Deseo

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Sentía que mi corazón se empezaba a acelerar, oía el murmullo de las personas en la cafetería, no podía conmigo, Aime no dejaba de verme, esperaba respuesta para su interrogante, tenía los nervios de punta, mi cuerpo se erizaba, sentimientos encontrados emanaban de mí.

-Marina, ¿me vas a contestar o seguirás perdida en el espacio?

-¿A qué vamos a tu casa? ¿a ver películas como lo hacemos cada fin de semana?

-Hoy es lunes, de verdad estás pérdida

-Sí, lo siento, es que yo, solo en mis sueños más ocultos llegué a imaginar esto

-Aún no tengo tu respuesta

-Pero tu tampoco, ¿a qué iremos a tu casa?

-Quiero que me enseñes lo que sigue después del beso

-...

¿Aime? ¿conmigo? Y no puedo creer que de verdad quiera hacerlo, además apenas son las 5:30 P.M. y no traje un cambio de ropa, ni cepillo de dientes, ella no le ha avisado a su madre, ni yo a la mía, aunque eso no tiene importancia alguna. El punto es que no puedo hacerlo así de improvisto. Me levanté de mi silla rápidamente, iba a salir corriendo, cuando Aime me tomó por el brazo y me dirigió una mirada penetrante y seria, a lo que agregó:

-No, de mi no te escapas, no soy como Regina, no soy cualquiera, además ya te dije que tu me perteneces

-Es que no se qué hacer ante esta situación

-¿Por eso escapas?

-...

-Por favor, solo un día, inténtalo conmigo, me pongo celosa al saber que ya lo has hecho con ella

-Pero si ya te dije que no lo he hecho

-No me importa, ya puso tus manos en ti, estás sucia, tienes sus gérmenes en tu cuerpo

Entonces como idiota le contesto:

-Pero ya me bañé

-¡Graciosita! Hablo en serio

-Está bien, pero sigue habiendo un problema

-¿Cuál?

-Mañana hay clase

-Y... entonces?

-Pues no podremos despertarnos

-Mejor, estaremos todo el día juntas

Al principio eso me alegró, pero desgraciadamente recordé lo que me dijo Regina, mañana es el día que Aime debe besarme, no sé cómo haré para que me bese. Así que no puedo faltar a clase mañana.

-Mañana no puedo faltar, tengo un proyecto de Álgebra que entregar

-Bueno, no nos dormiremos tarde, pero por favor vamos, no me dejes esperando

Algo dudosa, y aún no segura, le contesté:

-Está bien, pero con una condición

-¿Cuál?

-A más tardar nos dormiremos a las 11:30 P.M.

-De acuerdo- musitó con mala gana

Nos quedamos en Starbucks como dos horas más, platicando, riendo, comiendo, disfrutando de nuestras bebidas. Anhelaba éstas pláticas con ella, largas charlas, llenas de risas, su sonrisa dibujándose por causa mía. Me gusta observarla, ver sus hermosos ojos cafés, su largo cabello obscuro, sus labios delgados, su bella nariz perfilada, sus dientes blancos, sus delicadas manos, delgados dedos, toda ella es perfecta, una princesa, un ángel que Dios me puso en el camino, o un ángel que se perdió del camino por mi culpa, sea de la forma que sea, está aquí conmigo, es mi amiga y espero que próximamente sea mi amante, mi novia.

No es solo una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora