierna piel de Allen era esa de la izquierda, aunque su rostro estaba cubierto por la camiseta a medio quitar.

Suspiró algo consternado, por un lado era su moyashi, por otro lo habían tomado infraganti y aunque sabía que era una estupidez, sentía el cosquilleo de los celos porque todos esos chicos veían a Allen cambiarse todos los días.

Miró molesto a todos los de la fotografía, la guardó.

Se le hacia una espera muy larga, no veía la hora de que el moyashi se conectara. Vio su carpeta con algo de pena ajena que estaba llena de fotos que había recopilado del moyashi, si porque en sus días de soledad necesitaba ver al objeto de su deseo, se sentía idiota, y el idiota de Lavi no ayudaba en nada con sus estúpidos consejos.

Por alguna razón, le había llevado porno gay a casa. Habría contemplado curiosearlos y luego fingir que no lo había hecho, perolas temática de los videos (piratas, además) era terriblemente ridícula.
Lavi pareció dedicarse a investigar su tipo de porno durante los primeros meses de relación a distancia con Allen, pero no importaba cuánto intentara, el idiota no entendía que su tipo era el moyashi.

Cada día, Lavi le llegaba con una nueva "solución", sólo quería que dejara de joder. Allen tenía suerte, había escapado del idiota y sus preguntas sobre sexo homosexual, hemorroides y tamaños de pene.

Love LineWhere stories live. Discover now