Por supuesto que eso no significaba que iba a venir justo aquí, pero si había una posibilidad —una gran posibilidad —de que él lo hiciera. Suficiente como para que Yeji anduviera por la sala como un tigre enjaulado. Ella no tenía miedo, pero estaba lista para dar batalla.
—Si Baruck viene aquí, ¿Puedes pelear con él? —pregunté.
Yeji me dio una mirada dura. Ella era una persona totalmente diferente, parecía una ruda princesa guerrera. ¿Cómo es que nunca vi este lado de ella?
—No soy tan rápida ni tan poderosa como Hyunjin, pero si puedo detenerlo por mi propia cuenta hasta que Hyunjin llegue. —Mi estómago cayó. Detenerlo por su cuenta no era suficiente. ¿Qué pasaba si Hyunjin no llegaba aquí a tiempo? Yeji se detuvo frente a la ventana, sus delgados hombros se cuadraron. Me golpeó de una vez. Todo por lo que Hyunjin había estado preocupado se estaba volviendo realidad. Yo era una debilidad —una responsabilidad para Yeji. Yo no podía— no dejaría que eso pasara.
—¿Es mi rastro lo suficientemente fuerte para que él me vea dentro de tu casa?
Ella se detuvo. —No realmente.
—¿Qué hay del camino principal? ¿El bosque?
Hubo otra pausa. —No lo sé, Felix, pero lo detendré antes de que llegué a ti.
—No. Tengo una idea. —Caminé hacía adelante, casi chocando con el estante de películas—. Es algo loco, pero podría funcionar.
Sus ojos se entrecerraron. —¿Qué?
—Si tú haces mi rastro más fuerte, puedo definitivamente guiarlo lejos de aquí. No vendrá aquí y Hyunjin...
—Absolutamente no —dijo, dando vueltas a mi alrededor—. ¿Estás loco?
—Tal vez —dije mordiendo mi labio—. ¡Mira, es mejor que sentarte aquí conmigo cuando yo muy bien podría guiarlo justo a tu casa! ¡Y entonces ellos sabrían dónde viven! ¿Entonces qué? Nunca estarás a salvo, necesito llevarlos lejos de tu casa.
—No. —Yeji negó con la cabeza—. No puedo hacer eso. Puedo pelear...
—¡No hay nada más que puedas hacer! Yo no puedo luchar contra él. ¿Qué pasa si se escapa? ¿Qué tal si les dice a los otros dónde vives? — Las palabras de Hyunjin vinieron a mí.
Tú serás una debilidad para mí. Excepto que no estaba siendo su debilidad. Estaba siendo la de Yeji. No podía vivir con eso.
—Y yo seré una responsabilidad. Baruck lo sabrá. Tú tienes que quedarte aquí. Si Baruck nos encuentra juntas me usará para destruirte. El mejor plan es atraer a los Arum lejos y dejar que los chicos me encuentren en el campo y lo destruyan juntos.
—Felix...
—¡No tomaré un no como respuesta! ¡No tenemos mucho tiempo! — Me moví hacía la puerta, tomando mis llaves y el celular—. Ilumíname. Haz esa cosa loca de las bolas de luz. Parece que eso funcionó la última vez. Yo iré... ¡Iré a dónde fue la fiesta en el campo! Dile a Hyunjin que es ahí donde iré. —Cuando ella se quedó ahí, solo mirándome, grité—: ¡Hazlo!
—Esto es una locura. —Yeji negó con la cabeza, pero ella dio un paso hacia atrás, balbuceando. Un segundo después tomo su verdadera forma, su hermosa silueta se llenó de luz. Esto es una locura, su voz susurro en mis pensamientos.
Deje de pensar. —¡Apúrate!
Dos bolas de luz chisporroteantes se formaron en sus antebrazos. Ellas se dispararon alrededor de la habitación, haciendo que explotara la TV y las luces, terminó por rebotar en las paredes sin hacerles ningún daño. Los vellos de mi cuerpo se levantaron por la estática en el aire.
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OBSIDIAN¹ [HYUNLIX]
Teen FictionEmpezar de nuevo apesta. Cuando nos mudamos a West Virginia justo antes del último curso, ya me había resignado al acento raro, a tener mala conexión a Internet y a aburrirme como una ostra... hasta que vi al sexy de mi vecino, tan alto y con unos o...