Capítulo 13

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Yoongi realmente se había preocupado por él.

Ya que, en vez de llevarlo a cualquier local en donde no podría comer nada para no recaer por su débil estómago, le había llevado a un parque familiar, y ahora mismo estaba sentado en una manta sobre el pasto con un recipiente con arroz blanco y un par de papas y zanahorias cocidas al vapor, y con Yoongi comiendo exactamente lo mismo.

—¿De verdad hiciste este almuerzo para mí? —preguntó Jimin mirando la comida con una sonrisa enternecedora mientras tomaba una zanahoria con los palillos.

—Sí —Yoongi suspiró—. Cuando supe que estabas mal del estómago, no quise arriesgarme a que algo pudiese caerte mal, pero tampoco quería que no comieras nada, así que entré a mi cocina esta mañana y, bueno, esto se me ocurrió.

—¿Por qué te molestaste en hacerlo? —cuestionó Jimin con timidez, sin borrar su sonrisa y jugueteando con los últimos trocitos de papas y unos granitos de arroz. No tuvo el valor de levantar la mirada de su recipiente, estaba tan conmovido que creía que si veía al otro frente a frente no resistiría y se lanzaría a besarlo frente a todos.

Y no, no quería eso, no cuando aún Yoongi debía explicarle tantas cosas.

El silecio se prolongó entre ellos dos, Yoongi no le respondía la pregunta y eso ponía a Jimin nervioso de cierta forma, por lo que antes de que cualquier cosa saliera por su bocota, se llevó lo último de comida que le quedaba a la boca, callándose a sí mismo e intentando comer de la forma más lenta posible.

—Porque me gustas. —confesó Yoongi finalmente.

Jimin tosió, accidentalmente escupiendo un granito de arroz hacia el césped y atorándose con el resto. Se llevó el antebrazo hacia el rostro para cubrir su boca y comenzar a toser, enseguida sus ojos lagrimeando y su nariz intentando respirar correctamente entre cada tosido.

—¡Jimin!

Escuchó a Yoongi exclamar su nombre antes de sentir sus manos en su espalda para masajearle y escucharle decir no sé qué cosa mientras él intentaba respirar normalmente.

«¡Le gustas! ¡Le gustas! ¡Le gustas»

Jimin apenas podía procesarlo, los granitos de arroz se habían ido por su vía respiratoria y su nariz estaba congestionada por el polen, por lo que se apoyó en la manta con sus manos y volvió a toser, intentando recuperar el aire mientras sentía las suaves caricias de Yoongi en su espalda. 

No era una broma, ¿cierto? ¿De verdad le gustaba a Min Yoongi?

Finalmente sintió su traquea ser despejada luego de un par de tosidas más, pero por el estupor, Jimin seguía intentando recuperar el aire perdido entre pequeñas tosidas. Sus ojos se habían humedecido al punto de que pequeñas lágrimas corrieron por sus mejillas y sentía la cara tan caliente por el esfuerzo. Pero aún así, sonrió enormemente cuando por fin pudo concentrarse en lo que Yoongi había dicho.

—No es una broma, ¿verdad? —preguntó sentándose en sus piernas y secándose los ojos con su antebrazo.

—¿Estás bien? —Yoongi lo miraba preocupado.

Jimin asintió, esperando a que su pregunta fuera respondida.

Yoongi se rascó la nuca y fijó su mirada en un punto en el suelo, con una pequeña mueca y un leve temblor de labios que Jimin pudo notar a pesar de tener los ojos nublados. Y lo que le decía que el hombre estaba bastante nervioso.

—Claro que sí, me gustas, ¿por qué te mentiría? —Yoongi lo miró a los ojos y formó una sutil sonrisa con sus labios— No soy esa clase de persona.

Jimin tragó saliva. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Era cierto que conocía a Yoongi de hace apenas un mes, pero sentía que no necesitaba más tiempo para empezar una relación. Saber que sus sentimientos sí eran correspondidos (por fin aceptaba, aún con un poco de miedo, que estaba muy colado por Yoongi) le formaba una calidez en el estómago tan agradable y placentera.

Él ya había estado con chicos anteriormente, pero definitivamente nadie era como Min Yoongi. Quizás era porque era una persona sumamente interesante e intrigante, muy diferente a como se le planteaba. Pero había algo en él, algo que le arañaba e insistía en acurrucarse entre los brazos de aquel hombre, ser complacido, ser amado tal y como a él le gustaba ser tratado por aquel en específico hombre.

Jimin sintió la mano de Yoongi acariciar su mejilla, acunándola entre su palma, y lo miró fijamente con aquellos ojos que demostraban una adoración genuina. Él quiso acercarse a besarlo tal y como la otra vez, y sabía que Yoongi estaba a solo un instante de impulsarse y atacar sus labios también, sin embargo, necesitaba respuestas.
  
—Quiero... Quiero que me expliques todo antes de responderte —soltó—. Por favor, no puedo entender todo este tema.

Jimin notó la manzana de Adán de Yoongi moverse y no pudo evitar pensar que eso era sexy, demasiado sexy. Concentrándose nuevamente en su objetivo luego de que el otro comenzara a tomar distancia, lo vió asentir con la angustia sutilmente reflejada en su rostro.
  
—Esto es... más o menos largo de explicar —Yoongi pasó las manos por la tela de su jeans con inquietud—. Pero intentaré explicarte lo mejor que pueda.
  
Jimin asintió, acomodándose de otra forma, y nuevamente todas las opciones de lo que sea que le fuera a contar revolotearon de su mente.
  
Esta vez, con el hecho de que él sí le gustaba a Min Yoongi.
  
Yoongi se pasó una mano por el cabello y relamió su labio inferior antes de abrir la boca y decir:
  
—Eunhye jamás fue mi novia.
  
Y Jimin sintió como si un balde de agua helada le cayera por la espalda. 











FOR ME? ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora