SOS En riesgo mi corazón

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-No, no, no, no!!! -primer día y ya estaba llegando tarde. Corrí por el campus, llegue al edificio de medicina, subí las escaleras de dos en dos y sin aire abrí las puertas de la clase. Por lo menos cuarenta cabezas se dieron vuelta, incluyendo la del profesor, mierda! Y así empezábamos... encontré un lugar no muy lejos de donde estaba y me senté.

- Vos si sabes hacer una entrada - mire avergonzada a ver quien me hablaba - hola, soy Leila -

- Kate - dije, seguía sin aire - sigo con el horario cambiado, llegue de Brasil ayer - le explique agitada -

- Eso explica el porque de tu color en pleno enero! - dijo, pero era el primer día y quería por lo menos prestar algo de atención así que no respondí.

Al terminar fuimos al bar de la universidad a tomar algo, no teníamos otra clase hasta dentro de una hora.

- Así que recién empezas? Un cuatrimestre más tarde? - me pregunto Leila

- Me transfirieron - le explique.

- Ahh, Columbia es lo máximo! Bienvenida! -dijo emocionada - Más tarde nos vamos a encontrar con algunos amigos para ir a Rex, un bar, venís? - me pregunto.

- Dale, gracias! - le dije y me levanté para ir a clase.

Llegue temprano, me senté, saqué un cuaderno y una birome, comenze a hacer unos garabatos.

- Linsk?! - escuche mi apellido y gire a ver quien me llamaba. Ven a este chico? ven los ojos azules, la carita de nene y el pelo castaño que grita que unos dedos pasen por ahí? bueno, ese es Tom, el hijo de un amigo de mi papa y también el hombre que se acuesta con cualquier mujer que camine salvo yo, obvio - Hola, Kate! - me saludo.

- Tom! que haces acá? - le pregunte, se suponía que estaba de residencia.

- Me dijeron que las chicas de acá están mejores que las del hospital - rodee los ojos, ven de lo que les hablo? - Y me entere que hoy empezabas, venia a ver como estas, si necesitas algo, te vengo a cuidar - exclamo serio. Ah, una cosa que me falto agregar, siempre me vio como su hermana menor, la chica que tenia que cuidar, una bebe que no sabia hacer nada.

- Se cuidarme sola, gracias - dije haciendo una mueca - aparte, por lo que se, del único que me debería cuidar es de vos -

- En serio, Linsk, de acá a cuatro años nada de alcohol, de fiestas, ni chicos, estas acá para estudiar, recibirte y convertirte en la mejor médica, entendiste? - esto era una joda o que?

- Dormir? Dormir puedo? Y vos me vas a controlar, que no haces otra cosa de lo que me estas diciendo que no haga? - ya estaba enojada, siempre me ponía nerviosa.

- A todos los lugares que yo vaya tenes prohibido ir, okey? - me dijo, yo rodee los ojos.

- Perfecto - dije juntando mis cosas.

- Que haces? - Me pregunto.

- No tenía prohibido estar cerca tuyo? - me reí para mis adentros ante su expresión, me levanté para cambiarme de lugar y sentarme unos bancos más adelante a esperar que el profesor empiece la clase. Durante toda la hora sentía dos ojos clavados en mi espalda. Cuando termine agarre las cosas lo más rápido posible y salí de ahí.

Eran las ocho y nos encontramos para ir a Rex con Leila.

- Ellos son Ben - señaló a un morocho de ojos saltones - Zoe - una chica petisa con tacos que parecían zancos - y John - un rubio alto de ojos marrones - chicos, ella es Kate - salude con una sonrisa y nos dirigimos al bar.

- Primer año de medicina? - me pregunto John ya sentados en la barra.

- Si y vos? -respondí.

- El último, de física. Un wisky, un daikiri, un mojito, un negroni y... - se dirigió a mi para que diga lo que deseaba tomar. La verdad, es que mucho no tomaba yo, y de los que había probado tampoco me gusto mucho uno en especial. Pero era el primer día en un nuevo lugar, no tenía que volver a mi casa con mi familia, hoy empezaba a vivir como una adulta, había que festejar - red margarita? - interrumpió mis pensamientos.

- Dale - asentí y el hombre fue a preparar los tragos.

- Hoy es viernes, tenes planeado algo para este fin de semana? - me pregunto Zoe.

- No, llegue recién, creo que voy a ordenar un poco todo, organizarme... - le explique.

- O podes venir con nosotros el sábado a Meatpacking con nosotros..- propuso Zoe.

- Meat que? - nunca había oído hablar de ese lugar.

- Definitivamente, el sábado a la noche venís con nosotros, ese lugar el lo mejor de NYC! - Ben dijo mientras el hombre de la barra colocaba nuestros tragos en frente nuestro.

- No lo va a necesitar, gracias - dijo una voz cuando puso el trago en frente mio, genial, se acabo la fiesta - Linsk, que haces acá? el primer día y ya estas estas transgrediendo todas las reglas? -

- Tom Jonnson? - John dijo con vos...resentida?

- Que haces con este idiota? - su cara se había transformado por completo.

- Hago lo que quiero - le respondí - y con quien quiero, igual que vos - dije mirando a la rubia de plástico que tenía al lado.

- Por que no me presentas a tus amigos? - me dijo con una voz sobredora.

- Porque no tengo ganas - le respondí de la misma manera.

- Cuando quieras irte, voy a estar en esa mesa - me dijo pero me di vuelta y le hable a John ignorando por completo a Tom.

- Debe ser interesante química no? - le pregunté.

- Es física - sentí una risa detrás mío alejarse - y si, bastante, desde chico que sabia lo a lo que quería dedicarme, nunca cambie de opinión - me dijo

- Que bueno, saber lo que uno quiere...- La verdad me interesaba poco y nada lo que me estaba diciendo John pero no podía darle la razón a Tom.

- Siempre se lo que quiero y siempre, también, lo consigo - dijo poniendo una mano sobre mi silla y mirándome de arriba abajo, me puso incómoda. Tome un poco de mi trago.

- Esto está muy bueno - cambie de tema.

- Denada, siempre se que tragó elegir - Ok, lo que digas, estaba comenzando a aburrirme. Quería irme pero que Tom este ahí, con esa cara de plástico era razón suficiente para que me quede. Eso si iba a necesitar un poco más que una sola... Como se llamaba esta bebida?.

- De donde conoces a Tom Jonnson? - me pregunto.

- Nuestros papas son amigos - le explique.

- Es un idiota - no respondí. No porque yo misma no lo pensaba pero porque me molestaba que otros lo piensen. Si, a veces soy un poco rebuscada...

Después de tres o cuatro o... Nose cuantas exactamente red Margarita gire a ver si Tom seguía ahí y si, estaba ahí sentado en una mesa. Sólo. Y la rubia? Volví a girar lo más rápido posible para que no se diera cuanta que lo estaba mirando pero era tarde. Nuestras miradas se habían encontrado. Un segundo más tarde estaba al lado mío.