No es solo una historia de amor

Duda

Empujé a Regina para poder despegarme de ella; volteé para salir corriendo detrás de Aime, pero no pude, la mano de Regina me agarró la muñeca, me giró hacia ella y me dijo:

-Es mejor así, ya no te preguntará más sobre nosotras

-Si, pero no quería que lo supiera así, además tu y yo no tenemos relación alguna

-"No teníamos", ahora si, ya no puedes retractarte

-Claro que puedo, y ahora mismo puedo ir a explicárselo

-Ja!... Y ¿qué le vas a decir? "Era mentira, ella y yo no somos nada, ese beso no significó absolutamente nada", como si ella fuera a creerte, difícilmente te creyó cuando le dijiste que estamos en una relación

[...]

No sabía que responder ante eso, como ya había imaginado, estaba arrepentida, pero no podía remediarlo, ya estaba dicho y hecho. Regina tenía razón, no podía ir con Aime y decirle: "Tu me gustas, pero vi más esperanzas con ella", a pesar de que eso pasó realmente.

Pero siendo sincera, estar con Azul (segundo nombre de Regina), no sería tan malo, se ve que tiene práctica y le gusto bastante, lo sé por el hecho de que se cela muy rápido y de ella me gusta lo dominante que puede ser. Ja... el oír mis pensamientos me causa gracia, yo, pensando en alguien más, además de mi hermosa Aime, ahora que recuerdo, no sé a donde fue cuando salió del salón...

-Oye Marina, se que te estoy forzando a tener esta relación conmigo, pero dame una oportunidad, se que te puedo hacer feliz, me gustas mucho, tal vez si estamos juntas me empieces a querer como yo a ti

La voz de Regina se oía tan fresca y tan sincera que no pude evitar decirle:

-Ok, ok, te daré solo una oportunidad, pero recuerda que no me gustas como yo te gusto, si me pareces linda pero, solo eso

-Si, si, es suficiente con eso, puedo hacer que te enamores de mi, lo lograré así que prepárate

Dios, se oye tan decidida, me gusta esa faceta suya, tal vez hubiese sido mejor si me mostraba ese lado primero.

Este día había sido demasiado largo, y aun no terminaba, faltaban dos clases más, oí la campana sonar, todos empezaron a entrar al salón, Regina se tenía que ir y Aime regresaría, y yo no sabría que decirle.

-Antes de que me vaya dame tu número de celular y te doy el mio- me dijo Regina apresuradamente

-Claro, es...- le dí mi número y ella a mi el suyo, ya iba saliendo cuando Aime iba entrando, pero ninguna se detuvo para hablarse, aunque tal vez se hayan visto, no lo sé.

Cuando Aime ya estaba adentro, agarró su mochila de la silla que estaba a lado de la mía y se cambió de lugar a una mesa delante de mi con una compañera del salón, así que me quedé sola por los dos módulos siguientes. Las clases se me pasaron muy lentas, y ella no me dirigía la palabra ni la mirada. Pasó mucho para que sea hora de la salida, pero cuando ya era tiempo, salí como bala por la puerta del aula, y para mi sorpresa choqué con Regina, que me dijo:

-¿Tienes algo que hacer ahora?

-No, ¿por qué?- le contesté

-¿Quieres venir a mi casa?

-¿A tu casa? ¿Para qué?

-¿Para qué crees?

Sentí que mi cara se ponía caliente, tal vez se puso roja, y tartamudeé:

-N...no se

-Bueno, ¿quieres ir o no?

[...]

Me quedé pensando. No tengo nada que hacer hoy, es viernes, pero no se que me podría hacer si voy, como ya dije, es muy dominante...

-Ya me voy, decide- me apresuró Regina

-Yo... Yo creo...

-Apresúrate, vamos

-Esta bien, esta bien- dije rápidamente

-Muy bien, vamos- dijo animada