Capítulo 5

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Al siguiente día, Jimin recibió un mensaje en su teléfono de un tal "MYG" mientras se aseguraba de que no faltara ningún cliente por atender.




MYG: Hey, soy Yoongi.




Jimin abrió los ojos en grande y dejó caer la palma de su mano demasiado fuerte en la barra, asustándose él mismo y llamando la atención de una ancianita que parecía jamás haber tomado un bubble tea y no sabía dónde rayos meter el sorbete. Miró hacia todas partes algo avergonzado y dirigió su puño hacia su boca para mordisquear uno de los nudillos, viendo nuevamente aquel mensaje. 

Se había olvidado por completo que Yoongi tenía su número y el mensaje lo había tomado completamente desprevenido.




MYG: ¿Eunhye está por allí?




Una mueca de insatisfacción se cruzó por el rostro de Jimin, al igual que una sensación tan amarga como tomar una lata de cerveza de un trago invadió su garganta y se instaló allí. ¿Yoongi solo le había hablado para preguntarle por Eunhye? Un sentimiento de tristeza se instaló en su cabeza. ¿Por qué Yoongi tenía que preguntarle cosas como esas a él y no directamente a su novia? Ya se sentía como un simple canal entre ellos.

Por unos instantes pensó en no responder el mensaje, pero no quería ser tan maleducado con Yoongi; así menos se fijaría en él.

«No estés pensando en robarle el novio a Eunhye, Park Jimin».

Se golpeó mentalmente, ¿por qué querría llamar su atención? Él no debía interponerse en una relación. Por mucho que le gustara Yoongi no se arriesgaría en intentar enamorarlo, eso no le iba y, sin duda, no funcionaría. 




P. Jimin: No, hoy no tiene turno.




Se abstuvo de preguntar el por qué, tampoco quería sonar como un metiche. Revisando el mensaje y esperando alguna respuesta, se dió cuenta de que ni siquiera lo había saludado; se susurró una pequeña maldición hacia sí mismo.




P. Jimin: Y, hola. Se me ha olvidado saludarlo, lo siento :(




¿Tal vez la carita triste fue demasiado? Jimin estaba teniendo un debate mental sobre el mensaje que iba a enviar.

«¡Dios, pero si ya se lo mandé!»

Cerró los ojos con frustración y se pasó una mano por la frente, había enviado el mensaje por error y ya no lo podía borrar.




MYG: Eres tierno.




—Dios mío, madre santa y todos los jodidos Dioses del cielo… —musitó Jimin bloqueando su celular y escondió su rostro entre sus brazos apoyados en la barra.

Yoongi literalmente quería darle un infarto. ¿Cómo ese hombre tenía tanto poder sobre él como para que un simple mensaje tajante lo avergonzara?

No sabe cuánto tiempo estuvo en esa posición, pero jura haber cantado aquella canción de "Feliz cumpleaños" alrededor de cinco veces de puro aburrimiento y piedad por lo que sea que le deparara.

Sintió el motor de una motocicleta afuera, y separando un poco los brazos, se permitió ver por los ventanales por la remota idea de que fuese Yoongi que había llegado. ¿Pero por qué habría de venir si Eunhye no tenía turno? Bueno, eso Jimin se lo preguntaba a su única neurona y al ser ahora viviente entre sus piernas al ver a Yoongi con una maldita camisa blanca ajustada y un simple pantalón negro.

Yoongi aparcó la motocicleta y entró sin apuro al local, sonriendo al ver a Jimin como una estatua frente a la caja.

—Hola. —dijo al llegar a la barra sentándose frente al joven, quien le miraba completamente ido.

FOR ME? ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora