Los Dioses Del Averno [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]

Capítulo 28

ATENEA

Entro en la habitación a primera hora de la mañana y veo a mi griego acostado en la cama que a partir de hoy será nuestra, sonrío caminando hacia él y me pongo encima de él con una pierna a cada lado

Pongo el pelo para un lado y bajo para darle un beso en el mentón, sus manos se ponen en mi culo dejando un apretón allí y sonrío 

- Buongiorno amore - susurro en su oído y me levanta un poco para meterme por dentro de las mantas y quedar abrazada a él 

- ¿Qué hora es? - murmura y le doy un beso en el cuello 

- Las nueve 

- Vamos a dormir un poco más - susurra y asiento acomodándome aún encima de su cuerpo 

***

Abro los ojos y miro el reloj, he dormido dos horas más pero cuándo miro la cama está vacía y yo estoy abrazando a una almohada en vez de Adonis. 

Me siento en la cama mirando al alrededor y veo luz saliendo del baño, camino hacia la puerta y cuándo voy a abrir escucho a Adonis hablar 

- Hoy no podemos quedar, ya hablaremos

Abro la puerta por qué debe de estar hablando con alguien del trabajo y cuándo me ve me sonríe

- Buenos días dormilona 

- Tu dijiste de dormir más te recuerdo - me burlo caminando hacia él y abrazándolo por el pecho mientras apoyo la cara encima de su corazón escuchando sus latidos - que rápidos 

- Como siempre que estás cerca - susurra y sonrío sin moverme - tengo que ir a la empresa, ¿te vienes a conocer Götter?

Asiento separándome de él y salgo corriendo a la puerta de al lado que es el vestidor, hace calor, cojo un vestido y unos tacones me dejo el pelo suelto y Adonis entra mientras teclea algo en el móvil. 

Lo que menos me gusta de su vida es que está siempre con el teléfono, pero viendo que lleva dos mafias y no se cuántas empresas es lógico. 

- Nos vamos en cinco minutos vete a comer algo abajo yo ya he desayunado 

- ¿Sin mi? - pregunto haciendo un puchero y sonríe con la boca cerrada alternando su mirada entre mis ojos y el teléfono 

- Otro día - me da un beso en la frente y asiento saliendo para ir al piso de abajo, está raro pero bueno, él es raro. 

***

La empresa tiene diecisiete plantas y el despacho de Adonis está en la última, siempre le han gustado las vistas desde las alturas y por esa razón la oficina está rodeada de cristaleras para ver bien toda la ciudad

- ¿Sabes lo mejor de estos cristales? - niego mirándolo mientras camina hacia mí -  son perfectos ya que yo puedo ver todo desde dentro pero nadie puede verme desde fuera ni siquiera la secretaria.

Sonrío de lado cuándo me abraza por la cintura y me sienta en el escritorio, nos quedamos mirando el uno al otro y poco después nuestras bocas están en una interminable batalla de decidir quien manda. 

Su mano recorre mi muslo hasta llegar a mi ropa interior y allí se queda quieto. Tiro de su pelo y me muevo para que me toque, sonríe en mitad del beso y me muerde el labio inferior haciéndome rabear. 

- Tengo que ir a una reunión - habla y lo miro mal 

- ¿En serio? - me quejo y lo empujo - bien - sonrío de lado - te acompaño 

- Ya lo suponía pero ¿por qué esa sonrisa? - me mira desconfiado 

- Nada bebé - me acerco a él y le pongo la mano en los ojos - no los abras 

- ¿Qué planeas? - pregunta con los ojos cerrados y yo sonrío bajando la ropa interior hasta que las tengo en la mano 

- Confía en mí - me vuelvo a acercar a él y se las meto en el bolsillo de la chaqueta, cuándo saco del bolso la otra cosa que traje se la meto en el otro bolsillo para después volver a sentarme en el escritorio - ya los puedes abrir 

Primero mete la mano en el bolsillo en dónde está mi ropa interior y sonríe mirándome con perversión y después hace lo mismo en el otro sacando el vibrador con mando a distancia que compré el otro día 

Cuándo me mira le enseño el mando en mi mano y abro las piernas poniendo una en casa silla y dejándole una vista clara a la zona que lo desea 

- ¿Me lo pones? - pregunto con dulzura 

- ¿Pretendes que me concentre en el trabajo con esto? - pregunta caminando hacia mí 

Sonrío y cuándo se acerca del todo nos besamos con pasión y en mitad del beso gimo al notar como me mete el juguete 

- Eres tremenda - susurra 

- Así me quieres 

- Y mucho - vuelve a besarme y coge el mando que está a mi lado en la mesa para después darle al botón provocando que una sensación de placer me recorra por dentro - ¿lista para la primera reunión? 

- Lista para aprender - me acerco a su oído - y disfrutar - muerdo el lóbulo de su oreja y me bajo de la mesa mientras caminamos hacia la sala de reuniones