Capítulo 9

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Yoongi le había agarrado la mano.

Min. Yoongi. Le. Habia. Agarrado. La. Puta. Mano.
  
Jimin casi se descompone y casi entra en proceso de mitosis al sentir la grande mano envolver la suya, que era más pequeña. Siempre odió sus manos pequeñitas y sus dedos cortitos y algo rechonchos. Pero ahora mismo, con el peso de la mano de Yoongi, la calidez que calentaba su fría piel, la textura suave, la diferencia de tamaño que era bastante pero para él perfecta, ahora mismo se sentía tan bien, tan correcto, tan suyo.
  
Definitivamente no quería soltarle nunca.

Y con un asentimiento torpe y un balbuceo, se puso de pie y reafirmó su agarre contra la mano de Yoongi, evitando por todos los medios de que se resbalara de la suya y colocando como excusa el guiarlo a la sala de empleados.
  
Al entrar a la habitación, dejó caer aquella perfecta mano con amargura para ir a colocarse su abrigo y colgar su bolso con sus pertenencias. Se quitó el mandil suavemente y en silencio, sintiendo a Yoongi detrás suyo contemplarle en la misma condición. Guardó aquella bonita tela dentro de su bolso al igual que su teléfono, luego se colocó su grueso abrigo color café, y cuando estaba por tomar su bolso, sintió aquellas manos asentarse en su cintura, temblando al sentir un apretón de parte de estas con algo que pudo notar como posesividad.
  
—¿Yo-Yoongi? —llamó en un susurro.

Yoongi lo giró con lentitud, Jimin dejándose hacer como una masita de pan sin cocer y conectando su mirada con el del hombre. La brecha entre ellos no sobrepasaba cinco milimetros al tocarse las puntas de sus narices. Y Jimin prontamente se vió embelesado por aquellos pequeños ojos que le miraban los labios.

Jimin le dió una pequeña caricia en la nariz a Yoongi con la suya entrecerrando los ojos y posando sus manos en los hombros del otro para apretar la tela de su casaquilla. Él sentía ese momento tan íntimo, las manos del hombre tan calientes incluso por encima de su ropa. Min Yoongi tenía tanto poder sobre él que entraba en un estado de satisfacción, tensión y embriaguez al sostenerle de esa forma. E inevitablemente arqueó la espalda al sentir los dedos de Yoongi acariciarle el centro de su espalda baja, erizándole la piel y soltando un pequeño suspiro tembloroso.
  
Escuchó a Yoongi balbucear algo que no se tomó el tiempo en procesar, porque pronto sintió aquellos tímidos besos esquimales por parte del hombre encontrarse finalmente con sus labios.

Jimin cerró los ojos cruzando sus brazos por detrás de la cabeza de Yoongi y ladeando la suya propia, buscando un mayor contacto. Jadeó suavemente cuando sus labios se acoplaron con los del hombre con suavidad pero aún así con hambre. Sus bocas chasquearon al separarse un segundo, antes de volver a besarse un poco más duro y necesitado que la primera vez. Yoongi lo rodeó de la cintura con sus brazos, acercándolo a su cuerpo al máximo posible, con el mayor contacto de piel que se le permitiera.

Yoongi delineó el labio inferior del hombre bonito con su lengua, logrando hacerse paso entre esos esponjosos labios (ahora rojizos), y chocar su lengua con la de un anonadado y derretido Park Jimin.

Cuando logró centrarse un poco (lo suficiente para no distraerse con aquella lengua recorriendo su boca como un manjar), Jimin enterró sus dedos entre los cabellos de Yoongi y lo atrajo más hacia sí mismo, endureciendo el beso y desordenándolo completamente. Inhaló por la nariz al notar lo que realmente estaba haciendo, comiéndose la boca de Yoongi con toda esa hambre que guardó desde la primera vez que lo vió, pero aún así sentía que se estaba quedando sin aire. Yoongi lo agarraba firmemente y movía sus labios sobre los suyos de una forma tan brusca y deliciosa que no le dejaba descansar. Tristemente terminó por soltar un jadeo antes de separarse un poco para respirar, dándose cuenta de que el otro igualmente lo necesitaba.
  
Jimin se sentía tan satisfecho y contento. Sentía una euforia recorrerle el cuerpo y no quería soltar a Yoongi en ese momento que era suyo.
  
Pero su rostro se desfiguró al darse cuenta de...
  
Eunhye.
  
—Dios, yo... Tú... Nosotros… —intentó decir algo separándose del agarre de Yoongi, quien le miró confundido— Eunhye... tu-tu...
  
Jimin se mordió el labio y se pasó una mano por la frente. ¿Cómo mierda se le había ocurrido hacer algo así? Se sentía pésimo. Sin demora, sus ojos se llenaron de lágrimas y apartó la mirada hacia sus cosas, las tomó con la mayor rapidez posible e intentó correr hacia la puerta de salida sin importarle que Yoongi se quedase allí y que él tuviese que cerrar.
  
—¡Espera, Jimin!

Todos sus planes se fueron a la basura en el momento que Yoongi le detuvo cuando ni si quiera pudo alcanzar la manija. Le giró de un tirón, y Jimin solamente bajó la cabeza y sujetó con más firmeza su bolso en su hombro, apretando los labios para no ponerse a llorar por la impotencia que sentía en ese instante.

—Por favor no te vayas, solo dame... solo dame cinco días más, por favor. Solo te pido cinco días más.

Yoongi le había tomado de las manos y su tono de súplica hizo que Jimin levantara un poco la mirada, encontrándose con los anhelantes ojos del hombre que lo observaban fijamente.

—¿Cinco días para qué? ¿Para utilizarme? —replicó, sintiendo un doloroso nudo en la garganta.

Yoongi enseguida cambió su expresión a una de horror, negándo desesperadamente y preparándose para hablar de nuevo.

—¿O para dejar a Eunhye, tu novia? —Jimin lo interrumpió.
  
Yoongi exhaló y cerró sus ojos con fuerza, pasándose una mano por el rostro.
 
—No la llames mi- nada —dijo tratando de regular su respiración—. Mierda, esto es demasiado difícil de explicar —Yoongi quitó su mano de su rostro, pareciendo cansado de repente— Eunhye no… —hizo un chasquido con la lengua y volvió a jalar al otro más cerca de él— Solo espérame cinco días más y te explicaré todo, ¿sí?
  
—¿Explicarme qué? —Jimin frunció el entrecejo comenzando a molestarse porque no entendía nada de lo que le decía.
  
Y fue besado.
 
Yoongi le acababa de besar, de nuevo.
 
Jimin abrió los ojos con sorpresa, el pequeño choque de labios le había cerrado la garganta y dejado en un pequeño shock.
 
—Por favor, solo cinco días. —Yoongi rogó, susurrando en el pequeño espacio de tensión que ambos habían formado otra vez.

Jimin sentía la respiración caliente de Yoongi sobre su piel y el fuerte perfume masculino rodeándole. Pronto se vió envuelto en el deseo de querer enterrar su rostro en el cuello del hombre, aspirar su aroma y mordisquear la blanca piel; esto a causa de su fetiche del perfume masculino. Conectó su mirada con la de Yoongi, viendo aquellos ojos honestos que le miraban, y después de unos segundos de pensárselo, finalmente se resignó y asintió ligeramente con la cabeza. Sin siquiera saber si es que Yoongi terminaría con Eunhye, si correspondería sus sentimientos (que aún se estaban desarrollando) o si lo rechazaría.
  
No pudo seguir pensando con claridad al sentir el cálido calor corporal del cuerpo de Yoongi, quien lo apretaba delicadamente contra su pecho y enterraba la nariz en sus cabellos.
 
Sin duda, ese se podría convertir en el lugar favorito de Jimin. 











FOR ME? ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora