I.

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Analizaba el techo como si hubiera algo interesante en toda esa pintura blanca, habia sido otra noche sin dormir y mirar el techo por toda la noche.

Suspire cuando Katy, mi enfermera, entraba por la puerta con una bandeja con lo que supuse, era mi desayuno de esa mañana, no tuve ni la menor molestia de levantarme ya que seguia mirando el "interesante" techo.

La enfermera se acercó, sabía que era hora de mi inspección matutina, hoy al menos sería la última.

—Harry, corazón siéntate por favor, ya es algo tarde y por hoy no podre perdonarte que te quedes dos horas en la cama como siempre — dijo mientras dejaba la bandeja en la mesita de al lado, la mire de reojo, cerre mis cansados ojos y con un impulso me sente en la camilla.

Ella me paso una polera del armario que se encontraba en la habitación y yo me quite el pijama que llevaba en ese momento quedando en ropa interior, ya me había acostumbrado a que ella me viera, lo hacia cada dos días desde que llegue a este lugar.

—sera rapido, para que puedas acomodar tus últimas cosas antes de que lleguen por ti corazón — sonreí débilmente en respuesta, a pesar de que sea su trabajo, ella me trataba con amabilidad haciéndome sentir cómodo siempre que podia.

Ella agarro un botecito de crema que había en la mesita de noche, puso un poco en sus dedos y mientras iba revisando aprovechaba a exparsir la crema encima de mis cicatrices con delicados movimientos.

Revisaba mis brazos donde se encontraban algunas cicatrices de cortadas y quemaduras que iban de primer grado a segundo grado, claramente no fueron por algún accidente.

De ahi pasaba a mi abdomen donde se encontraban cicatrices de golpes y rasguños, la mayoría de cicatrices de mi abdomen no habian sido completamente mi culpa, ya que fueron causadas por arrebatos de enojo de mi tío Dursley o golpes que me proporcionaba mi querido primo Dudley.

De mi abdomen pasaba a mis piernas donde se encontraban cicatrices de cortaduras profundas, algunas habian sido abiertas y suturadas cuando llegue al hospital... recordaba tan bien ese día.

—oh Harry, ¿por qué? — preguntó cuando llego hasta mis manos.

Mis nudillos se encontraban lastimados, nada muy grave pero todavía tenian un poco de sangre seca, habia sido un arrebato de madrugada ya que mi mente no se callaba y fue mi forma desesperada para poder silenciarla.

—perdon— fue lo único que dije, ella me miro con una mirada algo severa para luego suspirar —no te preocupes, ya esta hecho, ahorita solo queda curarte ¿Okey?— yo asenti.

Katy salio de la habitación por unos minutos y volvió con cosas para curarme los nudillos, apreté mis ojos cuando sentí el ardor del alcohol para desinfectar las heridas, me limpió la sangre seca y me vendo.

Dio un leve apretón cuando termino de vendar, suspiro y guardo las cosas que uso para curarme.

—te voy a mandar dos vendas, aunque lo más seguro es que solo llegues a usar una, pero por si se vuelve a abrir la herida te cambias la venda y te pones la que te estoy mandando de repuesto — yo asenti ante sus indicaciones.

Cuando avisaron que iria a hogwarts por un permiso especial que solicito Dumbledore, Katy me enseñó lo básico sobre primeros auxilios para heridas y asi, me dijo que no era un tipo permiso para hacerme daño, que solo era por prevenir porque uno nunca sabia a qué se anteponía, me recalco más de dos veces que no era un permiso para hacerme daño.

Era estricta, pero yo sabia que me había agarrado cariño y se preocupaba por mi, en todo este tiempo que llevaba en el hospital ella era la única que parecía en serio preocuparse por mi, muy aparte de que yo sea su paciente.

fuck Dursley [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora