Una semana había pasado.
Una semana después del disparo hacía Normani que impacto en su chaleco, y ahora estaba de vuelta al trabajo.
A días de Halloween.
Una semana en que Camila y Dinah no podían dormir pensando en la manera de recuperar la mercancía perdida, antes de que Jason se encargará, o peor, Alejandro se enterará.
¿Qué había de especial en este día? Emily había insistido toda la semana pasada en tomar clases de ballet, ganándose la total atención de sus madres en esa noche. Camila con la cabeza en los sucios negocios que tanto había intentado dejar, y Lauren en el nombre de Simon Cowell.
Emily nunca les contó la verdadera razón por el tan repentino interés en la danza, que en realidad Rachel Mahone había comenzado a tomar clases, y ella no se quería quedar atrás. La pequeña también quería mostrar a las demás niñas de su clase que podía levantarse de puntillas, pues la última vez hizo el ridículo y todos se burlaron.
Y ella también quería amigos.
Camila se encargó de conseguirle todo lo necesario para sus clases, su entusiasmo se desprendía hasta por los poros. Su esposa encontraba adorable la manera en que Camila y Emily la arrastraban a cada tienda y compraban accesorios de diferentes colores, al igual que leotardos, moños, mayas, y zapatillas de ballet. Lauren la inscribió en una buena escuela de danza. Busco en internet la mejor de Miami y sin importar el costo, inscribió a la pequeña Emily.
Y ahora ambas estaban ahí, sentadas en la sala de espera para padres. La primera clase de ballet de Emily terminaba en cinco minutos, y aunque el silenció gobernaba la gran sala llena de otros padres esperando a sus hijos, la verdad era que la pareja se encontraba realmente ansiosa por saber de su pequeña.
Se veía tan adorable con su tutú rosado, y leotardo negro al salir de casa.
–¿Crees que le gusté? Tu sabes... las clases... –Lauren mordía sus uñas nerviosa.
–Nos lo dirá cuando salga Lern –Camila se veía más tranquila que la ojiverde, y eso la confundía bastante: usualmente era al revés–. Lo que me preocupa es que termine teniendo mis dos pies izquierdos, eso sería una muy mala suerte.
El comentario hizo reír a Lauren, recordando las constantes caídas de su esposa en numerosas ocasiones. Camila logrando lo que quería al escuchar la risa de la ojiverde, al disminuir sus nervios con su humor. La castaña entrelazo sus dedos con los de Lauren, y dejó un suave beso corto en sus labios.
La verdad era que al hacer la muestra de afecto, sentían como todos los pares de ojos se detenían en ellas. Lo confirmaron de inmediato, pues la mayoría de las mujeres las miraban con desaprobación en su mirada, otras parecían solo ignorar la situación.
–Creí que esta escuela tenía mucho prestigio, de saber que dejaban entrar a este tipo de gente no inscribía a mi hija aquí –una mujer de mediana edad "susurraba" a su amiga, claramente lo hacía con la intención de que ambas chicas la escucharán.
La mujer era de tés morena, su cabellera negra le llegaba por los hombros, y tenía una pequeña abertura entre sus dientes. Su atuendo demostraba que trabajaba en algún área ejecutiva, tal vez secretaría de alguien. Y su forma de cruzar las piernas era de la típica mujer superficial.
Lauren sujeto con más fuerza la mano de su esposa, resistiendo las ganas de levantarse a darle un golpe a la mujer. Sintió las suaves caricias que Camila hacía con su pulgar para tranquilizarla, en ocasiones era inevitable toparse con gente así.
–¿Te imaginas que nuestros hijos vean eso? ¿Qué dirán? ¿Qué ejemplo será este? –parecía que no podía mantener la boca cerrada–. Le he dado a mi hija buenos valores, y me niego a que se haga esta idea. Hoy mismo hablaré con la maestra.
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El Matrimonio Perfecto -Camren
Fanfiction"La cuestión es... que a veces las cosas parecen malas y no lo son. A veces hay otra explicación para lo que está pasando." "¿Y si esa explicación es incluso peor?" Esta novela es 100% mía, espero les guste