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Y así fue como dos semanas más tarde desapareció de mi vida John Cassmey. Me sentía aliviada, como si me hubiera sacado un peso de encima. Con Tom todo seguía igual éramos amigos pero se notaba que sentíamos algo más el uno por el otro. Lei seguía con su novio, cada vez más juntos.

- Venís a cenar hoy no? - me pregunto Leila cuando salíamos juntas de la clase. La mire sin ganas - hace un montón no venís! -se quejó. Era miércoles y como todos los miércoles, me había invitado a cenar con ella, su novio y a veces algunos más. Antes con John pero ya no.

- Bueno, puede ser que vaya un rato - Sonreí sin ganas, la verdad que quedarme sola en la habitación tampoco era un plan increíble. Iba a seguir hablando pero me di cuenta que ya no me prestaba atención, estaba mirando algo - que miras? - pregunte y seguí su vista para ver a Tom trotando sin remera. No es la primera vez que lo vía pero siempre que lo hacía me causaba el mismo efecto...

- LEILA! - exclame cuando caí en la situación y logre enfocar la vista en otro lado.

- No te preocupes es todo tuyo - río ella mientras él se acercaba a nosotras.

- Hola - saludo.

- Hola - dije intentando desviar mi vista de su pecho.

- Chau - dijo Leila y yo la mire extrañada.

-Queres ir a cenar? - me pregunto Tom, mientras Leila se iba.

- No puedo hoy es miércoles y siempre voy a comer a lo de Leila pero podríamos... - me arrepentí de lo que estaba proponiéndole.

- Vamos juntos - me dijo. Amaba que ni siquiera tenga que terminar la oración para que sepa lo que le iba a decir - A que hora? - pregunto.

- A las ocho pero le dije que seguro llegaría más tarde - no era una chica muy puntual yo.

- Te paso a buscar a las ocho por tu habitación - me dijo.

- Gracias - sonreí.

- Siempre - Respondió y me fui de ahí, no sin antes míralo una vez más.

A las 8 me paso a buscar por la habitación. Estaba por abrir la puerta cuando sonó mi celular.

- Hola - dijo la voz del otro lado del teléfono.

- Hola, como estas? - salude a John, desde que se fue a LA me llamaba de vez en cuando, mientras le habría a Tom.

- Todo bien - comenzó la conversación, me contó sobre el nuevo trabajo y que hasta tiene un asistente propio. Mientras hablábamos Tom estaba en mi habitación parado con las manos en los bolsillos, parecía incómodo.

- Vamos? - Le pregunte cuando corté el teléfono. Asintió y salimos de allí.

- Estas triste? - rompió el silencio, una vez subidos al auto, no entendía por que me lo preguntaba - lo extrañas? - me di cuenta que se refería a John.

- No pero siento que debería hacerlo - giro para que no notara su sonrisa pero ya lo había hecho. Estaciono el auto y bajamos.

- Bienvenidos! - Exclamo Leila al abrir la puerta y me guiñó el ojo no muy disimulada. La ignore mientras entraba del brazo de Tom - Ya pongo un plato más, Tom por que no vas con Clay mientras Kate me ayuda a servir la comida? - Tom me miro y yo le sonreí diciéndole que fuera con el resto. Sabía lo que venía.

- Así que vos con Tom ya...? - me pregunto apenas entramos en la cocina. La habitación de Leila tenía la cocina y el living con la mesa separados, era más grande que la mía pero también tenía más cuartos.

- Tom y yo nada - dije entre dientes.

- Pero es que... - la fulmine con la mirada - prométeme que vas a decirme cuando pase algo... -

- Vas a ser la primera en saberlo - Le asegure y pareció quedar conforme, por ahora. Terminamos de servir la mesa y llamamos al resto a comer.

SOS En riesgo mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora