También, quiero aclarar, que en cuanto a la escuela primaria, iba muy bien en notas. Era una alumna sobresaliente y no es por agrandarme, simplemente estar enfocada en los estudios hacia que me olvide que mi existencia era complicada.
Además, allá tenia unas cuantas amistades, aunque cabe destacar que cuando fui creciendo noté que era un poco tóxico todo.
Y después, cuando empecé la secundaria, también me fue muy bien en cuanto a notas y a amistades. De no ser porque llegó el segundo año.
Tenía mis amistades masculinas y mis amistades femeninas, pero ese año, mi mejor amiga Aylen y yo, tuvimos algunos desencuentros. Fue un año muy difícil para mi, mi mejor amiga lo era todo. Pasábamos noches en mi casa, noches en vela leyendo el mismo libro o noches donde no parábamos de hablar sobre cosas profundas sin sentido, como, por ejemplo: la vida después de la vida.
Pero algo en ella cambió, quizás su otra amiga Milena, tuvo mucho que ver en eso. Ellas se unieron ese año en mi contra, me hicieron el famoso "Bullying" todo el año. Y eso hizo mi vida un poco más miserable. Ya no quería hablar con nadie por miedo a que lo que dijera estuviese mal, comencé a juzgar mi peso, mi altura y mi figura. Y empecé a desconfiar de todo aquel que se acercaba con intenciones amigables hacia mí.
El resto no tenia culpa alguna de mis inseguridades, y creo que nunca le tome importancia suficiente hasta hoy de lo que había sucedido. Si bien, Aylén y Milena, me pidieron disculpas, más que nada Aylen, en reiteradas oportunidades y yo pude perdonarla, volviendo a construir poco a poco ese lazo de amistad que poseíamos ambas, nunca me puse a reflexionar en cuanto había afectado a mi vida hasta ahora.
Siempre que pasaban esas situaciones con ella yo pensaba, no soy ni la primera ni la última en sufrir este tipo de acoso escolar, y siempre quise hacerme fuerte de aquello que vivía y viví, no solo lo de Aylen, lo de Pedro, lo de mis padres. Todo tenía un porque y yo sentía que esa enseñanza era nada más y nada menos que algo con lo que podría lidiar siempre y cuando me sirva para ser más fuerte y poder ayudar a personas que pasen la misma situación.Al igual que lo pensé en tercer año, cuando un día estaba tan descompuesta, que atribuí eso a una comida que me había caído mal pero poco después seguí teniendo esos pequeños "ataques".Me descubrieron FOBIA SOCIAL, ¿La causa?. Nunca la supe. Ni la sabré nunca, al parecer. Ese trastorno me duró aproximadamente unos tres años. Cuando decidí en quinto año cambiarme de colegio, todo paso, se apaciguó mi malestar y comencé a sentirme como una persona "normal" porque claro, al sentirme descompuesta, al no poder estar con multitudes, sentía que no era normal. Pero, ¿Qué es lo normal?. No hay nada que sea normal, aprendí. Ni vos, ni yo, ni tu familia, ni tus amigos, somos normales. No hay un parámetro sobre que es lo normal y que no lo es, por lo tanto, ninguna, NINGUNA, enfermedad mental es considerada anormal. En fin, años después empecé la universidad, elegí la carrera de profesorado de matemáticas, y muy a mi pesar, me di cuenta que no era para mi cuando en el primer examen volví a tener los síntomas de descompostura. Y esta vez, me diagnosticaron con ANSIEDAD. Ya no era una fobia. Todavía puedo sentir en mi cuerpo los nervios recorrer cada parte del sistema nervioso, llegar hasta mi corazón provocando taquicardia y a mis manos provocando sudoración excesiva, aun estando en invierno.Y si se preguntan, no, no me curé aún. Pero la esperanza de hacerlo siempre está.Ahora tengo 21 años y tengo ansiedad y DEPRESIÓN. A pesar de mi condición, trato de salir adelante con el apoyo de mis seres queridos y mis íntimos amigos.
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La plenitud en las sombras
Krótkie OpowiadaniaDurante y después de la separación de mis padres, tuve muchas piedras en el camino que tuve que atravesar, sola y con compañía. Esta historia cuenta todo lo que sucedió en esa época, durante la separación, después de la separación y unos cuantos año...