𝟐𝟎

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Frypan y Minho arrastran a Winston por la colina de arena usando su cama improvisada.

—¿Cómo hicieron la cama? —, pregunta Remus con curiosidad, mirando al grupo acurrucado.

—Utilizamos las cosas que nos rodeaban y cualquier cosa útil que obtuvimos del centro comercial. —Minho responde rápidamente, agitando las manos mientras habla.

'Se ve bien hecho y firme'. Moody observa con voz ronca, mirando la cama improvisada.

—Bueno —, comenzó Newt. —Obtuvimos mucha experiencia con el trabajo manual en el Claro. Simplemente ponemos nuestros esfuerzos en buen uso.

Moody solo gruñó en respuesta.

Más adelante, el resto de los Habitantes del Claro suben la colina para continuar su viaje.

La arena les da en la cara y el viento hace que algunos tropiecen.

—Espera, Winston —, murmura Minho, mientras el grupo cruza la colina.

Ante ellos, un enorme puente se eleva en la distancia.

La mitad se ha roto, como si algo hubiera volado a través de él, pero el puente sigue en pie.

Al bajar por la colina de arena, Minho llama a Thomas para que lo ayude.

—Thomas. Agárralo de las piernas —, instruye Minho, señalando los pies de Winston.

—Lo tengo. Lo tengo. —Thomas los ayuda a llevarlo colina abajo a medida que se acercan a su lugar de descanso.

—¿Cuánto tiempo estuvieron en la quemadura? —, pregunta Emilia, con preocupación evidente en su voz.

Los supervivientes que estaban allí intercambian miradas, ninguno de ellos seguro. —Ni idea. 

Thomas se encoge de hombros. —Días, seguro.

Emilia se animó ante la respuesta. —¿Sin comida? ¿Agua?

—Teníamos agua, poca comida de la tienda. No fue tan difícil salir adelante ya que incluso en el Claro teníamos que racionar la comida entre todos. —Frypan explicó con indiferencia, como si lo que habían pasado fuera normal.

Que para ellos, lo era.

Mientras los Habitantes del Claro viajan a través de la tormenta de arena, muchos usan sus bufandas para cubrirse la cara y evitar que les entre arena en los ojos.

Ella entrecierra los ojos debajo de su bufanda, notando que Minho no tenía protección sobre su rostro.

Rápidamente extiende la otra mitad de su bufanda y la lanza sobre su hombro, haciéndole un gesto para que se cubra la cara con ella.

𝐀𝐌𝐀𝐙𝐎𝐍 | 𝐡𝐩&𝐭𝐦𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora