Capítulo 12

531 33 0
                                    

ATENEA

Cuatro meses después 

Me siento en la maquina de abdominales y mi hermano sigue pegándole al saco de boxeo, llevo entrenando para la mafia desde que volví, me costó pero al final he conseguido que me permitan ser parte de todo como al resto de las mujeres de la familia. 

He estado un mes entrenando en Galicia con mis primos pero ya he vuelto a mi casa. Desde hace un mes me he mudado a un apartamento cerca de la mansión de mi hermano, no me molestaba vivir con ellos pero necesitaba estar sola y no podía estar en ninguna de las dos mansiones 

- Emergencia - hablan por los altavoces a la vez que suenan las alarmas de la mansión

Nos miramos y salimos corriendo del gimnasio mientras cogemos las armas de la mesa de la entrada del gimnasio, sin importarme estar en top y chándal corro con mi hermano hasta la entrada de la mansión en dónde están sus hombres 

- Han atacado al camión que llevaba la mercancía, al volcar murió el conductor y la cocaína quedó tirada por la calle, cuándo nuestros hombres que estaban vigilando el camión intentaron recuperarla llegó la policía y ahora tienen los siete kilos en la comisaría 

- Mierda - susurro y mi hermano sujeta el tabique de la nariz con los dedos estresado 

- Hablad con los contactos de la policía y conseguir mi droga - los mira a todos desde el escalón de arriba de las escaleras - no volváis sin mi droga, tenemos clientes que nos van a pagar mucho dinero por ella 

- Si señor 

Se van a hacer lo qué les dijo y me quedo mirando para mi hermano 

- ¿Qué hago? - hablo y se me queda mirando pensando 

- Vete con el equipo de investigación a patrullar las calles hasta que sepáis quien ha intentado robarme 

- Si señor 

Salgo corriendo hacia la furgoneta en dónde se están metiendo más de nuestros hombres, me pasan una chaqueta de chándal negra y una visera 

Cuándo llegamos a la zona del accidente nos bajamos en la calle anterior y nos separamos para vigilar la zona sin que nos noten 

- Zona norte controlada - hablo por el pinganillo y todos van diciendo en dónde están

Miro de reojo a la policía trabajando intentando que las cámaras de la prensa no me pillen la cara y busco gente sospechosa alrededor 

- Hombre blanco, pantalones claros y camisa blanca - habla uno de nuestros hombres - no deja de mirar todo y escribe algo en el móvil cada vez que mira, no parece periodista 

- Estoy al lado - habla otro - le sacaré una foto para mirar en nuestra base de clanes 

Me siento en una cafetería y enciendo la Tablet, una camarera viene a preguntar lo qué quiero y pido un café para disimular 

- Foto recibida - hablo en bajo - cargando base de datos - espero a qué cargue y vuelvo a hablar - clan francés, los hijos de puta siguen jodiendo

- A por él - habla el qué está al mando - Atenea tu turno, sácalo de la multitud 

- Entendido 

Dejo dinero en la mesa y camino hacia el lugar, me saco la chaqueta del chándal quedando en el top de deporte y corro hacia el hombre haciendo que justo cuándo estoy a su lado choco con él y caigo al suelo 

- Ay, lo siento muchísimo - me levanto avergonzada con una sonrisa de niña 

- No te preocupes preciosa - sonrío - ¿Estás bien?

- Solo me duele un poco el pie, tengo el coche en la calle de atrás

- Te ayudaré - me sonríe coqueto y sonrío

- Muchas gracias guapo - no dejo de mirarlo a los ojos y me muerdo el labio 

Me sujeta por la cintura y camino con él hasta la calle de atrás, miro que no haya nadie y de un solo movimiento lo tengo en el suelo debajo de mí  con el brazo a punto de romperse con un solo movimiento 

- Tout va bien en bas? (¿Todo bien ahí abajo?)

- Puta 

- Silencio perro 

La furgoneta no tarda en llegar, los hombres se bajan de la furgoneta y le ponen un trapo en la boca haciendo que se duerma y sea más fácil llevárnoslo 

- Buen trabajo morena - me dice uno de los hombres y le guiño un ojo mientras me siento en mi sitio 

Los Dioses Del Averno  [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora