SON LAS SIETE Y MEDIA Y SIGO EN TOALLA SIN SABER QUE PONERME.
- Lei!!! - exclamé apenas atendió el teléfono - que me pongo? No tengo la menor idea! No me quiso decir nada, ni a dónde íbamos ni qué tipo de lugar era, NADA! Como puedo saber qué ropa usar?! -
- Primero cálmate, segundo algo negro, si van a un lugar informal no vas a estar demasiado vestida y si van a uno formal tampoco vas a desentonar, tercero TACOS o botas como máximo pero nada de chatitas ni zapatillas, por favor y un poco de maquillaje! - me indicó.
- Bueno, gracias por todo! - le dije.
- Divertite! Y acordate de TODO que después quiero detalles! - me pidió y corto.
Me termine poniendo un vestidito negro con unas botas, me puse rímel, un poco de rubor y brillo en los labios. El pelo me lo deje como siempre, solo que me lo peine un poco más. Estaba buscando una cartera cuando sonó el timbre. Para cortar con el negro agarre una bordada, puse las cosas necesarias y fui a abrir la puerta.
- Salís? - me preguntó Taylor, mi compañera de cuarto, la verdad es que no la veía mucho, casi nunca dormía en su habitación así que...
- Si, nos vemos Tay - la salude mientras abría la puerta.
Debería ser ilegal. Debería ser en sueño. No podía ser posible. Pestañee un par de veces para asegurarme que el dios griego siga ahí.
- Emm hola - lo salude. Tenía puesta una camisa celeste, unos pantalones beige y el cinturón con los zapatos marrones haciendo juego. Sería modelo y yo no me entere?
- Estas hermosa, Kate - me sonrió. No, y cuando nos vean entrar a donde me planeas llevar no van a entender cómo alguien como vos sale con alguien como yo, una chica común y corriente, castaña, de ojos marrones, sin rasgos especiales ni curvas para variar, salvo que consideres las curvas de la panza.
- Vamos? - le pregunte. Me tomo de la mano y caminamos hasta su auto. Me abrió la puerta y entre.
- A donde vamos a ir? - quise saber una vez más.
- Te acordas esa noche que viniste a cenar a casa? Que jugamos al juego de las preguntas y te pedí que la semana siguiente me acompañes a un lugar - asentí. Gracias a ese juego había descubierto lo que significaba Tom para mi - Como al final no te pude llevar porqu-
- Ya se porque - lo interrumpí, no quería que me empiece a hablar de John, esta noche era nuestra.
- Bueno - sonrío - primero vamos a ir a cenar y después te voy a llevar ahí -
- Donde es? - insistí.
- Sorpresa - suspire frustrada.
Estaciono y me dio la mano para entrar al restaurante.
- Es muy lindo - le dije y el solo me guiñó el ojo. Al entrar se veía una pequeña fuente y todas mesas al rededor a pesar de ser de noche el techo estaba pintado como si fuera un atardecer y las paredes tenían distintos paisajes de París, en una la torre Eiffel, en otra el puente de los candados y el la última el Palacio de Versalles. Realmente era hermoso el lugar.
- Como conoces este lugar? - Le pregunte después de que nos sentáramos en la mesa que nos habían indicado y dejado los menús.
- Yo... Me trajo... - empezó dudoso.
- No importa - no hacía falta que me diga que lo había traído una de ellas. Es más si me lo diría sabría que me mintió más temprano diciéndome que nunca había invitado a nadie a salir, aunque podría ser que ella lo haya invitado, lo cual no me sorprendería, lo que me molesta es que estuvo en este lugar tan lindo con otra.
- Es el lugar preferido de mi mama - bueno, salvo que esa otra sea la mama, en ese caso no me molesta. Tanto.
- Como esta Liza? - le pregunte por su madre. Ella y la mía también eran amigas, como nuestros papas.
- Bien, el otro día hablamos de vos, te manda un beso - me dijo, pero antes de que le pudiera preguntar de qué hablaron llego el mozo para tomarnos el pedido.
- Ya decidieron que pedir? - Tom me miró a mi a ver si ya estaba lista.
- Un capuchino con una croissant - dije muy segura.
- Sabes que te traje a cenar no? - río Tom.
- Estoy en París, quiero un café con una croissant - le dije mientras con la mano hacia que le mostraba el lugar. El mozo se rió pero anotó mi pedido.
- Y usted? - le preguntó a Tom.
- Una lasaña y traiga también unos ravioles, las dos cosas para compartir - aclaró.
- Muy bien, algo de beber? - volvió a preguntar.
- No, pero una croissant para mí también - cuando Tom dijo esto, no pude evitar reírme. Y él se rió de mí cuando la pedí...
- Las croissant con el café al final o para empezar? - preguntó el mozo antes de retirarse.
- Para empezar - dije antes de que Tom pueda responder que las traiga a lo último.
- Si seriamos dos personas en su primera cita, que deberíamos estar haciendo? - me pregunto.
- Acaso no somos dos personas en su primera cita? - le respondí.
- Ya sabes a lo que me refiero - a que nos conocemos desde toda la vida? A que ya sabemos más del otro que de uno mismo?
- No, a que te referís? - quería saber si pensaba lo mismo que yo.
- Bueno, esperaba que seamos más que dos personas en su primera cita - no sabía muy bien a dónde quedaría llegar.
- Obvio! Si nos conocemos de toda la vida! - le dije - pero si queres jugar a la primera cita no tengo problema - agregué y me pare solo para caminar unos pasos y presentarme - Hola, soy Katherine - me presenté mientras lo saludaba como si fuera la primera vez que nos veíamos.
- Hola Katherine, soy Tom - se presentó, amaba como decía mi nombre - como estás? -
- Muy bien - le respondí - Vos? -
- También... Emm...- miro para ambos lados sin saber qué decir.
- Parece que sí está fuera la primera vez que nos vemos seriamos un fracasó - me reí y Tom se unió a mis risas.
- Es que no sabía que decirte, si te preguntaba sobre vos, iba a ser raro, aparte ya se la mayoría... -
- Así que pensas que me conoces tanto? - le pregunte.
- Kate, sabes que los dos nos conocemos bastante - por más que era verdad no lo iba a aceptar.
- Te apuesto a que no - le dije.
- Dale, pregunta - me respondió.
- Hobbies? - le pregunte.
- Te encanta dibujar, escribís, lees, miras series - me sonrió antes de agregar - ah, y jugas al tenis y corres pero no sé si es lo que más te gusta hacer - había respondido perfecto - los míos? - me preguntó.
- Tocar el piano, futbol, escuchar música, coleccionar cosas... - no se me ocurrían más - ah y tenis también - agregué, nuestros papas nos habían enseñado - Comida favorita? -
- Esa es fácil, mi Omelet, OBVIO - reímos.
- Canciones preferidas? - le deje pasar la de la comida porque yo no sabía cuál era la de él.
- No escuchas mucha música, solo cuando tenes que caminar y te obsesionas con una canción y la escuchas durante un mes hasta que pasas a otra, podría asegurar que ahora tu preferida es All of me - analizó.
- Como sabes? - le pregunte.
- El otro día estábamos en el auto y cuando pasó esa canción la empezaste a tararear y estabas sonriendo como si... - no termino la frase, creo que no encontró una palabra, pero el punto es que tenía razón - Mías? Canciones preferidas? - esa sí que no tenía idea.
- Todas? - intente.
- Me duele, Linsk - bromeó al darse cuenta que no sabía sus canciones preferidas.
- Siempre me me haces escuchar una distinta y cuando escuchamos tu música no hay alguna que se repita más que las otras! - me justifique y antes de que me pueda responder llego el mozo con las croissant y mi café.
- Gracias - le dije cuando apoyo mi comida.
- Es la mejor de París, en Nueva York - me guiñó el ojo y se fue.
- Si no sería un viejo de 70, ya hubiera... - comentó Tom sobre el mozo mientras se alejaba.
- No sé si tiene 70, yo le daría unos 50 y esta bastante bien para su edad - bromee - Aparte me hizo un corazón con la espuma del capuchino - le dije mientras o le señalaba mi taza.
El mozo con suerte tenía 80 y era un viejito que podría ser mi abuelo, pero con tal de molestarlo a Tom...
- En serio Linsk? Si te gustan los viejos me avisabas antes y esperaba unos 50 años más para animarme -
- Pensándolo bien pude ser, por qué no te vas y me dejas terminar de comer con el mozo? - le dije en chiste.
- Si me voy, te vas conmigo - me miro fijamente, y ya no se si se refería a irse del restaurante.
- A dónde iríamos? - le pregunte.
- Juntos? A cualquier lado - sonreí ante su respuesta.
- Bueno, basta de casos hipotéticos, a donde vamos a ir hoy? - le pregunte una vez más.
- Ansiosa? - me sonrió mientras hacía un gesto llamando al mozo nuevamente.
- Desea algo más? - le preguntó el viejito.
- Vamos a llevar el resto - y me miro mientras agregaba - acá mi novia está ansiosa, le dije que tenía una sorpresa para después de cenar pero parece que no tiene muchas ganas de esperar - No! Que? Que? Que? Eso estaba sonando MUY mal! Tenía que pararlo.
- Me prometió que me llevaría a un lugar y no se me dan muy bien las sorpresas - sentí la necesidad de explicar, el mozo tenía los ojos como platos, no podía creer que Tom le haya dicho eso.
- Ya preparo el resto para llevar - Dijo y se fue. No le hable hasta que volvió el mozo con la bolsa de comida y la cuenta. Tom la pago y nos paramos para irnos - Que pasen una linda noche usted y su novia - nos saludo el viejito. Ahí reaccione. Tom le había dicho que éramos novios. Qué significaba eso? Por qué lo habrá hecho? Seguramente era parte del plan para que el camarero se imagine que... Bueno, ya saben que. Pero que le haya dicho que soy su novia me gustaba, y no debería.
- Vamos Kate, no te enojes - me tomo de la cintura Tom mientras caminaba hacia la puerta con los brazos cruzados.
- No estoy enojada, solo me molesto lo que dijiste - salimos del restaurante y empezamos a caminar hacia el auto.
- Lo que le insinúe al camarero? - me preguntó.
- Si! Pobre hombre! Vos viste la cara que puso? - antes de que me abra la puerta gire para responderle, no iba a entrar al auto y dar esta conversación por terminada.
- Entonces eso fue lo que te molesto? No que diga que éramos novios? - me preguntó.
- Eso también! Todo! -
- Estas segura? - me dijo mientras me rodeaba con sus brazos.
- De que? - le pregunte.
- No quisieras ser mi novia, Kate? - Me susurró al oído. Ojalá lo hubiera dejado abrirme la puerta. Ya sabía que no me lo preguntaba en serio pero era imposible no pensar que si, que me encantaría ser suya.
- Vos? Quisieras? - Le pregunte la misma pregunta de la misma manera que lo hizo él.
- Es injusto, yo pregunte primero -
- Entonces podes ser el primero que responda - le sonreí.
- Ya te vas a enterar - Dijo antes de agregar - pero sabes qué pasaría si fuéramos novios? - preguntó a un milímetro de mis labios.
- Tengo una idea - le dije.
- A si? Cuál? - me preguntó - Quiero saber si estamos pensando lo mismo - aclaró. Quería que lo besara. Yo quería besarlo. Pero no. No loca perdía este juego.
- Si fuéramos novios no me hubiera enojado porque le hayas dicho al camarero que estábamos juntos, solo me hubiera molestado lo otro - Sonreí triunfante mientras me daba vuelta para abrir la puerta, pero él tenía la mano sobre la manija. La abrió mientras respiraba frustrado. Me reí mientras lo veía caminar molesto a su lugar. Le había ganado, pero no sé si no hubiera sido mejor dejarlo ganar, hacer lo que él hubiera querido y besarlo.
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SOS En riesgo mi corazón
RomancePara Katherine Linsk ya nada es tan sencillo como antes. La negación y el miedo son parte de ella. Es él que no sabe lo que siente o ella la que ya no sabe donde esta parada? Lo que antes podía controlar, ahora ya no esta en sus manos. - Supongo que...