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Ugh. Estoy atrapada. Fue lo primero que pensé al despertarme y sentir los brazos de Tom rodeando mi cuerpo. Mi cabeza estaba sobre su pecho y una de sus piernas sobre las mías, apretándome, era imposible lo sentirlo contra mi cuerpo. Y ahora? No podía salir, pero tampoco podía esperar a que se despierte y que me vea con los ojos abiertos disfrutando esta situación, porque siendo sincera, por mas enredada que este, no puedo desviar mi vista de su cara perfecta, su cuerpo que dejaba a los dioses griegos mucho que desear y eso contra mis panza que me hacia sentir y pensar cosas que no debería. Decidí volver a cerrar los ojos y disfrutar de la sensación mientras pretendía que dormía, después de todo la noche anterior había funcionado bien, incluso me confeso que me amaba, si es que no fue un sueño. Mi corazón empezó a latir fuerte al pensar en ayer y al ver lo unidos que estábamos ahora.
Después de un rato sentí a Tom moverse, seguramente se estaba despertando. Dejo de apresarme con sus brazos pero no saco su pierna de arriba mío.
- Sos tan hermosa Kate - susurro y me acaricio la mejilla - comencé a abrir los ojos, rápidamente saco el resto del cuerpo que seguía sobre mi.
- Buen día Linsk - me dijo cuando vio que me había despertado, le dedique una sonrisa.
- Que hago acá? - le pregunte.
- Te quedaste dormida ayer y no te quería despertar así que te traje acá - me explico - pero te avise - lo mire desentendida, aunque sabía que mientras él pensaba que dormía me había dicho que me llevaba a su habitación.
- Como que me avisaste? -
- Mientras dormías, te lo dije - sonrío.
- Eso no cuenta! - cruce los brazos.
- y que pretendías que haga? - quería preguntarle que mas paso mientras dormía.
- Me hablaste cuando estaba durmiendo? - sonrío.
- Es más fácil decirte lo que quiero que cuando estas despierta - se justificó.
- Siempre te escucho -
- Lo que queres, no lo que te queiro decir - me dijo.
- Que me queres decir? - por favor repetilo, que no haya sido un sueño, le pedí mentalmente.
- No es tan fácil - ugh.
- Entonces? -
- Vamos a desayunar - se levanto de la cama.
- Omelet? - me pregunto cuando llegamos a la cocina. Me acorde cuando habíamos cenado juntos Omelet, el único plato que sabe preparar.
- Dale - le sonreí mientras hacia dos cafés y los ponía en la mesada. Nos sentamos y probé la comida.
- Por ser el único plato que sabes hacer es realmente delicioso - le dije mientras disfrutaba de otro bocado.
- Ya sabes, si hago algo, lo hago bien - me guiño el ojo.
- Te puedo hacer una pregunta? - le dije mientras comíamos.
- Depende - lo mire extrañada - solo si después contestas una mía -
- Que me dijiste ayer a la noche? - le pregunte.
- ugh, yo sabia que no me tenía que meter en esto - dijo pero igual siguió - no mucho, solo que te estaba trayendo a mi habitación porque no quería pasar por la tuya, después que era más fácil hablarte cuando dormías y al final te traje a la habitación, ah, también llamó tu papa  -
- y que paso? - quería que siga, quería saber si era verdad o solo un sueño.
- Con tu papa? Nada le dije que te habías quedado dormida en una cena - esto es más difícil de lo que pensaba.
- como aparecí en tu cama? - insistí.
- Te traje a upa, estas descalza porque te saque los zapatos y ... - paro en seco.
- y que? - le pregunte, por fin estábamos llegando al punto.
- Y bueno... Em... No te enojes, pero medio que cuando estabas dormida te dije buenas noches y iba a darte un beso en la mejilla pero te moviste dormida y bueno, el beso termino en otro lado - entonces no había sido un sueño.
- Después no paso nada mas, no me dijiste nada mas? - dudo un poco pero negó con la cabeza, no a mi, a mi no me mientas Tom, pense, los dos sabemos que me dijiste ayer. Pero no insistí mas.
- Sabes? La próxima vez que quieras besar a alguien es mejor hacerlo cuando la otra persona esta despierta. Un beso se hace de a dos - me anime a decir.
- Esa no fue mi intención! Yo... - empezó a decir cuando se dio cuenta de mi intención. Se paro y comenzó a caminar hacia mi - Me queres decir que... - puso sus manos en el respaldo de mi silla mientras me acorralaba.
- Tómalo como quieras, es solo un consejo - le dije mientras me paraba pero él no saco las manos, entonces estábamos a centímetros y sus manos me rodeaban.
- Si vos decís ... - murmuro antes de apoyar sus manos en mi cintura y levantarme, haciendo que me siente en la mesada así estábamos a la misma altura. Tome su cuello con mis manos mientras él se paraba entre mis piernas. Y sin más preámbulo estallo su boca contra la mía.

SOS En riesgo mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora