"Aún están en mi sueños". ↳ [StrangexTonyxPeter]

Octavo capítulo: Nuevamente.

[Nuevamente]
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— ¡Señor Stark!... ¡Señor Stark!, ¡una pregunta por favor!".

Las personas esperaban una palabra de Tony mientras éste pasaba en medio de ellos.

— "¡¿Cómo se siente de haber lanzado ya su nueva campaña armamentista?!" "¿¡Qué nuevos planes tiene!?".

Entre el ajetreo de los paparapzzis e entrevistadores, Tony, junto a sus amigos incluido Banner quien se había quedado con él durante ese tiempo, subieron al auto después de salir de la gala.

La campaña ya había sido lanzada cinco días atrás y fueron días con arduo trabajo de por medio. El día del lanzamiento fue magnífico, con las presentaciones y las nuevas proyecciones.

Pero aún con todo esto, Tony no se detuvo a pensar en lo bien que iba todo por los momentos el lanzamiento.

Hace ocho días desde que le dijo a medias a Banner de los sueños, y los fragmentos que tuvo, y durante cinco días no ha soñado ni con Peter ni como con Stephen. Causándole un desastre mental. No estando a todo consiente de lo que pasa a su alrededor.

Los fragmentos han seguido. Pero estos fragmentos no son como los que tuvo cuando Banner llegó, son diferentes, extraños y un tanto ¿melancólicos?.

Nuevamente el dolor había regresado y ahora acompañado con ciertos detalles.

Esa noche en medio de la fiesta le pareció ver a Stephen entre toda esa gente, estuvo seguro que era él, y sin poder controlarse lo siguió, pero antes de poder alcanzarlo, antes de poder tocarlo, desapareció.

Desapareció ante sus ojos dejándolo estático.

Había quedado de pie en aquel pasillo hasta que Virginia lo fue a buscar. Y mientras estuvo en la tarima para agradecer, sus ojos volvieron a engañarle al verlos a los dos juntos en una mesa en la lejanía, pero cuando bajó y vió con claridad, no era nada más que una pareja con un joven y un hombre similar a ellos.

No quiso hablar después de eso, no quiso ingerir nada de alimento, su rostro era frío antes los demás, con una inexpresividad palpable ya que sabía muy bien como fingir sus sentimientos, y, aunque no estuviera riendo o hablando con sarcasmo y arrogancia, nadie podía darse cuenta de la verdadera realidad. 

Simplemente lo vieron como el mismo Tony.

Mientras se dirigían nuevamente a la torre, observó como la noche se asemejaba por toda la ciudad. No había nada de que hablar con sus acompañantes así que había un silencio infernal, sólo escuchando el rodar de la llantas en el pavimento. Eran las 09:25 de la noche, muy temprano para él si fuera unos años atrás, pero ahora sólo podía agradecer no estar en esa fiesta.

Era tan extraño ver al pasado y el ahora. No tenían nada de similar.

Un dolor en su cabeza le hizo cerrar los ojos con fuerza apoyándose en el vidrio del auto. Sabía lo que se avecinaba, de un tiempo para acá, recibía ciertas molestas punzadas en su cabeza y sengundos después se proyectaba ante él nuevos fragmentos.

Intentó respirar con tranquilidad y sin hacer ningún movimiento se quedó así, no quería que sus amigos mirarán su estado preguntando después que sucedía, no tenía voz ni energía para sacar una palabra de sí.