Ｎｏ Ｒｅｔｕｒｎ |𝙼𝚒𝚗𝚓𝚞 & 𝚃𝚞| «ʏᴜᴊɪɴ x ɢᴀᴇᴜʟ» ‡𝐋𝐢𝐳𝐑𝐞𝐢‡ (G!P)

Capítulo 26 I'll Take Your Place

Eunbi se encontraba parada en el marco de la puerta, mientras la cachorra empacaba.

La Vampiro se veía insegura y preocupada por el estado mental de la menor.

— ¿Yujin, en serio crees qué es buena idea que vayas allí por dos semanas? A penas hace un mes regresaste... — La mayor desvió la mirada con culpa — Y después de la sentencia de ese... —

La más alta cerró la maleta y se puso su sudadera, tomó su maleta.

— Estoy segura Eunbi, además Altair me necesita allí... Está por hacer... — Apretó si hombro inconscientemente y un escalofrío la recorrió —El ritual del Alfa... Ella necesita que esté ahí y la apoye... Yo la entrené... Soy algo así cómo su entrenadora — Explicó con cierta seriedad.

— ¿La entrenaste? — Preguntó Eunbi totalmente sorprendida.

— Sí, ella me lo pidió. Además lo necesitaba para poder sustituirme — Decía con gratitud — Aunque ella técnicamente ya es la Alfa de acuerdo a la ley, los miembros del ejército y el consejo Arkadíano han optado por probar que tan apta es —

"Aunque no me gusta la idea de Yujin entrenando a alguien para ser soldados, creo que ayudó a Altair a encontrar su camino". Pensó.

— Además... — Tocó su anillo negro — Tengo que ver lo de las patentes de Papá — La mayor fué y la abrazó al notar su tristeza.

"Y tengo que ir a la graduación de Rei". Agregó en su mente.

— Haces lo correcto, Yujin. Papá nunca hubiera querido que su invento se usará cómo arma... Él estaría orgulloso... — La cachorra se sentía un poco incómoda, realmente esa no era la razón de su tristeza.

Sentía un vacío después de un mes de haberle dicho a Alexander que no lo quería volver a ver.

Aunque trataba de no sentirse así, tenía que admitirlo lo extrañaba.

Pero no podía expresarlo con Eunbi ahí.

Así que sólo suspiró y respondió:

— Lo sé... — Tomó su maleta — Nos vemos en 2 semanas, Unnie — La abrazó — No te preocupes, me cuidaré... —

Con las manos temblando, la Vampiro correspondió el abrazo.

La abrazaba fuertemente aferrándose a ella, podía percibirse el miedo que tenía a perderla otra vez.

Con indecisión la soltó pasado unos segundos, sus manos frías tocaron el rostro de la más joven.

Su nariz y ojos eran iguales a los de su Padre, tenían la misma manera cálida y reconfortante que él siempre tenía.

Sus labios y hoyuelos eran iguales a los de su Madre, esa manera tan contagiosa y amable de sonreír era idéntica.

Para Eunbi, Yujin era lo único que quedaba de esa familia que la había acogido y criado cómo si fuera suya.

Por mucho tiempo, ella había pensado que ya no había algún vestigio de lo que había sido su familia, pero al volver a ver a la cachorra, ella se prometió protegerla y al recuerdo de los señores Ahn.

Quería cumplir los deseos de su Padre de que la menor fuera libre y no tuviera que convertirse en una máquina violenta de matar, y que entendiera la filosofía de vida de Junghoon.

Su mayor deseo, era honrar su memoria y al fin, Yujin era libre.

Por eso, el hecho de que tuviera que volver a ese lugar a ser parte de ese ritual tan terrible, era algo horrible para ella era cómo retroceder.