Rindou Haitani

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||Dulce secuestro||

Después de Miles de intentos finalmente había recobrado la conciencia. La chica se trataba de estatura mediana al igual cómo lo dijo la mujer que nos había ayudado en un trabajo sucio. Justamente, habíamos secuestrado a una muchacha que sabía muchas cosas, además de ser la odiada de la Señora Whons.

—¿La mujer está bien?.— Pregunto la señora mirándome con curiosidad.

—Si, está muy bien.— Sonreí al ver de reojo a la mujer, quien se encontraba dormida por la droga que le había dado Haruchiyo.

—Eso espero, seguramente será una buena mercancía para esa gente, además de ser una enemiga mía...— Suspiro con frustración al verme.— Si tanto te gusta puedes ir a cojertela, ¿No?.— Respondió.

—Habla tonterías señora Whons.— Dije con una risa sarcástica, pero creo que no le gusto.— Cómo sea, nos encargaremos de las cosas necesarias.

—Eso espero Manjiro, no quiero que ella sea virgen....— Respondió tocandose la frente.— Va a hacer una molestia.

—Sisi, el hecho que fue un secuestro demasiado fácil será aún más pedirle que pierda su virginidad.— Dije mirando los documentos y recogiendolos.— Por cierto,¿Cuántos años tiene?.— Pregunté algo dudoso por la edad de la muchacha.

Tendra unos 18 años.— Suspiré de tranquilidad al oír la cifra.

—Me alegro.— Dicho eso camine hasta ka puerta de salida.— Espera mi llamada, señora Whons.— Finalice para luego irme del lugar.

Al parecer tenía mucho que hablar con mis subordinados.

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Me levanté con mucho dolor de cabeza, me punzaba y mis piernas no funcionaban, seguramente me hicieron algo indebido que no podía mover ni un músculo.

—Mmmm, ¿Misha?.— Dijo una voz divertida, proveniente de la puerta de entrada.— Parece que ya estás despierta.

—Si lo estoy...— Intente nuevamente moverme, pero mis piernas ni brazos no reaccionaban.

—Misha, no puedes moverte.— Respondió seriamente y acercó a mi, ya que la voz era aún más cerca

—Mi nombre es Rindou.— Hablo para finalmente salir de las sombras que rodeaban el cuarto.

La luna que iluminaba su luz le pegó justo en la cara del sujeto. Era lindo, tenía cabello un poco largo y violeta al igual que sus ojos; al acercarse aún más a mi sentí mi corazón palpitar rápidamente, tener cerca a un hombre cómo el me hacía sentir nerviosa. E incluso oler su perfume de hombre y sentir su respiración en mi cuello.

Q-que haces.— Susurré intentando quitar su cara con mi rostro.

—Estoy oliendo la nueva mercancía.— Dijo para luego salir de mi cuello.— Hueles delicioso y no a basura.

—Me cuido mi piel.

—¿De veras? No te pregunté Misha.— Caminó hasta estar al frente de un escritorio con varios medicamentos e inyecciones.

𝙾𝚗𝚎 𝚜𝚑𝚘𝚝 || 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚛𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 || Reescribiendo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora