Kao se pasó la mano por la cara, el sol que entraba por la ventana lo había hecho despertar, eso y la presión que sentía en su vejiga, abrió los ojos lentamente siendo más consciente de su alrededor, dándose cuenta que tenía a Gulf con la mitad de su cuerpo sobre él, cosa que no le molestaba sino le causaba gracia porque él mismo lo estaba abrazando posesivamente, como si no quisiera que se apartara de sus brazos, tanto que por un segundo se imaginó despertando todas las mañanas de esa manera, con aquel hermoso pelinegro enredado en su cuerpo después de haber tenido una noche apasionada como la anterior, porque eso había sido, una noche llena de pasión y entrega, la primera vez había sido intensa, salvaje, pero la última todo fue pasivo, reconociendo cada una de las partes de su cuerpo, podría decirse que mágica, suspiro y trato de salirse del abrazo apretado en el que se encontraba, tenía una cosa que atender urgentemente.
—No, quédate—, hablo dormido Gulf no queriendo dejarlo ir.
—Me encantaría, pero hay un llamado de la naturaleza que no puedo dejar pasar—, susurro devuelta quitando el brazo de su pecho.
— ¿Vas a volver?—, pregunto con los ojos cerrados dejándolo libre.
—Puede ser—. Beso su mejilla para meterse en el baño y aliviar su vejiga, al terminar se lavó las manos y se miró al espejo, esta vez no habian mas marcas en su cuerpo pero aun podía sentir el toque de las manos de Gulf en su piel, era como si lo hubiera marcado a fuego, se miró a los ojos y el hombre que le devolvía la mirada en aquel espejo no se parecía en nada a él, había una sonrisa pintada en sus labios que por lo general no estaba allí, miro hacia la puerta y suspiro, por más que quisiera regresar a la cama con su acompañante no podía, debía enfrentar las consecuencias de sus actos, su padre lo más probable es que estuviera despierto y lo mejor que podía hacer era ir hablar con él lo antes posible, asi que se metió a la ducha con la esperanza de que el pelinegro en su cama se diera cuenta de su ausencia y se uniera a él, cosa que no sucedió.
Al salir se encontró con una imagen que lo hizo sonreír como un bobo, Gulf había sustituido su presencia en la cama por una almohada que ahora abrazaba celosamente como si su vida dependiera de ello, dormía tan profundo que no se dio cuenta del momento que se cambió y se paseó por la habitación recogiendo sus cosas, aunque lo cierto es que hizo todo aquello con el mayor sigilo que pudo para no despertarlo, una vez que estuvo completamente listo se acercó a la cama y le susurro en el oído —Nos vemos después mi pequeño Nong—. Beso su mejilla y salió rumbo al despacho de su padre en casa.
El sonido de la puerta cerrándose fue lo que hizo que Gulf por fin regresara de la tierra de los sueños, estaba algo desorientado, pero poco a poco se fue ubicando en donde estaba y que estaba abrazado a una almohada, sin rastro de Kao en la habitación, prestó atención para ver si estaba en el baño y al no escuchar nada se encogió de hombros pensando que quizás había ido por algo de desayunar mientras él dormía, se estiro un poco entre las sabanas y sintió un pequeño dolor en los músculos de su cuerpo, cosa que le recordó todo lo que había pasado la noche anterior, no se arrepentía de nada, la forma en que Kao lo había besado, acariciado y hecho sentir no se podía comparar con nada.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño dándose cuenta de que su acompañante tenía poco tiempo de haberse ido, si se hubiese despertado antes quizás lo hubiera acompañado en su baño, se miró la mano y allí aún estaba el anillo que el pelinegro le había dado, era un fin de semana de locos que no estaba siendo como lo habian planeado, todo lo que una vez pensó que sucedería había dado una vuelta de 180 grados, lo que había comenzado como una mentira, se estaba convirtiendo en algo real, estando allí debajo del agua no podía negárselo a sí mismo, sentía algo por Kao, siéndole más que evidente que era correspondido porque si no hubieran hecho el amor de aquella forma la noche anterior.
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Amor Oculto Entre Discusiones
FanfictionEllos se conocen desde la adolescencia, pero nunca se han llevado bien, a ambos les encanta hacer rabiar al otro con sus ingeniosos comentarios, pertenecian al mismo grupo de amigos y todos ya estaban acostumbrados a que se llevaran como perros y ga...