Capítulo 7

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—¿Por qué? —Jimin preguntó ladeando la cabeza hacia un lado.

Yoongi lo miró y soltó un suspiro. —Porque prefiero hablar de ti.

Jimin sintió sus mejillas aún más calientes que antes, y bajó la mirada hacia sus dedos con una sonrisa nerviosa.

—O de mí, no lo sé. —Yoongi agregó.

Jimin no pudo ver su expresión, pero Yoongi realmente quería conocerlo y no gastar su tiempo hablando de su novia; cuando cualquier otra persona alardearía sobre lo fantástica que es su relación.

Jimin comenzaba a sentir pequeños hormigueos cada vez que estaba con Yoongi. La atención que el hombre le daba los últimos días era tan rara, pero cómoda, cálida y satisfactoria. Sus malos ratos comenzaban a esfumarse cuando Yoongi sonreía, y Jimin sabía que se estaba metiendo en un lugar demasiado peligroso y que debía ordenar sus ideas y convencerse de otras que no le agradaban tanto. Era eso, o seguir ilusionándose con el perfecto hombre de tez pálida que tenía una novia (para colmo era su compañera de trabajo) y que nunca le daría una oportunidad.
  
Pero por el momento no lo haría, tal vez mañana sí, pero hoy quería hablar y saber más sobre Yoongi.
  
—¿Ah sí? —Jimin cruzó sus brazos por encima de la barra y levantó una ceja, cosa que no se vio por su cabello peinado hacia abajo— Entonces cuéntame sobre ti.
  
Yoongi chasqueó la lengua olvidándose repentinamente de sus pensamientos negativos y miró a Jimin, tratando de reprimir una sonrisa que iba a demostrar su nerviosismo.
  
—No soy para nada interesante. —dijo encogiéndose de hombros y volvió a enfocarse en su laptop.

Jimin no pudo estar en más desacuerdo. ¿Qué no tendría de interesante un hombre como Yoongi?
  
—Anda, cuéntame sobre ti, solamente sé tu nombre. —le pidió haciendo puchero.
 
Jimin se estiró un poco para lograr ver el rostro del hombre detrás de la pantalla de su laptop, y supo que había conseguido su objetivo al verle sonreír y cerrar los ojos por un par de segundos.
  
—Mi nombre completo es Min Yoongi —dijo el de tez pálida para luego abrir los ojos y enfocarlos en los contrarios—. Tengo veintiocho años, tengo un perrito llamado Holly, mi color favorito es el gris, estoy en mi último año de música en la universidad de Seúl, juego basquetbol y... estoy intentando ser vegetariano.

Lo último hizo que Jimin abriera ligeramente la boca.

—¿Vegetariano? —cuestionó sin poder creerselo.
  
—Sí, o sea, por ahora soy una especie de pseudo-vegetariano o algo así. —Yoongi soltó una risa volviendo a mirar su laptop y tecleó un par de cosas más.

Jimin asintió, comprendiendo.
  
—Qué genial que estudies música, ¿es tu pasión? —intentó bromear.
  
Yoongi rió. —Por supuesto. Me gusta componer, producir, rapear, así como también la fotografía y pintar, pero me enfoco más en la música.
  
Jimin evitó soltar un suspiro esbozando una sonrisa. ¿Acaso había algo que Yoongi no pudiese hacer? Ahora, aparte de sentir una profunda atracción hacia el hombre, un deje de admiración se coló en su interior. Él jamás habia sido bueno para muchas cosas a la vez, durante la preparatoria solamente estuvo en el taller de danza, y era lo que mejor se le daba y casi lo único que le gustaba hacer.
  
—Wow, ¿y así te consideras poco interesante? —le dijo en un tono de falso enojo.
  
Yoongi se encogió de hombros. —¿Y tú qué estudias?
  
Jimin apretó los labios, él no estaba estudiando en ninguna parte y ninguna cosa, se dedicaba a su trabajo y a ahorrar dinero para sí mismo.

—¿Cuantos años piensas que tengo? —preguntó a cambio.
  
—Hummm… ¿Veinte?
  
Jimin negó con la cabeza soltando una risita. —Tengo veintiséis, y no est-
  
—¡¿Tienes veintiséis años?! —exclamó Yoongi interrumpiéndole.
  
—Uh-uh… Sí...
  
Yoongi cubrió su rostro con sus manos. —Solo son dos años de diferencia. —habló por lo bajo.
  
Jimin lo miró con preocupación. —¿Y qué tiene?
  
—Pensé que no eras lo suficientemente legal.
  
Jimin frunció ligeramente el entrecejo. —¿Legal para qué?
  
—Para nada. —Yoongi tosió sobre su puño y volvió a escribir en su laptop.










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