ADONIS
TERCERA SEMANA
No me puedo creer la valentía que puede tener la gente, saben que si me traicionan se mueren y siguen haciéndolo, dejo toda la cocaína encima de la mesa del escritorio para guardarla en la caja fuerte y limpio mis manos por la sangre de los hombres que acabo de matar después de qué me habían robado la mercancía el otro día
- Señor, la señorita Rinaldi no ha comido nada en todo el día - miro a Ellen que me habla desde la puerta y asiento
- Haz lasaña, es su comida favorita, se la llevaré yo mismo cuándo suba
- Si señor
Termino de organizar todas mis cosas y después de firmar unos papeles y mandar unos correos a mis socios voy a la cocina en dónde me dicen que aún le queda un poco a la comida
- Trae dos platos a la habitación de Atenea cuándo esté, cenaré con ella - asiente
Subo las escaleras y antes de entrar miro la hora, seis y media, me da tiempo de cambiarme de ropa. Me he puesto como tradición o norma personal estar siempre a las siete para Atenea, por ahora llevo dos semanas cumpliéndolo.
***
- Buenas diosa - le hablo al entrar, está mirando por la ventana el jardín, esto es un avance
Cuándo se gira para mirarme tiene los ojos rojos al igual que la nariz, ha estado llorando. Camino hacia ella y me quedo delante de ella mientras nos miramos a los ojos, no me muevo ni un milímetro por qué no sé si se sentirá cómoda, pero todas mis dudas se van a la mierda cuándo me abraza y apoya la cara en mi pecho
- He recordado algo del secuestro en una pesadilla - llora y le acaricio el pelo
- Tranquila niña - susurro y la cojo en brazo para sentarme en el sofá y llevarla conmigo haciendo que quedemos medio acostados - ¿quieres contarme?
- No - susurra - ¿me cuentas otro recuerdo?
- Lo qué tu quieras diosa - hablo en voz baja ya que tengo mi frente apoyada en su cabeza y me escucha perfectamente
***
- Me gusta la relación de amistad que tienes con Romeo - se queda pensativa - con mi hermano
- ¿Quieres hablar con él? Aunque no sea hoy, llevas tres semanas sin hablar con él o con tus padres
- Tu les cuentas de mi
- No es lo mismo niña - le digo sentándome en el sofá mientras ella sigue recostada, suena la puerta y me levanto para abrirla - a cenar
- No tengo hambre
- Una pena que no haya preguntado - le guiño un ojo y cuándo dejan las cosas en la mesa nos volvemos a quedar solos - venga señorita, a la mesa
- Tu no me mandas, soy una Rinaldi - me quedo quieto de espaldas a ella y después me giro para ver que se levanta como una niña buena del sofá para caminar hacia la mesa, cuándo llega y ve que la observo se me queda mirando - me dijo Hope que te dijera así cuándo intentaras ordenarme algo
- Esa frase es muy tuya - susurro y carraspeo - a cenar
Me siento a su lado y me fijo en qué está mirando fijamente la lasaña, cuándo le da el primer bocado cierra los ojos y emite un sonido que me hace removerme
- Buen provecho Adonis - habla en voz baja - está deliciosa - la manera en que lo dice va a provocar que sufra un infarto a temprana edad
- Igualmente Atenea - hablo y la miro - come - me mira a través de las pestañas y sonríe de lado, no sé qué tan bueno es qué esté leyendo libros en la aplicación esa que descargó en la Tablet que le compré
Capítulo de regalo💚💜
El viernes más 🥳
Nos vemos bombones, un besazo
ESTÁS LEYENDO
Los Dioses Del Averno [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]
Novela Juvenil¿Los finales felices existen? Atenea lleva enamorada desde los quince años del mejor amigo de su hermano Pero no todo es tan fácil Adonis es el próximo heredero de la mafia Griega y de la Bratva ¿Podrán conseguir estar juntos después de luchar co...