Decimo capitulo: Decisión

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En el cielo volaban las aves hacia el horizonte. La brisa removia las cortinas grises de la ventana mientras los cristales estaban abiertos.

Todo afuera fluía como cualquier día, los autos andaban de aquí para allá, como también lo hacían las personas. La bulla sobrepasa la ciudad, los claxó de los autos, las palabras de la gente, y todo en sí.

La sangre fluía en sus vena como otro día cualquiera y el aire entraba en el para oxigenarlo como si no pasara nada. Como si su mente no estuviera en un conflicto, como si no tuviera una tormenta interna de todo que ya estaba sobrepasado los límites de la paciencia.

Era como llenar un vaso en el cual poco a poco subía y subía hasta que el agua ya no podía contenerse y se desbordaba, así se sentía, aunque ya había tenido ciertos desbordes sabía que aún no era definitivo, faltaba algo más que sus manos no podían detener o tomar a la vez, suena contradictorio pero así se sentía.

Todos los recuerdos de sus días pasados pasaron por sus ojos, todo los detalles, aquellos que parecían insignificantes pero que tenían un peso enorme a su problema, desde el más mínimo detalle de su episodios como el movimiento de sus sueños, todo fue como ver videos, fotos, reproducciónes de algo que existía y al mismo tiempo nunca había existido para él.

Su corazón lo sabía, igual que su mente se lo había bloqueado para no lastimar más su atormentada alma. Todo estuvo a su vista pero sus ojos se hicieron los ciegos, sus sentidos se adormecieron' para que su cuerpo no reaccionara, su mente se dormía y prefería hacer alucinaciones y episodios que le hicieron creer algo que no era real, algo que ya no se podía cumplir nunca más.

Cansado de pensarlo, ya no podía evitarlo más. Tenía que aceptar lo que significaba todo esto. Ya tenia que afrontarlo cuando todo le decía que no. Pidió perdón sin saber el porqué, pero su mente sólo tenía eso en su cabeza. Eran mil sentimientos los que se arremolinaban en su interior.

— Jarvis —su voz ya no como antes apenas fue audible para quien llamaba.

Sentía su garganta seca y su corazón latir con intensidad. Una ansiedad cobró vida en su cuerpo pero ya estando así acostumbrado no puso atención.

— Dígame señor. — el sonido lleno cada rincón de su habitación.

Tomó camino hacia su cama sentándose en la orilla de esta.

— Desactivate. —dijo con determinación.

No escuchó objeción pero tras un minuto Jarvis quiso hablar pero el no lo permitió.

—Señor —

— E dado una orden Jarvis, obedece. — dictaminó sin escuchar lo que esté quería decir. No era algo que no le importaba de todas manera.

Esperó unos segundos esperando que su orden fuera acatada.

Sabia que con Jarvis ya no podía contar, aunque fuera una inteligencia la cual él pudiera manipular, ya le había dado mucha libertad, era momento de ponerlo en su lugar.

—Entendido, señor Stark.

Al pasar unos minutos en las que estuvo pensando si esto era lo correcto, se aseguró que Jarvis ya no estuviera conectado.

Al cerciorase de todo tomó de su bolsillo un pequeño chip que tenía encima una etiqueta con un nombre: Viernes.

Tomó un pequeño dispositivo y lo conectó al aparatito. Revisó su teléfono viendo las notificaciones que tenía de sus amigos y correos de otras personas, estas últimas deseándole un feliz cumpleaños.

Si, ese día ya había llegado y no había salido de su habitación, sabía que por esa razón sus amigos estaban ansiosos por saber de él. Pero había dado órdenes de que no se acercaran a su hogar.

"Aún están en mi sueños".   ↳ [StrangexTonyxPeter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora