Capítulo 10

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Jueves, 30 de marzo

Vega

Resulta que la idea que han tenido los chicos consiste en lavar coches por 10$; algo muy normal y aceptable si no fuera porque la condición de todo esto es que piensan hacerlo, (ya lo están haciendo), semidesnudos. Y no me refiero a chicas en bikini, no, sino a ellos, a esos cinco... no sé ya ni cómo llamarlos, con bañadores ajustados y restregándose contra todos los coches que lavan.

—¿Estáis seguros de que funcionará? —pregunto, no muy convencida.

—¿Estás de broma? —aparece de repente Dani, lleno de espuma— ¡Ya hemos recaudado 35$!

—¿Cómo que 35$? —se enfurece Eric— Dani, cobramos 10$ por coche, ¿recuerdas?

Eric no parece muy contento. De verdad se está tomando esto muy en serio, a pesar de la absurdez de la idea.

—Bueno es que... Alia ha aparecido con su coche y... digamos que le he hecho una pequeña oferta.

—¡Dani! —le vuelve a reñir Eric.

Pero Maica y yo logramos interponerse justo a tiempo entre ambos para que no vaya a más.

—No pasa nada, de verdad —digo, intentando tranquilizarlo— muchas gracias por todo esto.

Eric me sonríe y me coge de la mano para llevarme hacia el centro del lavadero, donde se cuece toda la acción. Allí veo al resto de sus amigos lavando un coche de color negro en cuyo interior se encuentran Quina y dos chicas más, que parecen estar disfrutando bastante del espectáculo, ya que una de ellas baja la ventanilla para meter un billete más por dentro del bañador de uno de los gemelos.

—¿Te importa que me una? —me pregunta Eric, señalando la escena.

—Por favor —me río, y le invito a irse.

Enseguida agarra una esponja y comienza a frotar el capó del coche subiéndose encima de él, y bailando, a mi parecer, de manera muy patética. Aunque si eso va a conseguir que recaudemos los 100$ para el viaje, habrá merecido la pena.

—¿Hay algo que podamos hacer? —le pregunto a Dani, que aún está de pie junto a nosotros— me siento un poco mal por no estar haciendo nada, cuando se supone que todo ese dinero recaudado va a ser para mí.

—Pues ahora que lo dices... sí que hay algo que puedes hacer —me mira, y luego mira a Maica— las dos, en realidad, si no os importa bailar en bikini.

—¡Ni hablar! —respondemos ambas al unísono.

***

El plan que tenía Dani para nosotras es agitar unos carteles en la entrada del lavadero, cerca de la carretera, en los que está escrito "lavado de coche por 10$ ¡chicos super sexys en bañador!". Qué original. Pero, repito, si eso hace que esos 100$ se recauden más rápido, no vamos a rechazar esta idea. Por lo que tanto Maica como yo —vestidas con ropa normal— nos colocamos donde nos ha indicado Dani y comenzamos a mover frenéticamente los carteles hasta conseguir que un coche (lleno de chicos, por lo que alcanzo a ver) gira hacia el lavadero.

Esto va a ser muy divertido.

Y, en efecto, las expresiones de los chicos no tienen desperdicio. Aún así, ellos comienzan con su espectáculo para lavar aquel coche, aunque el pelirrojo, —Lucas creo—, parece que lo está disfrutando bastante. Después de un rato, todos los chicos parecen estar disfrutándolo. Al final los ocupantes del coche pagan el doble por el lavado y el baile, y se van bastante satisfechos, lo que ya hace, si no calculo mal, un total de 55$, más de la mitad de lo que necesito. Ya falta poco.

Fingiendo ser la novia del Playboy (Trilogía Playboy #1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora