Sorprendentemente, Hyunjin estaba tranquilo en la clase de matemáticas el miércoles. El inevitable golpeteo de su bolígrafo contra mí lo hizo solo una vez, y era para recordarme que los únicos planes que tenía después de la escuela eran con él.
Sí, lo que sea, como si pudiera olvidarlo.
En clase de biología, como el día anterior, la mirada aguda del Sr. Bang seguía yendo hacia mí. Sabía que él vio el rastro, y no tenía ni idea de en qué estaba pensado.
Hyunjin no había mencionado si él y Yeji le habían dicho a los otros Luxen. A lo largo del día anterior, varios profesores me habían dado miradas raras. Hoy, pasé junto al entrenador en mi camino a la cafetería, él paró en el medio del pasillo y me miró de arriba abajo. O era un pervertido o era un alienígena. O ambos, lo que nos daría una combinación ganadora.
Mientras estaba en la cola del almuerzo, hice todo lo que estaba en mi poder para no mirar hacia atrás en la cafetería. Mirando la comida, caminé hacia adelante y casi reboté en la espalda de una montaña andante.
Seonghwa Park se dio la vuelta y miró hacia abajo. Sonrió cuando me vio.
—Hola, Felix.
Le pasé mi dinero a la cajera y me giré hacia Seonghwa.
—Lo siento por eso.
—No hay problema.
Me esperó al final de la cola con su plato lleno de comida. Él comía casi tanto como Yeji.
—¿Tienes alguna idea de sobre qué estaba hablando Monroe en trigonometría? Juro que era un idioma diferente.
Considerando que pasé la mayor parte de la clase ignorando al chico que estaba detrás de mí...
—Ni idea. Espero que alguien haya tomado notas —moví mi plato—. ¿Tenemos un examen la próxima semana, verdad?
Seonghwa asintió.
—Justo antes del juego, también. Creo que Monroe hace eso a...— Alguien se interpuso entre nosotros para agarrar una bebida, forzándonos a separarnos un paso el uno del otro, lo cual no era necesario ya que cualquiera podría haber caminado fácilmente alrededor nuestro. Cuando inhalé el aroma fresco, me di cuenta de quién era.
Hyunjin cogió un cartón de leche fuera del mostrador y lo pasaba de una mano a la otra. Dándome una mirada indescifrable, se giró hacia Seonghwa. Los dos tenían la misma altura, pero Seonghwa era mucho más fornido. Pero, aun así, Hyunjin daba más vibras de chico malo.
—¿Cómo estás Seonghwa? —le preguntó, pasando el cartón de nuevo parpadeando mientras retrocedía, Seonghwa se aclaró la garganta.
—Bien. Estoy bien, dirigiéndome a mi eh, mi mesa —me miró nervioso—. Te veo en clase, Felix.
Con el ceño fruncido miré a Seonghwa tropezándose con sus propios pies para llegar a su mesa. Volteé hacia Hyunjin.
—¿Y bien?
—¿Estabas planeando sentarte con Seonghwa? —preguntó, cruzando los brazos sobre su pecho.
—¿Qué? No. —reí—, estaba planeando sentarme con Chenle y Chaeryong.
—Al igual que yo —intervino Yeji, apareciendo de la nada. Ella balanceaba un plato en una mano y dos bebidas en la otra—. Eso es si crees que seré bienvenida.
—Estoy segura de que lo serás —miré a Hyunjin, pero él ya se estaba dirigiendo a su mesa. Me quedé parada ahí por un momento, confundido. ¿Qué diablos había sido todo eso? Ahí estaban los gemelos Choi y Yuna, todos apiñados. Algunos de los otros chicos estaban hablando. No tenía ni idea de si eran alienígenas o no. Hyunjin se sentó junto a ellos, sacó un libro y empezó a hojearlo. Yuna levantó la vista y no parecía muy emocionada.
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OBSIDIAN¹ [HYUNLIX]
JugendliteraturEmpezar de nuevo apesta. Cuando nos mudamos a West Virginia justo antes del último curso, ya me había resignado al acento raro, a tener mala conexión a Internet y a aburrirme como una ostra... hasta que vi al sexy de mi vecino, tan alto y con unos o...