Capítulo 23

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ATENEA

Adonis le pega un puñetazo después de decirme eso y yo solo me quedo mirándolo 

- Ni se te ocurra mirar a mi mujer - le gruñe apretándole el cuello mientras mi hermano busca cuerdas y todo lo qué encuentre para atarlo 

No dejo de mirar a Robin a los ojos con una sonrisa torcida 

- ¿Le has contado a tu noviecito lo bien qué lo pasamos en mi casa? 

- Cállate - hablo y él se ríe mirando a Adonis 

- Tu novia besa bien, eres un suertudo 

- Ya lo sabe, él es el qué me come la boca todos los días haciendo qué el recuerdo de la tuya desaparezca de mi mente 

- Aún recuerdo tu cuerpo desnudo - pasa la lengua por sus labios y Adonis le mete un puñetazo haciendo que quede inconsciente

- Hijo de puta - susurra mi hermano mientras lo sientan en una silla y lo atan con todo lo qué encontró - voy por las cosas - habla y asiento sin dejar de mirar a Robin hasta que Adonis se pone delante de mí 

No digo nada solamente lo siento en el sofá y me pongo encima de él y no tardo nada en tener su boca junto la mía. Su mano acaricia mi espalda por dentro de la camiseta y no nos separamos hasta qué nos es necesario respirar  

- Te quiero - susurro y sonríe - lo busqué en internet y es lo qué me dijiste el otro día - asiente - yo también te quiero 

***

Como era visto cuándo Robin se puso a decir gilipolleces y a insultarme los idiotas me echaron de la habitación por qué querían encargarse ellos solos. 

Camino hacia dónde nuestros hombres y veo a la morena qué estaba dentro cuándo llegamos, me acerco a ella y le sonrío 

- Ven, te curaré las heridas 

Asiente agradecida y me dice en dónde puedo coger las cosas para ayudarla 

- De verdad que no tienes que preocuparte, puedo hacerlo yo sola, ya estoy acostumbrada 

- ¿Por qué no sales de aquí? - le pregunto cuándo empiezo a curarle la herida que tiene en la cara 

- Llevo aquí dos años, ya no siento nada y así por lo menos puedo ayudar, es el puticlub más famoso de la ciudad, todos los mafiosos vienen aquí, por lo qué así ayudo a Romeo cuándo necesita a alguno 

- Gracias - le sonrío - pero no es justo qué tengas que aguantar todo esto 

- Ahora es mejor, como Romeo le da dinero a mi proxeneta para qué puedan entrar y salir cuándo a ellos les de la gana pues me trata mejor qué el primer año e incluso a veces me deja salir, con seguridad, pero al menos veo la calle. 

Pobre niña, termino de curarle y volvemos a dónde estábamos pero todo se va a la mierda cuándo veo entrar a unos hombre que conozco muy bien 

Tiro de la morena hacia la habitación en dónde están con Robin y cierro la puerta detrás de nosotras, Romeo como acto reflejo gira rápidamente a Arabela para que no vea nada y ella apoya la cara en su pecho mientras abraza a mi hermano

- ¿Qué hacéis aquí Atenea? 

- Han llegado más franceses, Armand, el hermano de Robin está ahí fuera

- No podemos armar un tiroteo, hay muchos inocentes - habla Adonis y Romeo asiente 

Robin está abierto en canal y ya no tiene ni uñas ni dientes, me da un poco de asco por lo qué dejo de mirarlo 

- Con él ya terminamos, ahora solo tenemos que intentar salir sin qué nos vean - habla Romeo 

- Yo me encargo - habla Arabela mirándolo a los ojos - me lo llevaré a una habitación para qué podáis salir 

Romeo cierra los ojos pasándose la mano por la cara y niega con la cabeza pero ella le susurra algo sin dejar de mirarlo 

- Para eso estoy aquí demonio - habla ella después de qué mi hermano asiente a lo que sea que le ha dicho.

Arabela sale de la habitación mientras Romeo se queda mirando la puerta y empieza a susurrar unos cuantos insultos mientras aprieta el puño, observo a Adonis y está mirando a Robin con una sonrisa de satisfacción, mi mafioso 

Los Dioses Del Averno  [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora