Dulce venganza

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Pov. Lisa

Me ato el mandil rojo detrás de mi cintura, mientras camino detrás del mostrador.

Rosé y su abuela me sonríen, pero me doy cuenta de que estoy a punto de que la abuela me muerda el trasero.

–¡Llegas tarde, Manoban!–ella sisea, mientras mira por encima de sus lentes.

Los marcos se deslizan un poco más por su nariz, mientras sus manos descansan sobre sus caderas.

–¡Lo sé! Lo siento mucho, abuela. Pero tuve que acostar a los niños y Lily necesitaba un baño esta noche ¡Lo siento mucho!–me quejo con la mujer mayor y muevo el labio inferior, en un puchero con la esperanza de que se apiade de mí.

–Está bien, solo lo estoy dejando pasar, porque no has llegado tarde en mucho tiempo.

–¡Gracias!–sonrío brillantemente y beso a la mujer mayor en la mejilla.

La abuela de Rosé ha sido como una figura materna para mí, durante los últimos diez años y hago todo lo posible para no decepcionar a la mujer.

–De todos modos está tranquilo en este momento ¿Por qué no comienzan a llenar el salero y el pimentero?–nos instruye la mujer mayor, mientras va a la caja a contar el dinero.

–Por supuesto–cojo una bandeja y empiezo a recoger los saleros del Restaurante–Ah.. abuela, ahora tengo una niñera estable. Así que si pudiera hacer más turnos por la noche o los fines de semana, sería genial.

–Cariño ¿No crees que deberías pasar tu tiempo libre con tus hijos?

–¿No sería ese el sueño americano?–bromeo con los ojos en blanco–Si no gano algo de dinero decente pronto, voy a perder esa casa. Mis hijos necesitan un techo sobre sus cabezas y comida en la mesa más de lo que necesitan mi atención.

–Oh, vamos, Lisa ¿A quién estás tratando de engañar? Tus hijos están fuera de control y solo actúan de esa manera, porque anhelan tu atención–responde Rosé.

–No hay nada que pueda hacer al respecto–Rosé, ahora no–le respondo bruscamente a mi amiga, cuando empiezo a perder los estribos.

Odio ese tema de conversación, porque literalmente no hay nada que pueda hacer al respecto.

Estoy atrapada entre la espada y la pared o dejo de trabajar tanto, y presto más atención a mis hijos, lo que significará que perderé la casa. O trabajo duro y les doy un hogar y comida, dejándome con niños locos.

–¡Bueno, tienes a tu nueva niñera, así que tal vez ella pueda ayudar a arreglar a tus hijos!–Rosé se burla antes de desaparecer en la cocina.

–Eso es dudoso–resoplo, porque nadie puede domar a mis animales salvajes.

Un pequeño pitido sobre la puerta nos interrumpe de nuestra conversación, lo que me hace exhalar ruidosamente antes de saludar a esta clienta.

Una mujer rubia guapa y sexy, que nunca parece aceptar un no por respuesta.

Se desliza en el taburete rojo de la barra mostrándome su sonrisa más arrogante.

Pongo los ojos en blanco y tiro un menú de plástico endeble.

–¡Hola amor!

–Hola Minnie ¿Que pedirás? Y antes de que empieces, no. No tengo los números ganadores de la lotería y no. No voy a mojar mi dedo en tu café para endulzarlo y ¡No iré contigo a una cita!

–Vamos, Lisa ¿Por qué tienes que ser así?–hace un puchero, pero sus ojos marrones todavía bailan de emoción.

–¿Te has caído recientemente y te has golpeado la cabeza?

You are me Destiny/Jenlisa(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora