Los Dioses Del Averno [#2 Trilogía Herencias Peligrosas]

Capítulo 20

ATENEA

- Ese hijo de puta - susurro mientras sigo con su brazo

- Acabaré con él - dice y sigo con lo qué estaba

- Listo - le pongo una venda y tiro todas las gasas de sangre a la basura

Me abraza por detrás y me quedo mirando para él a través del espejo, miro su brazo y cierro los ojos por la rabia que tengo en el cuerpo ahora mismo

- Estoy bien - susurra poniendo su cabeza en mi hombro

- No me gusta verte herido - suspiro acariciándole el brazo que rodea mi cintura

Me gira haciendo que me quede mirando para él. Me acaricia la mejilla y cierro los ojos disfrutando de su tacto

- Todo estará bien

- ¿Y si un día no vuelves?

- Siempre lo haré

Asiento intentando autoconvencerme, lo abrazo por la cintura y me quedo allí apoyada un rato escuchando su corazón

- Tenemos que hablar sobre como vamos a hacer a partir de ahora, no me quiero esconder como hicieron tus primos, quiero ir de frente y decirle la verdad a mi mejor amigo y a mi segunda familia

- Estoy de acuerdo - asiento acariciándole la mejilla - hoy solo están mi hermano y mis padres ¿Muy pronto?

- No lo sé - afirma medio asustado - dúchate que para eso venias y te espero abajo, van a desconfiar

***

Justo cuándo termino de ducharme se escucha un ruido fuerte en la planta de abajo y me visto rápido para salir corriendo, otro ruido se vuelve a escuchar y veo como sale humo de la entrada. Mi hermano y mis padres están corriendo hacia la entrada pero a Adonis no lo veo, hay mucha gente corriendo por la casa y el jardín pero no lo veo por ningún lado.

- ¿Dónde está Adonis? - pregunto a mi madre pero no me escucha solamente se acerca a un hombre herido para ayudarlo - ¿Qué dónde está Adonis? - grito y ahora sí me escucha la gente, Romeo me mira y alza los hombros para después salir corriendo hacia fuera

Empiezo a hiperventilar cuándo todo lo qué veo es humo y sin poder aguantarlo cuando se escucha otra explosión caigo al suelo de rodillas

Me está dando un ataque de pánico, intento respirar profundamente pero no lo consigo

- Hija - mi madre corre hacia mí y me coge la cara con las manos

- Adonis - intento hablar - no está

- Aparecerá pero tu tienes que respirar - me habla tranquilamente - recuerda quien eres, para lo que te han entrenado - asiento con dificultad

Me pongo de pie y después de beber un poco de agua que me da mi madre me recojo el pelo para salir ahí fuera a ver que pasa, pero justo en ese momento mi padre y mi hermano llegan con Adonis que no deja de toser

- Oxígeno- grita mi madre y uno de nuestros hombres va hasta la sala preparada para las heridas de los Rinaldi

Corro hasta él y cuando lo sientan en el sofá caigo de rodillas delante suya

- Ey - le hablo pero está desorientado, traen el oxígeno y le pongo la mascarilla mientras me quedo allí de rodillas

Después de unos minutos ya respira mejor, abre los ojos que mantuvo cerrados todo el tiempo y me mira acariciándome la mejilla que por primera vez noto que está húmeda por mis lágrimas

- No puedes darme estos sustos

- Lo siento diosa - habla y sin importarme nada me abrazo a su cuerpo dejando salir todas las lagrimas

- ¿Me explicáis esto? - pregunta Romeo y cuándo lo miro está con cara de enfado

- Cuando pueda ponerme de pie por si acaso me quieres pegar - habla Adonis y yo gruño mirando a Romeo

-Si le pones una mano encima te la corto - lo desafío con la mirada y él hace lo mismo

- Ya hablaremos