Los Dioses Del Averno [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]

Capítulo 26

ADONIS

El trabajo me agota 

Cuándo heredé las dos mafias me puse feliz pero después de unos años estoy harto de no poder tener vida social por culpa del trabajo 

Me gusta mi vida y se que si no tuviera todo el dinero que tengo gracias a las mafias no la podría tener pero necesito tomarme unas vacaciones como un humano normal 

Atenea está durmiendo tapada con una pequeña manta a mi lado en el asiento del avión y yo sigo arreglando cosas de la empresa y de las mafias, tengo que ir a la empresa en Grecia para algunas reuniones, otro problema más que me ocupa espacio en la vida, pero de alguna manera hay que lavar el dinero. 

Cree Götter el mismo año que heredé las mafias, es una empresa farmacológica que se ha convertido en una de las mejores de la ciudad

Miro a mi diosa y sonrío, el nombre de la empresa es claramente una indirecta para ella, la traducción de la palabra Götter es Dioses, y sabía que en algún momento eso íbamos a ser, no me importaba tener que esperar los años que hicieran falta sabía que tarde o temprano íbamos a estar juntos.

***

Vuelvo del baño y veo a Atenea despierta y mirando las cosas que están encima de la mesa, sonrío por qué sé que quiere saber todo sobre los negocios para ser parte de ellos. 

Me siento y me mira, le sonrío y beso su frente. Empiezo a contarle así por encima un poco todo lo qué estoy haciendo y ella escucha atentamente haciendo alguna que otra pregunta que le respondo con gusto

- Te quiero - susurra y le doy un pico tras otro haciendo que se ría cuándo termino de explicarle todo 

- Y yo a ti niña - apoyo mi frente en la suya - nunca dejes de sonreír como lo haces, que este mundo no te amargue como a tu hermano y a mí 

- Cuándo estoy contigo siempre sonrío - susurra y un escalofrío recorre mi cuerpo, con mi trabajo, no sé si podre estar siempre para ella. 

***

Aparco el coche en la entrada de la mansión y antes de poder bajarme ya veo a Iris salir corriendo de casa y a Atenea del coche. Las dos tienen la misma edad y siempre se han llevado bien, a mí me venía bien cuando eran más jovenes por qué siempre la tenía por casa en verano. 

- Te he extrañado mucho - grita Iris 

- Tengo tantas cosas que contarte 

- Hoy haremos una fiesta de pijamas en mi habitación y hablaremos toda la noche 

- ¿Qué? No - hablo cuándo llego junto ellas - ¿No podéis hablar por el día? - me quejo 

- No seas pesado - habla mi hermana pero paso de ella 

- Mañana duermo contigo - me sonríe Atenea rodeándome por el cuello - solo es una noche, después el resto son todas para ti

Asiento desganado y me acaricia la nuca para después darme un pequeño beso, entrelazamos nuestras manos y entramos los tres dentro de la mansión. 

- Tiempo sin venir por aquí - habla Atenea a mi lado y le doy un beso en la cabeza, el mes que pasó aquí no fue el mejor de todos. 

- Dejad todas las cosas en mi habitación - hablo a mis hombres y me quedo observando a Atenea con dulzura - volveré para la hora de la cena, tengo trabajo toda la tarde - intenta  hablar pero la interrumpo con un beso corto en los labios - mañana ya empiezas a trabajar conmigo, hoy voy yo solo para que te acomodes en casa y estés con mi hermana.

- Vale - dice de mala gana y sonrío dándole un beso que ella alarga abrazándome por el cuello y profundizándolo 

- Nos vemos diosa - le guiño un ojo y salgo 

Vuelvo a subirme al coche y conduzco hasta la casa que tengo en mitad del bosque 

- Has tardado griego - habla la mujer que está delante de mí 

- Lo siento bonita no me he podido librar antes, mucho trabajo.