FIN

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Narra Poppy

Me encontraba mirando el espejo, vestida de blanco, con tacos brillantes y un peinado que yo ni había elegido.

No lo sentía importante esta boda, tal vez porque yo no lo quería así. No deseaba mi boda así.

Lucero: estas muy bonita, Poppy.

La madre de Juan me estaba haciendo compañía hasta que todo este listo.

Lucero: ya sabes lo que te dije.

Asiento.

Lucero: sea lo que suceda hoy, aún vas a tener mi apoyo. Aunque rompas el corazón de mi hijo.

¿Estaba preparada para algo así?

Ni yo lo sabía.

Solo sabía que, yo no amaba a Juan.

Narra Ramón

¿Me puedo matar ahora?

¡Porque ya la malogre del todo!

Rosie: ¡Ponte la corbata!

Ramón: ¡no lo haré!

Rosie: ¡no me hagas perder tiempo!

Ramón: ¡No puedo, abuela! ...

Ella se detiene.

Ramón: No voy a ir.

Rosie: ¿Qué no vas a ir? Es tu boda.

Ramón: No lo haré, yo no lo merezco... ella, no lo merece. Ella necesita a alguien que la ame de verdad, incondicionalmente.

Rosie: Todo en lo que te has metido por decir mentiras.

Narran ambos


La marcha nupcial comenzó a sonar, mi padre me sonrió pasando su brazo junto al mío y ......

Ella comenzó a caminar por el camino, estaba feliz, con una sonrisa que no había visto antes. Ella brillaba intensamente, pero yo no podía ser la noche que la contemplará siempre.

Él estaba sonriendo y limpiándose los ojos unas cuantas veces, tal vez tenían razón con el hecho de que... en una boda, todos lloran de alegría. Pero en esta boda, tal vez todos llorarán de tristeza.

Llegó hasta mi, no podía creer que yo fuera el motivo por los que sus ojos brillaban al verme. Su padre me dejó en claro que no le haga daño, pues hoy día se acaba la mentira y no habrá daño que quiebre a esta maravillosa mujer.

Mi padre me entregó a él, y él simplemente no dejaba de sonreír. Estaba llorando por dentro, quisiera que alguien venga y detenga la boda para que yo no sea la mala del cuento.

La cosa ya estaba echa, la ceremonia ya había iniciado, y todo acabaría en la pregunta.

Narra Poppy.

Voltee a mirar a la madre de Juan, ella por algún motivo me expresaba seguridad para hacer esto.

Y si lo hacía, no había marcha atrás.

Sacerdote: Poppy, acepta a Juan para....

Juan: Poppy, ¿Qué haces? *me susurra*

Poppy: lo siento, Juan.

Juan: poppy .....

Poppy: No puedo.

Juan: Po-po... ¡Poppy!

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