Ellos se conocen desde la adolescencia, pero nunca se han llevado bien, a ambos les encanta hacer rabiar al otro con sus ingeniosos comentarios, pertenecian al mismo grupo de amigos y todos ya estaban acostumbrados a que se llevaran como perros y ga...
El tiempo se había ido en preparativos para la boda, consultas prenatales, peleas y reconciliaciones sobre cualquier cosa que se les ocurriera a Kao y Gulf para no estar de acuerdo, hasta que por fin llego el gran día, más tarde de lo que habian pensado pero ya estaban a tan solo unas horas de unir sus vidas en matrimonio.
El lugar elegido para la ceremonia era el mismo en donde empezó todo, la casa de vacaciones de los Noppakao, la cual en esos momentos parecía zona de guerra, personas iban y venían de un lado a otro, sus voces se perdían entre otras, hasta tenían que gritar para que pudieran hacerse notar las indicaciones que daban.
— ¡Por Dios Gulf!, ¡Tienes que levantarte!—, gritaba desesperado Game a la puerta de la habitación del pelinegro, había sido el asignado para la tarea titánica de hacer que dejara la cama, con el embarazo había desarrollado el habito de dormir muchas horas, pero ese día no se podía dar el lujo de eso.
—Ya casi toda esta listo, las sillas ya fueron colocadas en su sitio y los invitados comenzaran a llegar dentro de dos horas—. Ese era Prem que venía llegando por el pasillo marcando cosas en una lista que tenía.
— ¿Alguien ha visto mi bolso?—, pregunto ahora un histérico Gun subiendo las escaleras.
—Lo más probable es que este en la habitación con el resto de cosas que te empeñaste en traer, ¡prácticamente mudaste medio armario!—, dijo Game impaciente con su amigo que iba armar un drama por nada lo más seguro.
— ¡Es que no entiendes!, allí están mis accesorios y si no los tengo no puedo salir a la boda, vamos a tener que cancelar—. Agarro a su amigo de los brazos y lo comenzó a mover de un lado a otro en desesperación.
—Gun déjalo que lo vas a marear—. Lo aparto Prem viendo como Game comenzaba a ponerse colorado.
—Pero, ¿y mi bolso?—. Hizo un puchero.
— ¡Lo encontré!— Mix grito desde el pie de la escaleras —Lo habías dejado en el auto—. En ese momento los otros dos suspiraron aliviados porque no estaban para estar lidiando con una de las crisis de su amigo al no encontrar sus cosas.
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Entre tanto en una de las habitaciones estaba Kao encerrado hasta que llegara la hora de la ceremonia, sus padres habian sido firmes en que debían estar separados hasta que llegara el momento y por eso los habian hecho dormir en habitaciones distintas, cosa que lo tenía con los nervios de punta, ya se había acostumbrado a dormir con su novio y a estar allí todas las mañanas para ayudarlo a salir de la cama.
— ¿Estás seguro de lo que vas hacer?—, pregunto Boun sacándolo de sus pensamientos.
— ¿A qué viene esa pregunta?— Kao lo miro extrañado —No me vengas ahora con que crees que Gulf no es el indicado para mí.
—Nada de eso, sé de sobra que se quieren... A lo que me refiero es que si no es demasiado rápido todo, pasaron de pelear a amarse en tan solo un fin de semana, dejaron de verse por un mes, se reconciliaron en tres semanas en las cuales le pediste matrimonio, se fueron a vivir juntos teniendo varios desacuerdos, el bebé no ha nacido y están a punto de casarse, ¿no te da miedo despertar un día y darte cuenta que no son el uno para el otro?—. No es que no creyera en el amor de la pareja, pero debía estar seguro de que eso era lo que quería su amigo, después de que dijera el sí quiero no había vuelta atrás, sabía que los Noppakao se casaban para toda la vida, un divorcio seria como un fracaso para ellos.
