- ¿Qué vas a acompañar a Hudson dónde? – pregunta Lara desde la cocina de mi apartamento.
- A una fiesta de EPSN- le digo por cuarta vez. Lara sigue sin podérselo creer, me ha dado la mirada de " no puedes estar hablando enserio" varias veces y sinceramente, la entiendo.- Deja de mirarme asi, Lara. No he matado a nadie.
Lara camia en mi dirección con la caja de pizza que recién ordenamos y se sienta de golpe en los cojines que hay en el suelo del apartamento, es lo más parecido a un sofa. Apenas tengo decoración en mi apartamento, me mude hace dos meses, sin embargo, no he podido conseguir algo que se ajuste a mi presupuesto. Apenas me alcanza para cubrir la renta y comprar mis cosas básicas.
Lara resopla y abre la caja.
- Phoenix, es algo realmente extraño. Odiabas a Hudson hace unos meses, no entiendo que paso- Me mira con los ojos perplejos- ¿acaso te gusta?
Empiezo a toser frenéticamente, la pizza que estaba por llevarme a la boca, cae en la caja nuevamente y me obligo a tomar del agua que hay en la mesa.
- ¡Por dios, Lara! ¡Obviamente no! – Le digo frenéticamente – aun cuando me cueste admitirlo, es un buen tipo, además de que nos hemos hecho cercanos porque me enseña Frances, nada más.
Lara me regala una mirada cargada de incredulidad y resopla.
- Lo cierto es que, él si siente algo por ti y lo sabes, Phoenix – Me señala - ¿Por qué no le das una oportunidad?
- Tú no sabes eso- la acuso. Lara rueda los ojos y sigue comiendo de su pizza. – Además, ¿olvidas que Aspen está esperando su bebe?
- ¿Y eso que?
- Pues que probablemente quieran intentar algo
- ¿y tú olvidas lo que te grito en el gimansio?, toda la universidad sabe que ese bebé fue un error y que Hudson no está dispuesto a intentarlo con ella.
De repente, los recuerdos de Aspen en el gimnasio la semana pasada vienen a mi cabeza. Aspen había salido de ahí como un demonio y sinceramente, y no había preguntado más sobre el tema; tampoco es que hubiera tenido mucha oportunidad, apenas había visto a Hudson en lo que va de la semana.
Sus entrenamientos estaban siendo más constantes, la pelea se acercaba y entre los entrenamientos, la universidad y su vida social, apenas habíamos hablado. Mis clases de francés se resumían a encuentros después de entrenar y muy de vez en cuando, encuentros en Wendys.
- Dudo que Hudson quiera intentar algo con alguien más – me enojo de hombros
- Contigo si- Lara responde- Todos en la universidad lo saben, Phoenix. Solo no quieres darte cuenta de lo que está enfrente tuyo.
- Suficiente, Lara. Hudson es Hudson y jamás va a cambiar. No quiero un royo de una noche y nada más.
- No seas santa, Phoenix. Hudson esta bueno, deberías tírartelo y ya está. Te aseguro que si eso pasa, tendrás al hombre como un perro, aun cuando ya lo tienes.
Estoy por contestar, sin embargo, el timbre del apartamento suena. Ambas miramos en esa dirección confundidas. Era viernes, ocho de la noche y sinceramente, yo no estaba esperando visitas.
Me levanto para mirar por el ojillo de la puerta y me llevo una sorpresa cuando no veo a nadie, sin embargo, hay dos globos flotando. Abro la puerta rápidamente y mi vista cae rápidamente en lo que sujeta los globos. Es una caja decorada con un moño.
Lara me empuja rápidamente y toma la caja. No tengo tiempo de protestar cuando ella chilla emocionada. Mi celular suena en la parte trasera de mis shorts y lo tomo, aun mirando a Lara y el contenido de la caja.
"No quiero que lo tomes como un compromiso pero, pensé que quizá no tenías nada que usar ese día, ojos bonitos. Especialmente diseñado para ti"
- Hudson
- ¿Y que no está enamorado de ti? ¡mis tetas, Phenix! – Grita Lara cuando ve el mensaje.
Y yo sinceramente, sigo confundida mirando el vestido.
****
Jamás pensé que lo diría pero, estoy realmente emocionada. Del tipo de emoción que sientes cuando santa viene en navidad o sinceramente, del tipo de emoción que te hace sonreír como boba.
He pasado mi examen de francés con una nota bastante buena. Era mi último examen del semestre y lo había pasado con 5. Quiero compartir mi alegría con Hudson, es por eso que voy caminando entre los pasillos rápidamente mientras que pienso en si es buena idea invitarlo a una hamburguesa de Wendys como celebración y agradecimiento por el vestido para la fiesta.
Mis ojos enfocan a Evan a lo lejos y a su lado esta Hudson hablando con dos chicas en el cesped, trato de no rodar los ojos, sin embargo, es imposible. Siempre estaba rodeado de mujeres, y cuando digo siempre, era siempre. Parecían sus mascotas.
Pego un pequeño saltito antes de echarme a correr en su dirección y montarme en su espalda. Confundido, él se paraliza y solo falta un segundo para que todo se salga de control. No se cómo termino tirada en el suelo, con mi falda a media pierna y Hudson encima mío, agarrándome las manos.
Sus ojos se suavizan cuando se da cuenta que soy yo y el agarre de sus manos cede significativamente, rápidamente trato de empujarlo fuera de mi cuerpo pero él tiene otros planes, se acomoda entre mis piernas mientras sonríe de manera coqueta.
- Lo siento ojos bonitos, espero no haberte lastimado - Murmura suavemente.
- ¿Por haberme tacleado o por permitir que la mitad de la universidad vea mi ropa interior? – pregunto aun debajo de su cuerpo.
Hudson rápidamente baja la mano hacia mi pierna y la siento caliente. Él sonríe mientras que acomoda mi falda, de tal manera en que mi ropa interior no queda visible y vuelve a acomodarse entre mis piernas.
- Me gustan los flamencos – Murmura Evan, riendo.
Y es ahí cuando caigo en la realización de que no estamos solos. Estamos en la mitad del campus y Hudson esta encima de mí. Vuelvo a pelear por mi espacio, sin embargo, él nos hace rodar, de tal manera de que quedo sentada encima de su cuerpo.
Puedo sentirlo. Puedo sentir cada centímetro de su cuerpo y otras cosas que no quiero mencionar. Trato de apartarme, pero el me agarra de las caderas, obligándome a estar ahí. Sus ojos se encuentran con los míos y casi como una súplica, me pide que permanezca en el mismo lugar.
Y sé que debería estar enojada o incomoda, pero no lo estoy. Es como si cuerpo estuviera acostumbrado a su presencia o tenerlo asi. Las palabras de Lara vienen a mi cabeza y después de todo, pienso que no es mala idea, o no del todo.
Mi cabeza voltea en dirección a Evan y sonrió cuando veo la cara de incomodidad de las dos chicas presentes.
- Lástima que yo no pueda decir lo mismo de tus boxers de batman- me burlo.
Hudson suelta una risa debajo de mí mientras acaricia mis piernas de arriba para bajo con las palmas de sus dedos.
- Y tú- lo señalo- gracias, he pasado el examen de Frances con cinco.
- ¡En hora buena, ojos bonitos!
Y quizá es mi emoción, o simplemente soy yo, tentando mi suerte pero lo siguiente que hago es tomar las manos de Hudson entre las mías y le planto un beso en la izquierda. Sus ojos me miran confundidos pero aun asi, me regala una sonrisa pequeña.
- Gracias por el vestido y mis lecciones de Frances, Hustiton.
****
¡Espero que les guste!
Phoenix va soltándose un poquito.
ustedes que dicen, ¿caerá ante Hudson?
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Hudson Ford: El inicio
Ficção Adolescente¿Quien es Hudson Ford? Libro #1 de : HUDSON FORD. Todos los derechos son reservados. Historia registrada