Capitulo 2

20K 1K 182
                                    

La castaña suspiro al escuchar el timbre de su celular sonar, y con su mano derecha busco a ciegas en la mesita de noche, casi tirando la lámpara y un marco de fotos en el intento de contestar su teléfono y que Lauren no se despertara.

Diga –una cansada y somnolienta Camila contesto a las tres de la madrugada.

Lo siento por molestar Señorita Camila, pero hubo un pequeño problema.

–¿Qué clase de problema? –pregunto en un susurro para que su esposa no escuchara.

La miro de reojo y una sonrisa se formó en sus labios al ver a la hermosa mujer acostada a su lado, estaba boca abajo y su espalda desnuda brillo con la tenue luz de la luna que entraba por la ventana, con una fina sabana cubriendo de su cintura hacia abajo.

Dios, como amaba a esa mujer.

Después del largo día de trabajo, y una corta visita a casa de los padres de Lauren, Camila pudo recuperar un poco de sueño... o eso fue hasta que Lauren se metió a la cama con nada más que un blusón que a penas cubría su trasero, dejando a la vista sus largas piernas. Creo que fue bastante obvio lo que ocurrió después, por lo tanto lo omitiré.

Al parecer encontramos al tipo qu... ¡oye! –Escucho como la voz de Tristán comenzaba a discutir con la de una chica.

Dame eso niñita, con razón no entraba la maldita llamada –la voz de su amiga discutía con el chico nuevo al otro lado de la línea de fondo–. Escucha Cabello, necesito que levantes tu perezoso trasero de esa cama y vengas de inmediato.

¿Tú no te puedes encargar? –pregunto en un bostezo, se asustó y estremeció a la vez al sentir el brazo de su esposa rodear su cintura mientras se pegaba más a ella, escondiendo su rostro en su cuello he inhalando profundamente. Como si le pidiese quedarse.

Camila sabes que si Alejandro se entera que he estado tomando decisiones en tu lugar me mata, levántate ahora mismo de esa cama, ponte algo de ropa y ven aquí de inmediato. O si hace falta vente desnuda. ¡Pero ya!

De acuerdo, de acuerdo, voy para allá.

Y sin más que decir termino la llamada, miro a su esposa y quito suavemente su brazo de su cintura. Se levantó de la cama con el más mínimo sonido posible. Tomo lo primero que encontró en su armario, algo que no llamara la atención a altas horas de la madrugada: Unos jeans grises, sus botas de combate y una sudadera negra. Guardo su celular y se acercó para dejar un suave beso en los labios de su esposa. Esta se removió un poco en su lugar y termino abrazando a la almohada, en busca del contacto de Camila a su lado. La castaña sonrió y salió de la habitación sin hacer el más mínimo ruido, ya era una experta en eso.

Cuando cerró la puerta y se giró en sus talones se congelo al ver la tierna imagen de su hija en pijama, abrazando su unicornio de peluche y tallando sus verdes ojos. Al parecer se dirigía hacia la habitación de sus madres.

¿Qué pasa cariño? –pregunto Camila en un susurro acercándose y cargando en brazos a su pequeña.

Hay un monstruo debajo de mi cama, mami.

–¿Un monstruo?

¿Cómo es que esa niña podía ver películas de terror con Lauren Jauregui pero temía de un monstruo debajo de su cama?

Su teléfono comenzó a vibrar nuevamente en uno de sus bolsillos traseros, claramente seria Dinah apresurándola.

Si, además tuve un sueño feo –concluyo abrazando a su madre por el cuello.

El Matrimonio Perfecto -CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora