Capítulo 5

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Vega

—La clase de historia se me ha hecho eterna —dice Maica resoplando.

—Y a mí —resoplo también—, creí que no se iba a acabar nunca.

—¿Qué toca ahora? —pregunta Oli poniéndose en medio.

—Educación física—digo resoplando de nuevo—, además creo que la profesora no está, y la sustituye el subdirector Adam. Yo no quiero ir.

—Yo tampoco —me apoya Maica, negando con la cabeza.

El subdirector Adam no debe de estar de muy buen humor después de lo que Eric y sus amigos le han hecho a su coche, y cuando no está de buen humor, como todo buen (mal) profesor, lo paga con sus alumnos.

—Yo también paso de ir, ¿qué tal si vamos a Queen's? —propone Oliver.

Ambas asentimos y, procurando que no nos vea ningún profesor, nos escapamos del instituto y nos dirigimos a la cafetería a la que siempre solemos ir cuando nos saltamos alguna clase. A mitad de camino un coche azul se detiene a nuestro lado y nos toca él claxon, con lo que nos paramos también. Dirigimos la vista al vehículo y dentro vemos a cinco chicos, y uno de ellos, como no, es Eric, que va en el asiento del copiloto. Últimamente parece que a dónde sea que vaya siempre me lo encuentro. Algo que se me está haciendo bastante... raro, la verdad.

—Eh preciosa, ¿a dónde váis? —nos pregunta haciendo un gesto con la cabeza.

Cuando estoy a punto de contestar, Maica se da por aludida y responde ella:

—A Queen's —sonríe.

—Se lo decía a... —comienza a hablar Eric, pero antes de que pueda acabar la frase, uno de sus amigos, el moreno de ojos verdes, que es el que conduce, le da un codazo para que se calle.

—A ti, por supuesto —termina de decir su amigo—. Venga, subid los tres —hace un gesto con la mano y le guiña un ojo a Maica.

La pelirroja se cruza de brazos. Odia a ese tipo de chicos tanto como yo. Y sin embargo aquí estamos, tratando con ellos por el lío en el que yo nos he metido, al parecer.

—No gracias —contesta ella algo molesta.

—Venga... —me pide Eric haciendo puchero.

—No... No importa —digo—. Además, no entramos en él coche.

De verdad, no entramos. Es un coche muy pequeño, como el típico que te dejan tus padres cuando te acabas de sacar el carné de conducir. Ni siquiera sé cómo han entrado ellos cinco en ese coche.

—No hay problema —vuelve a hablar él moreno de ojos verdes— Hector, Lucas y Alex se bajan y todo solucionado —propone señalando a los tres chicos que van en los asientos traseros.

—Ni lo sueñes —se quejan dos de ellos a la vez, los cuales me acabo de dar cuenta de que son gemelos.

Que turbio todo.

—Tengo una idea mejor —dice Eric bajando del coche—, yo voy con Vega andando y que ellos dos vayan en él coche.

—¡Me pido delante! —exclama Oli.

—Genial, ¿y dónde se supone que voy a ir yo? —pregunta Maica, empezando a cabrearse con esos chavales.

—Puedes sentarte con nosotros —propone uno de los chicos que van detrás, un pelirrojo, mientras la hacen sitio.

Ella no hace más que resoplar, pero al final acaba asintiendo y se monta en el coche entre los dos gemelos. Aunque van demasiado apretados, la puerta del coche cierra sin problema. Aún así, antes de que se alejen, todavía alcanzo a oír a mi amiga decir:

Fingiendo ser la novia del Playboy (Trilogía Playboy #1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora