Capítulo 2

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Batman llamó a su pequeño avión negro, presionando un botón en su brazo con panel de control, y se subió en el para volar lo más rápido posible al centro de Gótica, mientras que superman voló a su lado a la misma velocidad hasta que ambos llegaron al edificio de Industrias Wayne donde estaría Nightwing enfrentándose en una violenta batalla con Bane. Sin embargo, para cuando llegaron la policía ya se encontraba en el sitio, pero esta no se mostraba preocupada en lo más mínimo. Tanto el murciélago como el hombre de acero se miraron sin comprender hasta que vieron a Nightwing salir con Bane esposado e inconsciente. Ellos se acercaron en el momento en el que el chico les daba Bane a la policía. Batman bajó del avión y caminó al lado de Superman hacia su hijo.

_ Batman, Superman... ¿qué hacen aquí?, _ dijo con una sonrisa. _  ¿qué pasó con el laboratorio de nuestro amigo Lex?

_ Tú... ¿venciste a Bane? ¿Solo? _ dijo el murciélago relamente impresionado. O al menos lo estaba, hasta que lo vio desviar la mirada. _ ¿alguien te ayudó?

_ Superman, hey ¿cómo has estado? _ dijo el pelinegro acercándose al nombrado. _ La primera vez que nos vimos no tuvimos tiempo para hablar, pero siempre quise conocerte. Admiro mucho tu trabajo.

_ ¿En serio? _ dijo con una radiante sonrisa llena de orgullo a lo que Dick asintió. _ Yo siempre quise conocer a las personas en las que este terco compañero mío confía.

Batman frunció su ceño molesto y le recordó que ellos no eran compañeros, pero fue ignorado deliberadamente por el alienígena, quien siguió hablando con el menor sobre sus métodos para capturar a los malos, mismos que resultaron ser iguales a los del más joven. También ambos se mostraron divertidos al notar el contraste entre su forma de vencer a los villanos con la que tenía Batman y como esto llegaba a exasperarlos un poco. Bruce, aunque estaba escuchando toda la conversación, no dijo nada y solo suspiró. Él no sabía si ellos ya habían olvidado que él seguía allí o no les importaba. Estaba por interrumpir su animada charla cuando el comisionado Gordon se acercó. Éste agradeció la ayuda de Nightwing y luego les comentó a los tres que este era el segundo robo de Bane. Leyó una lista de los artículos robados del edificio Wayne y luego preguntó si tenían alguna idea de para que podrían ser. Superman dijo que eran para una máquina. Batman preguntó entonces si podían interrogarlo. El comisionado aceptó y llevó a los tres a la estación de policía y preguntó quién lo interrogaria. Batman y Superman dijeron que ellos lo harían así que entraron a la sala de interrogatorio mientras el comisionado y Nightwing observaban detrás del vidrio unidireccional. Batman le tiró un balde de agua fría a Bane y este se despertó.

_ Habla. _ exigió Batman. _  ¿Qué planea el Joker? ¿Por qué Luthor lo está ayudando?

_ ¿Qué te hace pensar que Luthor es el que ayuda al payaso? _ dijo divertido.

_ ¿Dices que es obra de Luthor? _ secundó Superman. _ ¿para qué usaría la máquina?

_ Oh, no lo sé. ¿Por qué no se lo preguntas a él?

Batman tomó a Bane y estrelló su cabeza contra la mesa.

_ ¡Te lo preguntó a ti! _ Bane se recompuso y lo miró furioso. _ Habla mientras estoy siendo bueno contigo.

_ ¿Cuando aprenderás que no puedes intimidarme? Podrás romperme todos los huesos del cuerpo pero no obtendrás la respuesta que quieres. _ dijo haciendo apretar los dientes al murciélago aguantandose la rabia. _ ¿O planeas matarme si no digo algo que  quieras escuchar? ¿Ya olvidaste lo que le hiciste al Joker por tu amigo Thomas? ¿Piensas repetir la experiencia?

_ ¿De qué está hablando? _ quiso saber Superman, a lo que Batman solo guardó silencio. _ ¿Batman?

_ La prisión oscura donde naciste. _ comenzó a decir Batman mirando fijamente a Bane y apoyando ambas manos en la mesa muy cerca del detenido. _ No será nada comparado a donde pienso mandarte. La prisión de la que hablas, aunque oscura, estaba  rodeado de personas atrapadas ahí contigo. No las veías pero podías escucharlas, interactuar con ellas. La prisión a la que te enviaré estará muy bien iluminada, pero sin contacto humano alguno. Estarás solo. Verás el tiempo pasar en un ensordesedor silencio donde tarde o temprano no sabrás si ya habrá pasado una hora o una semana. No sabrás si es de día o de noche. No escucharás otra voz que no sea la de tus pensamientos. ¿Y lo soportaras?, sí. Un mes. Un año o dos. Pero con el tiempo te conveceras de que eres el único hombre en toda la tierra. Lo único que verás será el momento en el que algo o alguien te deja comida todos los días en una habitación blanca sin ventanas. Poco a poco tu mente se quebrará como nunca pensaste que volvería a hacerlo. Luego tú mente rota comenzará a crear personas imaginarias con las que hablarás por horas como si fueran reales. Luego crearás mundos que no existen y en los que tu escapas de esa prisión y me asesinas. Conquistas el mundo y quien sabe que más. Y será muy triste porque... la verdad es que seguirás encerrado en ese agujero de cuatro paredes bien iluminado, solo y sin saber distinguir lo que es real de lo que no lo es. Y esa, es la forma más aterradora de morir. Yo he visto la verdadera locura y solo un hombre sobrevivir a ella. Pero ¿sabes qué?, ese hombre no es al que voy a encerrar en ese horrible lugar, porque tú, te empeñas en tomar su lugar. Así que... si fuera tú me concentraría en salvar mi propio pellejo antes de salvar el de alguien que no estaría dispuesto a ensuciarse las manos para salvarme.

Inesperado Amor (Superbat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora