Ran Haitani línea de tiempo BONTEN Escena +18 si no te gusta puedes retirarte.
╰┈➤Mi linda perra||
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Las calles se encontraban iluminadas por las luces de las tiendas y lámparas colgando por todo lado. Hoy me tocaría buscar trabajo de cualquier lado ya que mi alquiler va a termino, había buscado por horas y días un trabajo cerca de mi casa así que no decidí desaprovechar la oportunidad.
Al caminar rápidamente me había tropezado con una piedra, rasgando cruelmente mi maya que era nueva.
—Maldita piedra.— Mire a la piedra y luego a la gente quienes se encontraban mirándome con despecho.
Me levanté rápidamente y me sacude viendo a las personas caminando al frente de mi. Haciendo que haga caer algunas cosas por la inmensa fuerza que traían algunos; al recoger todo camine hasta estar en un gran edificio de lujo, supongo que se trataba de vilmente de una jodida broma. Ya que al ver los letreros no solicitaban a ninguna ayudante, pero aún así no perdí las esperanzas.
Al entrar los guardias me miraron de mala manera, tener la maya rasgada no era algo inocente así que es por eso que las miradas estaban en mi.
—Buenas tardes.— Saque mi cédula de identidad para mostrárselo.— Aquí tiene.
La mujer me analizó y agarró la cédula para pasarla al sistema, luego me la entrego y señaló el segundo piso.
—Muchas gracias.— Dicho eso me retire de la recepción.
Al caminar pude apreciar grandes murallas de plata. De veras que era algo interesante este edificio se había hecho el más famoso por los grandes alrededores que este tenía; sin más camine hasta llegar al ascensor y me subí. Hay se encontraba más personas que subían al segundo piso o al último, se me hizo algo incómodo ya que igualmente habían gente con una mirada perdida y otras pícaras.
Cuándo el ascensor dió el número dos rápidamente me baje de aquel ascensor, dejando a esas personas atrás y caminando hacia adelante con una recta postura. Me agradaba ser el centro de atención de todos los que estaban en esa sala, pero el que más me interesó fue el hombre que acababa de salir de su oficina.
—Quiero que me imprimas estás hojas.— Le dijo a la secretaria.— y también que lleves un café a Manjiro.— Finalizó con una sonrisa volviendo a su oficina.
—¡Siguiente!.— Replicó la ayudante.
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