𓄸 𝕳𝖎𝖌𝖆𝖓𝖇𝖆𝖓𝖆
─¿Acaso no son esos pensamientos demasiado superficiales?─
─Sí lo son, pero eso no es lo que
yo pienso...─ Reflexionó, con
una pequeña sonrisa en su
...
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El cuervo estaba ahí. Observando. Solo.
｡ﾟﾟ･｡･ﾟﾟ｡ ﾟ。 7 ｡ﾟ Cuanfo Itachi se reunió con su ﾟ･｡･ﾟ madre inesperadamente una roca fue lanzada al aire por Nueve Colas, se hizo añicos cerca de su casa, y los pedazos volaron sobre sus cabezas. Un trozo caía hacia su madre.
Rápidamente, Itachi saltó para defender a su familia.
En el mundo ninja las artes físicas no tienen mucho que ver con la fuerza, no importaba que fuera un niño de 5 años, si sabe usar bien su chakra puede hacer cosas increíbles. E Itachi después de tanto entrenamiento y tanto esfuerzo lo sabía hacer correctamente.
La roca se estrelló contra el puño lleno de chakra de Itachi, y explotó haciendo un estruendo.
Con su hermano pequeño en brazos de su madre, ambos escaparon del furioso asalto del Kyūbi.
Habían cientos de los residentes de Konohagakure corriendo por sus vidas, queriendo llegar a los refugios de evacuación.
Aunque no habían corrido mucho, ya se sentía agotado y sus patrones de respiración no eran unísonos.
Era una pesadilla.
Un espectáculo espantoso, que le desgarraba el corazón.
Los lamentos y los sollozos brotaban a su alrededor. Al mirar a su alrededor, vio una alfombra de cuerpos. Una niña gritaba al cielo mientras buscaba a su madre. Un anciano que intentó levantarse, tropezó y volvió a caer. Habían muchas personas que huían, luchando por sobrevivir.
De repente olas de poder surgieron detrás de sus ojos. Sintió que el mundo se teñía de carmesí por un momento, pero la sensación se calmó rápidamente.
─¿Itachi?─ Su madre le llamó, notando lo extraño de las acciones de su hijo.
─Estoy bien, mamá─ Dijo enseguida y centró su atención en lo que tenía delante.
Mientras escapaban de la violencia masiva del Kyūbi, en el fondo de su corazón, rezaba por que esa disonancia se acabara ya.
A pesar de este gran estrago, su objetivo nunca se quemó. Por el contrario, se encendió aún más. Quería ser un ninja fuerte, que pudiera traer la paz.
No tardaron mucho en llegar a los refugios. Una sensación de alivio le invadió el rostro. Habían llegado a salvo, todo debería estar bien ahora.
Entonces, de repente, todo se volvió extrañamente silencioso. Durante un brevísimo instante, no se escuchó nada.
La bestia de Nueve Colas había desaparecido.
¿El Cuarto Hokage derrotó a la bestia?
Podría ser un gran alivio para todos los aldeanos, pero todavía había algo que le preocupaba al Uchiha.
