Perspectiva

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No, no lo creo. No lo quiero creer. Esos eran mis pensamientos cuando vi a mi hermosa Marina en los labios de otra, cuyo nombre suena a mierda: Aime. ¿De dónde sacaron ese nombre? Parece nombre de animal, en cambio Marina, lo primero que pienso es en el crepúsculo de la playa, sentada en la arena con una fresca brisa.

Desde que la vi me enamoré de su sonrisa, y de su risa, sentí que debía de conocerla, de hablarle, de poseerla, la necesidad de ver esa sonrisa todos los días, la quería a ella. Recuerdo el día que le hablé por primera vez, como si hubiese sido ayer; tomé todo mi miedo y lo deseché, agarré coraje y valentía para poder decir solo hola. Cuando le pedí que saliera conmigo en el descanso y ella aceptó sin preguntar el por qué, en ese momento sentí una oleada de sentimientos encontrados; felicidad, confusión, nerviosismo, ansiedad.

Al llegar al patio de la escuela, no sabía que preguntarle, simplemente trataba de hablar con ella, hacía preguntas estúpidas, pero no me importaba; sin embargo debo admitir que hice mal al preguntarle si era heterosexual, trataba de mantener mis esperanzas o tal vez de matarlas, lo cierto es que no siento que haya sido lo correcto.

Ella dudó bastante cuando le pregunté por ello, pensé que lo mejor era retirar mi pregunta, a lo que ella rápidamente me contestó: no, espera, ahora no puedo corresponder tus sentimientos porque estoy enamorada de alguien más.

No, no con esas palabras me lo dijo pero es la manera en la que lo recuerdo, sentí decepción al instante pero no me iba a dar por rendida fácilmente, así que le grité:

-No me rendiré, iré por ti, te enamorarás de mi lo se

Hoy he visto como la besan, como se apoderan de sus labios, esos labios que fueron tocados por mí, la primera mujer en la vida de Marina, tal vez ella no sea mi primera mujer, pero es mi primer amor, y no dejaré que me sea robado por esa desgraciada cuyo nombre odio pronunciar.

Soy un año menor que ella pero no es impedimento, para el amor no hay edad, aunque tal vez le avergüenza que alguien más chica que ella la domine, la entiendo a mi me pasó lo mismo, pero ella era de mi edad, así que no me avergonzaba tanto de ello, y mi madre, oh mi madre, esa mujer ha dado todo por mí, acepta que me gusten las mujeres, a veces hasta bromea conmigo, ¿y mi papá?, bueno, él y mi madre discutían mucho, él la engañó y decidieron que lo mejor sería separarse, bajo los mejores términos, para ese entonces yo ya podía decidir con quién quedarme, así que escogí a la mujer con la que estoy más feliz, con mi madre, no me arrepiento y jamás me arrepentiré, es mi mejor amiga y mi real confidente, cuando vi a Marina por primera vez y me quedé fascinada le conté a mi mamá, y me dijo lo que siempre me dice: ve por ella cariño, si la quieres lucha por ella. Me han roto el corazón una vez, por mi ex novia, mi mamá reparó mis llantos, me reconfortó, y volví a tener la vitalidad que tenía.

Quiero una pareja con las cualidades de mi madre, que sea comprensiva, cariñosa, atenta conmigo, así como Marina, por eso deseo que me mire a mí y solo a mí, la necesito, quiero que ella me necesite, pero su juicio está nublado por esa tal Aime, si, tal vez hayan sido amigas casi de toda la vida, pero unas amigas no pueden ser novias, no, imposible, ya no tendrías mejor amiga, solo sería tu novia, ¿no?, debo de hacer algo para que tenga sus ojos solo en mi.

...

Aparqué en un espacio del estacionamiento, dejé mi casco en la cajuela de la motocicleta, peiné mi cabello hacia atrás, me dirigí a la entrada y vi lo que no quería ver hoy, no tenía ganas de soportarlo hoy, mis ojos se posaron en las manos entrelazadas de Marina y Aime, iba caminando detrás de ellas, se les notaba muy feliz, actué por impulso y pasé en medio de ellas separándoles las manos, al pasar y seguir mi camino sentí sus miradas, no me contuve así que las volteé a ver, haciéndoles un gesto de desaprobación, a lo que regresé a mi camino hacia mi salón.

No es solo una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora