Lujúria

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Aún con mi pantie puesto, con su mano derecha empezó a acariciar mi parte más íntima suavemente, pasaba su dedo como si quisiera penetrarme con el.

-¿Se siente bien Marina?- me dijo mientras me acariciaba la pierna con su mano izquierda.

-S...si- tartamudeé, ¿cómo me pregunta eso?

Se quedó callada un momento y después añadió:

-¿Qué quieres que te haga?

-¿Cómo?

-Dime lo que quieres que te haga, se que como yo, tu también ya estás excitada, así que pide lo que quieras, lo haré con gusto

¿Cómo es posible que alguien menor que yo tenga esa clase de perversión? Es verdad que estoy excitada pero no se que decirle.

-¿Y bien? ¿Qué quieres?- me insistió Regina

-¿Un beso?- pregunté

-¿Segura? ¿Solo eso?

-Si, dijiste que lo que quisiera

-De acuerdo

Sujetó mis manos y las empujó por encima de mi cabeza para asegurarse de que no me moviera. Pasó su lengua en sus labios, como si se los saboreara, se fue acercando a mi cara; con la mano que no tenía ocupada me tocó la mejilla y me dio un beso que empezó suave, pero ella volvió a mezclar su lengua con la mía (ya me estoy acostumbrando a este delicioso placer que me embriaga el cuerpo). Sentí como mordió mi labio, me dolió pero no podía evitar sentirme más excitada, no pude soportarlo más y haciéndole caso a mi instinto extendí mis brazos para rodearla y acercarla a mi, para poder sentir más cerca su cuerpo.

-Pensé que no querías, pero veo que eres igual de pervertida que yo- como usualmente lo hace, mostró esa sonrisa libidinosa que me está empezando a gustar.

-Calla y disfruta- le dije, al tiempo que hice un movimiento rápido para quitarle la blusa.

-Hoy estás diferente Marin...

No dejé que terminara, la tomé del cuello, la jalé hacia mis labios para besarle apasionadamente, si esto ya había empezado por qué habría de pararlo ahora que estaba en el clímax.

-Ahh...- gemí al sentir su mano pasar debajo de mi ropa interior y tocar mi clítoris.

-Marina que sexy sonó eso

-No pude evitarlo, no me culpes porque si de alguien es la culpa sería tuya, me está pervirtiendo alguien menor que yo

-Lo siento, pero calla y disfruta

-Oye esa es mi line... Ahh...- volvió a tocarme.

La televisión hizo un sonido extraño, volteamos a ver casi al mismo tiempo, vimos que se estaba atorando en una escena, no le íbamos a dar importancia, continuaríamos con lo estábamos haciendo pero no pudimos ya que la madre de Regina gritó:

-¡Ya está todo listo, bajen! ¡No me hagan subir e interrumpir lo que sea que estén haciendo!

Regina volteó hacia a mi pero con el ceño fruncido y con los ojos cerrados, estaba molesta, yo igual solo que no quería hacerlo obvio.

-Tsk. No podemos quedarnos aquí, mi madre podría subir. ¡Ya bajamos!- le gritó a su madre.

-Pues no, no podemos hacer nada, quítate de encima de mi, necesito ver donde tiraste mi ropa- dije burlonamente.

Sonrió y luego dio una pequeña carcajada, me levanté de la cama y fui buscando cada prenda en la habitación, al tiempo que me la iba poniendo, cuando terminé de vestirme, y ella se había puesto la blusa, bajamos lo más rápido que pudimos. Nos sentamos en la mesa, donde ya todo estaba servido, y se veía delicioso.

En el plato había un gran pavo asado al carbón acompañado de spaguetti a la bolognesa, comí como reina, en casa no comía así, por tanto me deleité con este suculento manjar que estaba frente a mi.

[...]

Terminé de comer, y agregué:

-Estaba deliciosa la comida... emm

-Llámame tía Isa, no me molesta, creo que hasta aceptaría que me llamases madre, o mamá, dado que eres mi nuera- la oí tan serena, como si ya hubiese estado acostumbrada a esto.

-Entonces le diré tía, estuvo deliciosa la comida, gracias

-Bueno madre, volveremos a subir, nos interrumpiste mientras estábamos...-Regina no terminó de hablar cuando su madre interrumpió.

-¡Oh! Estaban haciendo sus cositas, discúlpenme

-¡Noo! Mamá estábamos viendo la película de Charles Chaplin

-La que nunca has visto- dijo en tono de sarcasmo.

-Si, exactamente esa

-Esta bien, vuelvan a no ver la película, mi querida Azulita- sonrió entre dientes

-Aja si, vamos amor, continuemos con lo que estábamos haciendo antes de ser interrumpidas

¿Amor? Otra faceta de Regina que no conocía, se oyó extraño pero también lindo.

Todo lo que estaba conociendo de ella tal vez esté haciendo que me enamore, pero eso no hará que me olvide de Aime.

-¿Subimos o qué amor?

-Claro, vamos Azulita

No es solo una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora