Capítulo 10

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—¿Me vas a explicar quién carajos te vino a dejar a casa?

Jimin soltó un gritó y se dio la vuelta en la puerta de su departamento, viendo a Hoseok (su mejor amigo y compañero de piso) parado en la puerta de la cocina con los brazos cruzados.
  
—Cielos, Hoseok, no vuelvas a hacer eso —dijo llevándose una mano al pecho y mirándole mal—. Y no eres mi madre, así que no debo explicarte nada.
  
Hoseok bufó. —Ese es el que está de pareja con Eunhye, ¿no?
  
—¿Y tú cóm-? —Jimin se detuvo, se mordió el labio inferior y sujetó el puente de su nariz— Fue Seokjin, ¿cierto?
  
Hoseok rió. —Se vendió por una photocard.

Hoseok se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia el sofá de dos cuerpos que había en la pequeña y acogedora salita de estar. Se tiró en el mueble como si fuera su cama para luego palmear a su costado, un minúsculo espacio para que Jimin se sentara, e invitándole indirectamente a contarle todo sobre Yoongi; ahora con el pequeño avance de que se comieron la boca hace 15 minutos atrás.
  
Jimin iba a asesinar a Kim Seokjin por andar de chismoso y contarle a Hoseok su extraña relación con un hombre emparejado.
  
Dios, eso de verdad sonaba mal.



••••



En los siguientes tres días Jimin no supo nada de Yoongi, porque, aparte de tener pena para escribirle un mensaje luego de todo lo ocurrido dos noches atrás (y de que Yoongi tampoco le escribía), el hombre no había hecho acto de aparición en la cafetería, ni siquiera para ir a buscar a Eunhye, quien seguía con esa actitud hostil que a él le daba algo de miedo.

Pero al menos, durante estos dos días, Taehyung había ido a alegrarle las aburridas tardes contándole sobre su vida diaria y haciéndole reír con cualquier insignificante coqueteo amistoso. Ahora mismo le contaba la vez en donde intentó hacer uno de los tantos bubble tea que Jimin hacía y la tapioca había explotado de alguna forma.

A veces pasaban motocicletas fuera de la cafetería, y Jimin inconscientemente veía por los ventanales si en alguno de esos casos era Yoongi el que estacionaba su motocicleta y se quitaba el casco como siempre lo vino haciendo desde hace semanas atrás, pero siempre formaba una mueca de decepción al darse cuenta de que nadie se estaba estacionando, nadie iba a entrar por la puerta y definitivamente Yoongi tampoco vendría ni le escribiría hoy. 

Despidiendo a Taehyung y viendo su chat con Yoongi, decidió dejar su vergüenza de lado y enviarle un simple mensaje que decía "hola :)".

Y esperó pacientemente durante toda una hora, atendiendo a la gente y mirando su celular al lado de la caja registradora por si brillaba a causa de una nueva notificación. Pero fue finalmente a las 7 de la tarde, con las manos picando, que abrió el chat, quedando con una sensación completamente amarga al darse cuenta de que Yoongi sí había visto su mensaje pero no le había respondido. De inmediato sintió sus ojos lagrimear un poco, con una decepción tan grande que se le cerró la garganta a tal punto de no poder hablar. ¿Por qué le sucedía esto? ¿Qué tan grande era la presencia de Yoongi en su vida para querer llorar como un bebé simplemente por no responderle un mensaje?

Jimin sintió algo parecido al miedo en su pecho, claramente le quedaban dos días aún para lo que sea que Yoongi necesitara explicarle, y, ¿qué si le decía que el beso fue un error? ¿Y si Eunhye volvía a refregarle inconscientemente su relación en la cara con el hombre que le tenía enamorado?

¿Estaba enamorado?

Su labio tembló de solo pensarlo, de solo pensar que aquello era real, y de que tenía tan pocas o casi ninguna probabilidad de que todo lo que le estaba ocurriendo fuese a salir bien.

¿Qué demonios hacía? 

Sin poder evitarlo Jimin se cubrió el rostro con sus manos y dejó salir un sollozo casi imperceptible. Su situación recién comenzaba a afectarle casi como una pesa del porte de su cuerpo sobre sus hombros. Intentó reprimir la tristeza que comenzó a sentir no sabe cuándo.

—Hey, ¿estás bien?

Jimin se sobresaltó al sentir unas manos sujetarle los hombros, al voltear, se encontró con el rostro preocupado de Eunhye a un costado suyo.

—¿Qué sucede? —preguntó de nuevo la chica.

Y Jimin no fue capaz de responderle por el fuerte nudo en la garganta que no le dejaba ni respirar bien.

Porque, ¿cómo le explicaba a Eunhye que estaba enamorado de su novio, que había besado a su novio?

Jimin aún creía que la palabra "enamorado" era demasiado fuerte, pero él jamás había sentido tantas cosas por una persona, él jamás había tenido la necesidad de estar con alguien y jamás había sentido tanta euforia y emoción al recibir un beso. Porque él conocía los sentimientos de gustarle otra persona, pero estos sentimientos que tenía por Min Yoongi no se comparan para nada con los otros; estos activaban todos sus sentidos, presionaban todos sus botones correctos.

—¿Por qué no vas a despejarte un poco afuera? Yo me quedo en la caja, ¿sí? Ve a calmarte. —habló Eunhye sobándole los hombros, tratando de reconfortarlo de alguna manera.

Jimin sorbió su nariz, controlando todavía sus ojos nublados en lágrimas para que no cayeran más por sus mejillas, y se enderezó en el asiento. Le dio a Eunhye una mirada apenada de agradecimiento, cosa que por suerte la chica entendió y con una sonrisita le empujaba fuera del asiento. Antes de salir hacia la sala de empleados, intentó ocultar su rostro sonrojado y tomó aire para calmarse.

Solamente le quedaban dos días para saber lo que sea que le diría Yoongi, y tenía miedo de que aquello afectara a su pobre corazón. 












FOR ME? ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora