Ｎｏ Ｒｅｔｕｒｎ |𝙼𝚒𝚗𝚓𝚞 & 𝚃𝚞| «ʏᴜᴊɪɴ x ɢᴀᴇᴜʟ» ‡𝐋𝐢𝐳𝐑𝐞𝐢‡ (G!P)

Capítulo 13 Family Lies and an Uncertain Future

Eunbi lentamente abrió los ojos y se dió cuenta que estaba dentro de la casa de Makris.

Esto la confundió demasiado, además de asustarla.

— ¿Qué hago aquí? — Susurró.

Entonces escuchó una voz detrás de ella, la de alguien a quien había perdido hacia dieciséis años.

— Eunbi — La Vampiro corrió hacia el hombre y lo abrazó.

Comenzó a llorar de la emoción.

— Papá... — Junghoon acarició su cabeza.

Y en un momento se separó de ella.

Su mirada se tornó en una sombría.

— ¿Papá, qué sucede? — Preguntó confundida.

— ¿Por qué dejaste que eso pasará Eunbi? ¿Por qué no llegaste a tiempo? — Decía con odio mientras señalaba al frente.

Al voltear, pudo ver al hombre que más odiaba en este mundo.

Sonreía con burla.

Él estaba cargando a una niña, que no tardó en reconocer.

La culpa la invadió y comenzó a llorar.

— Dejaste que Yujin fuera secuestrada por él — La Vampiro negó con la cabeza.

— No, no, mi teléfono se quedó sin batería y... —

Todo se puso oscuro y ya no veía nada.

— Ella... Sufrió todo lo que no quería que sufriera... —

Una luz se encendió, y vió a Yujin frente a un hombre amarrado.

Está tenía un uniforme.

¡No por favor! ¡Tengo familia!

Gritaba rogando por su vida.

Ella sabía lo que iba a pasar, corrió hacia esa dirección con toda la velocidad que tenía.

Pero unas gruesas cadenas interrumpieron su camino.

— ¡Yujin, no lo hagas! — Trató de detenerla, pero ya era muy tarde.

La cachorra alzó la mano y en menos de un segundo cortó el cuello del hombre.

— La convirtieron en alguien más —

La joven se lanzó al cuerpo del hombre y comenzó a comerse la carne, cómo si fuera un animal.

Eunbi la miraba con horror.

Cuando terminó, lentamente se levantó.

La sangre escurría de sus manos, estaba jadeando y podía escuchar unos cuantos gruñidos.

Lentamente se volteó, viendo cara a cara a la mayor.

Sus ojos amarillos demostraban puro odio y podía verse un aire de depredador.

Su rostro estaba manchado de sangre, la cual caía por su barbilla y caía a su cuello.

Poco a poco alzó la mano y cruzó el dedo índice con el medio.

— Yujin, ¿Qué...? —

La luz se volvió a apagar.

Trató desesperadamente de buscarla, pero no pudo.