Capítulo 11

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Damián no había estado seguro al principio de ir con Deathstroke a buscar al doctor Destiny, y aunque lo odiaba profundamente por haber matado a su abuelo, debe reconocer que el hombre tiene métodos de interrogación interesantes. Luego de que ambos fueran a buscar a Lex Luthor a su edificio no lo habían encontrado ahí como esperaban, pero sí encontraron información útil para llegar a una persona que podía saber su paradero. El hombre que trabajaba en uno de los laboratorios de Lex y que Damián había interrogado a golpes les dio la dirección de todas las propiedades a su nombre. El menor de los Wayne y el mercenario fueron a todas las direcciones hasta que dieron con el empresario. Y aunque este estaba sorprendido de ver a su ex socio con Robin, se rehusó a hablar pese a las amenazas del menor que implicaban infligirle mucho dolor. Entonces Deathstroke propuso una forma diferente en la que podría obligar al hombre a hablar.

Deathstroke sostenía con una sola mano la pierna del hombre de cabeza al borde de un edificio de nueve pisos. El magnate se retorcía tratando inútilmente de calmarse ante la enorme distancia que lo separaba del suelo. Damián sonreía cada vez que el mercenario fingía soltarlo y este trataba de no gritar del susto, cuando la verdad el corazón se le quería salir del pecho. Si la persona que quisiera hacerlo hablar fuera un miembro de la liga o los aprendices de Batman, incluso Superman, sabría que ellos no le harían ningún daño real. Pero tratándose de Deathtroke la cosa era distinta. El mercenario podría matarlo si quisiera. Con o sin información.

_ Me estás haciendo perder el tiempo, Luthor. _ dijo Slade con cierta diversión en su voz. _ Será mejor que me digas dónde está el Dr. Destiny. Mi brazo está comenzando a cansarse. Sería una pena que te soltara por error.

_ Si lo haces no tendrás la información que quieres. _ dijo ya un poco mareado por la sangre que fue a parar a su cabeza.

_ Te equivocas. La información la obtendré tarde o temprano. Sí confiesas ahora solo facilitaría mi trabajo. Si no lo haces solo significaría que me demorare un poco más. ¿Entiendes lo que digo? _ Slade soltó al empresario haciendo que cayera del edificio, a lo que Damián se asomó al borde preocupado cuando vio que el hombre ya estaba llegando al suelo. Pero cuando iba a saltar en su ayuda, vio un par de robots atrapar al empresario antes de que tocara el suelo y llevarlo nuevamente a la terraza, dejándolo en el suelo, junto a ellos, temblando. _ ¿Y bien, Luthor? ¿Facilitaras mi trabajo o no?

Luthor estaba recuperándose del susto cuando miró a Slade con furia, pero al darse cuenta que el mercenario no estaba jugando, no tuvo más opción que decirle la ubicación donde el Dr. Destiny se estaba escondiendo. Slade dijo que los llevara con él, por lo que los tres fueron en auto hacia una fábrica abandonada a las afueras de Metrópolis. Se bajaron del auto y dejaron que Luthor guiara el camino. El lugar estaba lleno de máquinas para la fabricación de muebles y de habitaciones vacías, llenas de cajas o con objetos rotos y esparcidos por todos lados. Había pocas luces que funcionaban, telarañas en todas las paredes y uno que otro roedor corriendo por el lugar. En algún punto del camino, el mercenario y el prisionero se quedaron uno al lado del otro. Luthor no perdió tiempo y preguntó la razón que tenía para ayudar a la liga y los hijos del murciélago no obteniendo respuesta. Luego el empresario lo intentó de nuevo ofreciéndole una gran suma de dinero a cambio de que trabajara a su lado. Slade sonrió al escuchar esa suma de dinero, casi saboreando esa cantidad cuando Damián pateó a Luthor en la espalda haciendo que este cayera hacia adelante. El menor miró mal al mercenario y dijo. _ No hables con el prisionero. _ en tono de advertencia antes de ser él quien fuera al lado del empresario. Tardaron diez minutos recorriendo esa fábrica pero no llegaban hasta donde se encontraba el doctor por lo que Damián tomó al hombre por la solapa de su camisa y lo estrelló contra la pared. _ ¡¿Crees que soy estúpido?!, ¿dónde está el Dr. Destiny? _ exigió molesto llevando una daga a la garganta del hombre. _ Habla o te cortaré la lengua. _ La respuesta que obtuvo fue solo un gesto con la mano que señalaba una habitación al fondo del pasillo casi tan oscura como el resto de la fábrica. Damián miró a Slade y le hizo un gesto con la cabeza para que fuera a revisar. Él obedeció a regañadientes y se adentró en la oscuridad. Mientras tanto, Damián no se movió de donde estaba ni apartó la mirada de Luthor. _ Si me mientes te cortaré la garganta.

Inesperado Amor (Superbat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora